Informe del caso: La mujer de 53 años, previamente sana, fue aclarada mediante TC debido a una caída por tropiezo con commotio. No hubo secuelas de traumatismo intracraneal. Sin embargo, se presentó como hallazgo incidental un gran espacio parieto-occipital derecho, que se caracterizó aún más mediante resonancia magnética. Clínicamente, la presentación neurológica de nuestra paciente no presentaba complicaciones.
Diagnóstico por RMN: En la evaluación en T2 y FLAIR se observa una masa hiperintensa no homogénea de 4×5×4 cm con partes quísticas. En las imágenes ponderadas en T1 tras la administración i.v. de gadolinio, la masa hipointensa no muestra realce del contraste (Fig.1) . La imagen del tracto fibroso (DTI) muestra un desplazamiento de la radiación visual relacionado con el tumor (Fig. 2a) sin evidencia de infiltración. En la reconstrucción 3D de la angiografía TOF con contraste no se aprecian venas puente relevantes para una vía de acceso occipital interhemisférica (Fig. 2b ). La espectroscopia 1-H muestra una fuerte disminución del marcador fisiológico de células nerviosas NAA y un aumento moderado del marcador de proliferación colina en un 55% en comparación con el lado opuesto. Además, se reconoce un pico de lactato, el marcador de la glucólisis anaeróbica. El aspecto morfológico de la imagen se asemeja a un oligodendroglioma, el espectro habla de un tumor de grado III.
Operación: Para simplificar la vía de acceso quirúrgico, nuestra paciente se coloca en el lado derecho del cuerpo. Esto provoca un desplazamiento del cerebro hacia la derecha, por lo que puede evitarse una retracción cerebral traumática. (Fig. 3). Tras penetrar en el espacio interhemisférico, el tumor se reseca con técnica endoscópica asistida (Fig. 4). Con el neuroendoscopio se pueden ver y extirpar las partes del tumor que no son visibles con el microscopio. (Fig. 5a y b). Por último, se realiza un control de la resección con ayuda de la IRM intraoperatoria (iOP-Polstar). La secuencia ponderada en T1 con contraste muestra una lesión sospechosa de aproximadamente 0,5×0,5 cm en el margen de resección lateral derecho. A continuación se reseca la lesión sospechosa de tener un tumor. De este modo, se pudo lograr una resección completa del tumor. La extubación de la paciente de la anestesia se realizó sin problemas. El diagnóstico histopatológico es ana-
oligoastrocitoma plástico.
Evolución postoperatoria: Al día siguiente, la resección completa del tumor se documentó mediante resonancia magnética (Fig. 6) . En el postoperatorio, había un defecto mínimo del campo visual en el lado izquierdo; al alta, los síntomas relacionados con la manipulación habían desaparecido por completo.
Conclusión: Utilizando herramientas multimodales como la obtención de imágenes neurorradiológicas precisas, el uso de neuroendoscopia dirigida y el control de la resección intraoperatoria mediante iOR-RM, se puede lograr la extirpación completa de tumores de difícil acceso. En nuestro caso particular, el trabajo en equipo interdisciplinar fue crucial para el éxito terapéutico.