Actualmente, la IL-22 se está explorando como opción de tratamiento para los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Un grupo de investigación de Kiel ha dado con un mecanismo que podría incidir en este planteamiento.
Normalmente, el mensajero interleucina-22 (IL-22) tiene la misión de apoyar la respuesta inmunitaria intestinal frente a las infecciones patógenas y promover la cicatrización de las heridas del epitelio. Lo hace a través de la proliferación celular y la inducción de proteínas antimicrobianas. De este modo, ayuda a regenerar la mucosa intestinal dañada por la inflamación. Actualmente se están desarrollando proteínas de fusión de interleucina-22 recombinante para ayudar a los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal.
Pero la IL-22 también puede tener un efecto diferente, como han descubierto los investigadores del Cluster de Excelencia en Investigación de la Inflamación de Kiel. Concretamente, cuando los pacientes carecen del gen ATG16L1. Esto se aplica hasta a una quinta parte de todos los pacientes de Crohn.
ATG16L1 desempeña un papel importante en la autofagia. La autofagia es responsable de la degradación intracelular de proteínas y orgánulos celulares defectuosos, así como de patógenos, por lo que es de gran importancia para la respuesta inmunitaria. Si falta ATG16L1, se altera la autofagia. La degradación es más lenta y la inflamación se acumula. El comportamiento de la IL-22 también cambia: En experimentos con ratones, se descubrió que la IL-22 actúa de forma contraria a su comportamiento normal en ratones sin ATG16L1. En lugar de promover la regeneración celular, tiene un efecto proinflamatorio. Queda por ver qué impacto concreto tendrá esta dicotomía en el desarrollo de terapias personalizadas en el campo de la enfermedad inflamatoria intestinal.
Fuente: Aden K, et al.: ATG16L1 orchestrates interleukin-22 signalling in the intestinal epithelium via cGAS-STING. J Exp Med 2018; 215(11): 2868-2886.
PRÁCTICA GP 2019; 14(4): 35