En la atrofia muscular espinal, no se aporta suficiente proteína SMN debido a un defecto o pérdida del gen SMN1. Como resultado, las neuronas motoras de la médula espinal y del tronco encefálico inferior perecen. Las consecuencias son una creciente debilidad muscular y una atrofia muscular progresiva. Para aumentar la cantidad de proteína SMN funcional, actualmente se dispone de la terapia génica y la modificación del splicing.
La atrofia muscular espinal (AME) es una de las enfermedades genéticas raras. Sin embargo, también es la enfermedad hereditaria más común que provoca la muerte en la infancia [1]. Está causada por niveles bajos de proteína motoneurona de supervivencia (SMN) debidos a mutaciones inactivadoras en el gen codificante SMN1. El SMN desempeña un papel crucial en la supervivencia de las motoneuronas. Estas células nerviosas controlan a su vez los músculos. Si no se produce suficiente SMN, esto conduce a una debilidad progresiva y, en última instancia, a la atrofia de los músculos [2].
Clasificación en función de la gravedad
La enfermedad se subdivide en AME no proximal, que es muy rara y cuyo efecto sobre las distintas funciones varía significativamente, y AME proximal. Representa alrededor del 90% de las AME y se caracteriza por una aparición en los grupos musculares proximales. En función de la gravedad, pueden definirse aquí otros cinco tipos. El tipo 0, AME neonatal, comienza en el útero y se asocia a hipotonía, debilidad muscular e insuficiencia respiratoria. El SMN tipo 1 suele hacerse sintomático en el periodo neonatal y caracteriza la forma más grave. Una incapacidad pronunciada para moverse también dificulta la respiración y la deglución. Si no se trata, los bebés no suelen alcanzar hitos importantes del desarrollo como el control de la cabeza, sentarse libremente o gatear y caminar. Además, la mayoría de los niños mueren en los dos primeros años de vida debido a una insuficiencia respiratoria si no reciben un tratamiento adecuado [2,3].
Cuando se diagnostica el tipo 2, también conocido como AME infantil crónica, los niños suelen tener entre siete y 18 meses y pueden sentarse sin ayuda. Sin embargo, su desarrollo motor está muy retrasado porque a menudo necesitan apoyo para sentarse y nunca podrán ponerse de pie ni caminar [4]. La AME juvenil, tipo 3, comienza alrededor del tercer año de vida. El recorrido, más bien suave, permite una marcha y una postura libres. Sin embargo, la esperanza de vida se acorta significativamente [5]. Los menos afectados son los pacientes con AME del adulto, cuyo inicio de la enfermedad se sitúa más allá de los 30 años. El curso de la enfermedad puede variar mucho de una persona a otra y la esperanza de vida suele ser normal.
Progreso en Gestión del tratamiento
Básicamente, la enfermedad requiere un concepto de terapia multimodal consistente en nutrición, ortopedia, fisioterapia, asistencia respiratoria, rehabilitación y farmacoterapia, entre otros. Sin embargo, hace poco que la AME puede tratarse con medicación. Se han establecido dos enfoques que han sido aprobados con éxito. La terapia génica se dirige al gen SMN1 y compensa el gen defectuoso mediante virus modificados molecularmente. La modificación del splicing consiste en mejorar la traducción del gen SMN2 en proteína SMN funcional.
Literatura:
- Bowerman M, et al: Estrategias terapéuticas para la atrofia muscular espinal: SMN y más allá. Dis Model Mech 2017; 10: 943-954.
- https://dgn.org/presse/pressemitteilungen/spinale-muskelatrophie-bei-saeuglingen-sma-typ-1-europaeische-studie-bestaetigt-wirksamkeit (última consulta: 15.01.2022)
- Kolb SJ, Kissel JT. Atrofia muscular espinal. Neurol Clin 2015; 33: 831-846.
- www.sma-europe.eu/essentials/spinal-muscular-atrophy-sma/type-2 (última consulta: 15.01.2022)
- www.muskelgesellschaft.ch/diagnosen/spinale-muskelatrophien-sma (última consulta: 15.01.2022)
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2022; 20(1): 19