La depresión es muy común entre las enfermedades mentales. La depresión unipolar es la tercera causa más importante de los llamados “años de vida ajustados en función de la discapacidad” (AVAD), es decir, años de vida que se asocian a limitaciones de la salud y discapacidades. Se ha demostrado la eficacia de los antidepresivos tricíclicos, los ISRS, los IRSN y los inhibidores de la MAO. Dado que se tolera mejor, la hierba de San Juan es una buena alternativa para la depresión de leve a moderada. Las investigaciones sobre cuidados en este campo se presentaron en la 28ª Conferencia Anual Suiza sobre Fitoterapia, celebrada en Baden.
El Prof. Dr. Dr. med. Reinhard P. T. Rychlik, de la Universidad del Ruhr de Bochum, considera la investigación de los servicios sanitarios como una investigación en condiciones cotidianas, pero con métodos válidos, que puede complementar los estudios clínicos en el sentido de que confirma las pruebas clínicas en la vida diaria. Los estudios aleatorios, controlados y a doble ciego (ECA) pueden describir la eficacia pura de una intervención en condiciones controladas y, por tanto, tienen una gran validez interna, pero una validez externa menor. Cuando se trata del efecto real (“eficacia”) de una intervención en condiciones reales de práctica, la investigación en servicios sanitarios puede colmar la laguna de pruebas gracias a su mayor validez externa.
Eficacia probada en metaanálisis y ECA
Un metaanálisis del año 2008 [1] concluyó para los extractos de hierba de San Juan que
- Son superiores al placebo en pacientes con depresión unipolar
- tienen una eficacia comparable a la de los antidepresivos sintéticos estándar
- causan menos efectos secundarios que los antidepresivos estándar.
Gastpar et al. comparó el extracto de hipérico STW 3-VI con el citalopram y el placebo en términos de eficacia y tolerabilidad en un estudio de fase III [2] realizado en 2006 con 388 pacientes ambulatorios diagnosticados de depresión moderada que requerían tratamiento. Pudieron demostrar que el STW 3-VI era significativamente superior al placebo después de seis semanas (p<0,0001) y comparablemente eficaz (“no inferior”) al ISRS citalopram. La validez de los resultados del estudio también se demostró en la superioridad significativa del citalopram sobre el placebo. Como era de esperar, la tolerabilidad fue significativamente mejor con STW 3-VI que con citalopram.
La investigación de los servicios sanitarios confirma los resultados
“En nuestro estudio, el objetivo primario era comparar la eficacia cotidiana de STW 3-VI (900 mg, c.p.) y los ISRS. Se recopilaron datos sobre la eficacia, la calidad de vida, la tolerabilidad, el cumplimiento y los costes directos e indirectos relevantes de la terapia respectiva para la depresión moderada”, el Prof. Rychlik introdujo la segunda parte de su presentación.
Se trató de un estudio observacional no intervencionista a lo largo de seis meses basado en la documentación de 669 pacientes ambulatorios por parte de 77 centros. El diagnóstico fue depresión moderada (CIE-10 F 32.1, F 33.1) y trastornos/episodios depresivos (F 32.9, F 32.8, F 33.9). Los puntos de recogida de datos fueron al inicio de la observación (visita 1), al cabo de unas tres o cuatro semanas (V2), tres meses (V3) y seis meses (V4). El éxito del tratamiento se evaluó mediante el Inventario rápido de sintomatología depresiva (QIDS), un cuestionario validado para evaluar la gravedad de la depresión, basado en la escala de Hamilton (HAM-D). El QIDS tiene ventajas para su uso en la práctica diaria porque está disponible como instrumento de evaluación por terceros y de autoevaluación (QIDS-C y QIDS-SR) y es fácil de utilizar (sólo hay que evaluar 9 de las 16 preguntas; en el caso de los complejos sintomáticos, sólo cuenta el valor más alto de cada caso). Otro parámetro fue la calidad de vida, evaluada mediante el instrumento de autoevaluación de enfermedades cruzadas “Encuesta de salud SF-36 v2” (SF 36). También se realizó un análisis coste-utilidad y coste-eficacia de las dos alternativas de tratamiento.
Resultados: En ambos grupos de tratamiento, los síntomas mejoraron durante el periodo de observación (diferencia entre grupos n.s., p=0,202). La tolerabilidad en el grupo STW-3-VI fue mejor que en el grupo ISRS (p<0,001). Los pacientes del grupo STW-3-VI mostraron un mejor cumplimiento. El análisis de coste-utilidad demostró que la terapia STW 3-VI daba lugar a menores costes y a una mayor puntuación de los años de vida ajustados por calidad (AVAC) y, por tanto, a una mejor relación coste-utilidad global en comparación con los ISRS. Para el análisis coste-eficacia se utilizaron QIDS-C y QIDS-SR. Se calculó una mayor rentabilidad para el enfoque STW-3-VI debido a los menores costes y a pesar de unos efectos marginalmente peores.
Conclusión: “Nuestro estudio observacional pudo demostrar la no inferioridad del extracto de hipérico frente a los ISRS en eficacia, pero la superioridad frente al placebo. Para pacientes ambulatorios con depresión moderada, se trata por tanto de una sustancia terapéuticamente equivalente con una menor tasa de efectos secundarios, mejor tolerabilidad y mayor cumplimiento por parte del paciente. Además, el STW 3-VI es superior al ISRS estudiado en términos de coste. En general, hemos podido confirmar los resultados de los estudios clínicos en los cuidados cotidianos”, concluyó su presentación el profesor Rychlik.
Fuente: “Hierba de San Juan: la investigación sanitaria sigue los estudios doble ciego”, 28ª Conferencia Anual Suiza sobre Fitoterapia, 21 de noviembre de 2013, Baden
Literatura:
- Linde K, et al: Hierba de San Juan para la depresión mayor. Cochrane Database Syst Rev 2008 Oct 8; (4): CD000448. doi: 10.1002/14651858.CD000448.pub3.
- Gastpar M, et al: Eficacia y seguridad comparativas de una dosis una vez al día de extracto de hipérico STW3-VI y citalopram en pacientes con depresión moderada: un estudio doble ciego, aleatorizado, multicéntrico y controlado con placebo. Farmacopsiquiatría 2006 Mar; 39(2): 66-75.
El extracto de hipérico STW 3-VI se vende en Suiza con el nombre de Deprivita®.
InFo Neurología y Psiquiatría 2014; 12(1): 38-40