Numerosos tipos de cáncer aparecen con más frecuencia con la edad. Al mismo tiempo, las enfermedades oncológicas requieren a menudo una intervención quirúrgica. ¿Cómo podemos evaluar si el paciente tendrá que hacer frente o no a complicaciones tras la operación? En este contexto, un estudio estadounidense probó el índice de fragilidad como herramienta de pronóstico.
El estudio utilizó datos del Programa Nacional de Mejora de la Calidad Quirúrgica (NSQIP) sobre un total de 95.108 procedimientos urológicos y 21 procedimientos diferentes (incluidas la prostatectomía y la cistectomía). Todos los pacientes tenían ≥40 años y el periodo de estudio fue de 2007 a 2013. Se analizaron las complicaciones que se produjeron en los 30 días posteriores a la intervención.
Se muestra una conexión clara
La mayoría de los operados tenían más de 60 años. Por término medio, la tasa de complicaciones fue del 11,7%. Alrededor del 40% de los pacientes no tenían ningún criterio de fragilidad o sólo uno, y alrededor del 20% tenían dos o más limitaciones según el índice de fragilidad (IF). La IF incluye once limitaciones, como un estado funcional reducido o una discapacidad sensorial.
A medida que aumentaba la IF, también lo hacía la tasa de complicaciones leves y graves. Esta asociación se mantuvo tras controlar variables importantes como la edad, el origen étnico, el hábito de fumar y el método de anestesia. Con un valor de FI ≥0,18, la odds ratio fue de 1,74 (IC 95%: 1,64-1,85). O dicho de otro modo, un paciente con al menos dos criterios de fragilidad tenía un 74% más de riesgo de complicaciones postoperatorias en comparación con un paciente no frágil. Cuando se dividió a los pacientes en grupos de edad (en incrementos de 10 años), un valor de FI creciente hasta los 81 años seguía estando asociado a una tasa de complicaciones cada vez mayor. Las complicaciones observadas con mayor frecuencia fueron las rehospitalizaciones (6,2%), las transfusiones de sangre (4,6%) y las infecciones del tracto urinario (3,1%).
Las evaluaciones geriátricas son útiles
La fragilidad se asoció fuertemente con la tasa de complicaciones postoperatorias en este estudio retrospectivo. Esto fue así en casi todos los grupos de edad y procedimientos. Esto demuestra de forma impresionante lo importante que es la evaluación preoperatoria del paciente anciano.
La evaluación de riesgos y beneficios adquiere cada vez más importancia en la vejez: ¿es el paciente físicamente activo e independiente o presenta ya limitaciones importantes, está quizá incluso inmóvil o depende de ayuda externa? En general, la condición funcional sigue teniendo muy poca consideración en la evaluación del riesgo en comparación con otros factores como las comorbilidades. Se ha demostrado que las puntuaciones de riesgo clásicas tienen en parte un significado pronóstico comparable al de las puntuaciones basadas en una evaluación geriátrico-funcional – por ejemplo, el índice de fragilidad [1,2]. Con estas mediciones se pueden colmar las lagunas y las demandas específicas en los cuidados postoperatorios de los pacientes operados e iniciar medidas preventivas en una fase temprana. En el caso de intervenciones cuestionables, merece la pena, según los autores, incluir el IF en el proceso de toma de decisiones junto con otras herramientas.
¿Indicación absoluta o relativa?
Sin embargo, todavía no se ha demostrado mediante un análisis retrospectivo si los resultados postoperatorios pueden mejorar realmente con la IF; para ello, habría que realizar un estudio prospectivo en varias clínicas, que también tendría en cuenta si la indicación de la cirugía es absoluta o relativa. El presente estudio no hizo ninguna distinción a este respecto. Para las indicaciones absolutas, el IF tiene un papel subordinado, si es que lo tiene, como herramienta de toma de decisiones.
Fuente: Suskind AM, et al: Impact of frailty on complications in patients undergoing common urological procedures: a study from the American College of Surgeons National Surgical Quality Improvement database. BJUI 2016. DOI: 10.1111/bju.13399 [Epub ahead of print].
Literatura:
- Stortecky S, et al: Evaluación de la valoración geriátrica multidimensional como predictor de mortalidad y eventos cardiovasculares tras la implantación de una válvula aórtica transcatéter. JACC Cardiovasc Interv 2012 mayo; 5(5): 489-496.
- Schoenenberger AW, et al: Predictores del declive funcional en pacientes ancianos sometidos a implantación de válvula aórtica transcatéter (TAVI). Eur Heart J 2013 Mar; 34(9): 684-692.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2016; 4(3): 4