El análisis prospectivo de un ensayo de fase III sobre el cáncer colorrectal metastásico demuestra que unos niveles más altos de vitamina D proporcionan un mejor resultado. Los pacientes no sólo vivieron significativamente más tiempo, sino que más tarde se hicieron resistentes a la quimioterapia. ¿Por qué? Esta cuestión se abordó en el Simposio sobre Cánceres Gastrointestinales 2015 celebrado en San Francisco.
El estudio CALGB 80405 sirvió de base para el análisis prospectivo. En este estudio se investigó la quimioterapia más bevacizumab y/o cetuximab (antes del ajuste KRAS-WT) en pacientes con cáncer colorrectal metastásico no tratado. El objetivo principal del análisis presentado en el congreso ASCO-GI fue la asociación entre el nivel de vitamina D (25[OH]D) y la supervivencia global. Además, también era de interés la supervivencia libre de progresión. Se trata del mayor estudio de este tipo realizado hasta la fecha.
Los niveles plasmáticos de vitamina D se recogieron al inicio mediante radioinmunoanálisis, y los hábitos dietéticos y de estilo de vida, mediante cuestionario. La mediana de 25(OH)D fue de 17,2 ng/ml, lo que corresponde a una deficiencia (rango 2,2-72,7 ng/ml, n=1043). Sin embargo, sólo una proporción insignificante de pacientes declaró tomar suplementos de vitamina D.
Reducción del riesgo en un 33
La supervivencia global tras la quimioterapia y la terapia dirigida se prolongó significativamente en aproximadamente ocho meses en las pacientes del quintil más alto de 25(OH)D en comparación con los datos del quintil más bajo (32,6 frente a 24,5 meses; HR 0,67, IC 95% 0,53-0,86, p-tendencia <0,002). Así pues, el riesgo de mortalidad era un 33% inferior si los pacientes tenían unos niveles de vitamina D suficientemente elevados. La misma tendencia se observó en la supervivencia libre de progresión (12,2 frente a 10,1 meses; HR 0,80; IC del 95%: 0,64-1,01; p-tendencia = 0,02), por lo que también aquí se produjo una reducción del riesgo del 20%. Se incluyeron en el cálculo los factores patológicos y clínicos que pudieran desempeñar un papel en el pronóstico. Los resultados fueron coherentes en todos los subgrupos (incluido el estado de mutación de KRAS). Tampoco hubo diferencias significativas dentro de los distintos brazos de tratamiento.
Preguntas abiertas, estudios futuros
¿Retrasa realmente la vitamina D el propio crecimiento tumoral y, en caso afirmativo, cómo funciona este proceso? ¿O más bien la vitamina D aumenta la actividad del tratamiento? Estas cuestiones deben permanecer abiertas por el momento; sin embargo, se acumulan los datos que sugieren un efecto antitumoral [1]. A pesar de los impresionantes resultados a primera vista, la relación causal exacta entre la 25(OH)D y los factores de resultado en el cáncer colorrectal sigue siendo oscura. ¿Podría haber otro factor al principio que influyera tanto en el nivel de vitamina D como en el tumor? Además, se trata de un estudio observacional con todas sus limitaciones. Por ello, actualmente se están planificando estudios en los que se probará la administración aleatoria de suplementos de vitamina D en el cáncer, especialmente en la indicación carcinoma colorrectal. Los efectos también se probarán en la prevención.
En un ensayo de fase II aleatorizado y doble ciego con los dos brazos de tratamiento quimioterapia estándar más bevacizumab y 400 UI/d de vitamina D o el mismo régimen más 8000 UI/d de vitamina D durante quince días (dosis inicial) y 4000 UI/d de vitamina D (dosis de mantenimiento) ya se han inscrito 80 personas.
Fuente: Ng K, et al: Estado de la vitamina D y supervivencia de los pacientes con cáncer colorrectal metastásico: resultados de CALGB/SWOG 80405 (Alianza). J Clin Oncol 2015; 33(suppl 3; abstr 507).
Literatura:
- Zgaga L, et al: La concentración plasmática de vitamina D influye en el resultado de la supervivencia tras un diagnóstico de cáncer colorrectal. JCO 2014, 7 de julio [Epub ahead of print] doi: 10.1200/JCO.2013.54.5947.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2015; 3(3-4): 3