El trastorno de estrés postraumático es un retraso psicológico Reacción ante un acontecimiento extremadamente estresante o una situación excepcional Amenaza. Faltan estrategias para superar la impotencia experimentada y la pérdida de control. La directriz S3 actualizada “Postraumatic Trastorno por estrés postraumático (TEPT)” proporciona ayuda para el tratamiento de este complejo cuadro clínico. cuadro clínico complejo.
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede desarrollarse como resultado de una experiencia traumática. Más de la mitad de las personas se enfrentan a una experiencia traumática al menos una vez a lo largo de su vida. Que posteriormente desarrollen un TEPT depende de la naturaleza del trauma. El riesgo de enfermar es especialmente alto tras crímenes violentos y traumas de guerra. Hasta un tercio de los afectados desarrollan TEPT en tal caso. Las catástrofes naturales, los incendios, los accidentes químicos o de tráfico y las enfermedades físicas agudas también dejan huella. Sin embargo, el riesgo de TEPT es significativamente menor. En general, alrededor del 10% de todos los pacientes traumatizados desarrollan un TEPT. La enfermedad se caracteriza principalmente por una polaridad de síntomas. Así, la sintomatología puede ser tanto intrusiva como constrictiva (Tab. 1). Los cuatro grupos principales de síntomas son la intrusión, la evitación, la cognición negativa y el trastorno de excitación.
Para la actualización de la directriz S3, se realizó una búsqueda sistemática de 8.19 estudios y una selección de 288 estudios relevantes en colaboración con cuatro grupos de trabajo universitarios. El Prof. Dr. med. Ingo Schäfer, de Hamburgo (D), ofreció una breve visión general de las innovaciones más importantes en relación con el tratamiento psicoterapéutico del TEPT. Así pues, la psicoterapia centrada en el trauma es el tratamiento de primera elección que debe ofrecerse a todo paciente con TEPT. La atención debe centrarse en procesar el recuerdo de la experiencia traumática y/o su significado. Además, deben aclararse y tenerse en cuenta en el tratamiento otras áreas problemáticas y sintomáticas, como el riesgo de nuevas victimizaciones para las víctimas de la violencia, los procesos de duelo, la reorientación social, la reevaluación y la estabilización de la autoestima. Además, pueden ofrecerse procedimientos coadyuvantes como la terapia ocupacional, la terapia artística, la musicoterapia, la terapia corporal y del movimiento o la fisioterapia como parte del régimen terapéutico multimodal específico para el trauma. Aunque no hay suficientes pruebas de estudios al respecto, existe una experiencia clínica positiva, como explicó Schäfer. Por otro lado, los síntomas y comportamientos potencialmente peligrosos, como el suicidio, los síntomas psicóticos, los síntomas disociativos, las autolesiones, la agresión externa o el consumo de sustancias que conducen a trastornos graves del control del comportamiento, son una contraindicación relativa para un enfoque centrado en el trauma.
Posibilidades y límites de tratamiento farmacológico
Como explicó la doctora Julia Schellong, de Dresde (D), no siempre es posible predecir en qué momento responderán los síntomas a la farmacoterapia. Por ejemplo, un estudio sobre la venlafaxina demostró que la irritabilidad mejoraba ya en la segunda semana, pero el recuerdo instrumental mejoró más tarde, en la cuarta semana. Por otro lado, el fármaco no tuvo ningún efecto sobre el sueño, los sueños y los síntomas de evitación, incluso después de doce semanas de tratamiento. Por lo tanto, la intervención farmacológica debe adaptarse a las necesidades individuales. Básicamente, existen diferentes regiones diana que se abordan con psicofarmacoterapia (tab. 2) .
El objetivo es mejorar los síntomas y restablecer la funcionalidad. La directriz actual indica que la psicofarmacoterapia no debe utilizarse como terapia única o primaria para el TEPT. Si, tras un proceso de toma de decisiones informado y participativo, se prefiere un medicamento a pesar de sus escasos efectos, sólo debe ofrecerse setralina, paroxetina o venlafaxina. Las benzodiacepinas, por el contrario, no deben utilizarse (Fig. 1).
TEPT complejo
El Prof. Dr. Dr. Andreas Maercker, de Zúrich, abordó la cuestión de si el TEPT y el TEPT complejo (KPTBS) son dos patrones de trastorno diferentes. En la CIE-11, a los síntomas del TEPT se unen la desregulación afectiva, el autoconcepto negativo y las alteraciones de las relaciones (Tab. 3). Según los estudios, los trastornos parecen estar asociados a diferentes niveles de deterioro funcional y experiencias traumáticas. Un problema central del KPTBS parece ser también el autoconcepto negativo.
Básicamente, la terapia KPTBS implica un número probablemente mayor de componentes/técnicas terapéuticas y/o un tiempo de tratamiento más largo. Por lo tanto, la terapia debe llevarse a cabo con una combinación de técnicas centradas en el trauma que se centren en el procesamiento del recuerdo de las experiencias traumáticas, el procesamiento del significado de las experiencias traumáticas, así como técnicas para la regulación de las emociones y la mejora de los trastornos de relación en el sentido de procesar los patrones interpersonales disfuncionales.
Directrices – Objetivos y beneficios
En principio, el objetivo de una directriz es proporcionar una atención sanitaria adecuada en situaciones clínicas específicas. Con este fin, se elaboran declaraciones sistémicas para apoyar la toma de decisiones. Para ello, se recopilan y evalúan los conocimientos procedentes de distintas fuentes. Se debaten puntos de vista opuestos y se revelan requisitos especiales.
Las directrices de nivel 3 se basan en pruebas. Esto significa que un panel representativo realiza una búsqueda sistemática de todos los estudios e investigaciones disponibles. A continuación, se evalúan y seleccionan para poder llegar a un consenso estructurado sobre esta base. No obstante, es importante señalar que las directrices sólo sirven como ayuda para la toma de decisiones y no son jurídicamente vinculantes. Por lo tanto, el médico debe comprobar siempre la aplicabilidad de forma individual.
Fuente: DGPPN 2019
InFo NEUROLOGY & PSYCHIATRY 2020; 18(1): 32-33 (publicado el 26.1.20, antes de impresión).