Tanto la roncopatía habitual, es decir, el ronquido simple, como el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) pertenecen a los trastornos respiratorios relacionados con el sueño. Mientras que el ronquido no se asocia a ninguna consecuencia para la persona afectada porque no afecta a la calidad del sueño, con el SAOS existen riesgos para la salud que acechan al paciente y a su entorno.
La roncopatía habitual es un problema más social, ya que el compañero de cama suele estar mucho más afectado que el perturbador nocturno debido a la sonoridad. Por otro lado, el síndrome de apnea obstructiva del sueño puede tener graves consecuencias, no sólo para quien lo padece sino también -en términos de posibles accidentes- para quienes le rodean. La distinción entre la roncopatía y el SAOS a veces no es tan fácil. Básicamente, la roncopatía puede ser un síntoma del SAOS, pero no tiene por qué serlo.
Cuando los pacientes sufren una fragmentación del sueño debido a las apneas/hipopneas (cuadro) y, por tanto, un sueño no reparador con un aumento de la somnolencia diurna, se habla de síndrome de apnea obstructiva del sueño, explica el Dr. Nikos Kastrinidis, médico jefe del Departamento de Otorrinolaringología y Cirugía Facial del Hospital Universitario de Zúrich [1]. Se mide mediante el índice de apnea/hipopnea (IAH), que se divide en tres grados “leve”, “moderado” y “grave”:
- Luz = 5-15/hora
- Medio = 15-30/hora
- Pesado = >30/hora
Sin embargo, también puede haber personas que tengan un IAH elevado de, por ejemplo. 15 pero están completamente libres de síntomas, éstos no necesitan tratamiento, explicó el experto: “Sólo hablamos de pacientes con SAOS cuando el aumento del IAH va acompañado de sueño no reparador o somnolencia diurna.
Manifestación y diagnóstico
El síndrome de apnea obstructiva del sueño se manifiesta de muchas maneras. Entre sus características se incluyen una somnolencia diurna excesiva (sueño televisivo, sueño en el coche), fatiga, cansancio tras levantarse (hipersomnia), a menudo asociado a dolores de cabeza, ronquidos fuertes e irregulares y pausas respiratorias durante la noche. Todo ello conduce en última instancia a un sueño no reparador. Las complicaciones resultantes y las asociaciones con el SAOS incluyen principalmente el riesgo de quedarse dormido al volante (la tasa de accidentes aumenta entre 1,3 y 12 veces) y un mayor riesgo cardiovascular (hipertensión arterial), pero también pueden aparecer dolores de cabeza crónicos y pérdida de libido. Para el procedimiento exacto en la práctica, el Dr. Kastrinidis presentó un algoritmo que ofrece ayuda para diferenciar de los ronquidos (Fig.1). Para ello, aconseja que en los casos poco claros en los que el médico no esté muy seguro de si se trata de SAOS y esté considerando otro trastorno relacionado con el sueño, se realice una polisomnografía.
Técnicas de medición
La pulsioximetría avanzada es un dispositivo de detección que debe llevarse durante al menos 6 horas, y el dispositivo no puede distinguir si el paciente está dormido o despierto durante el periodo de uso. Se mide la frecuencia del pulso, la saturación de oxígeno y la frecuencia respiratoria. Sólo debe utilizarse en casos de baja probabilidad previa a la prueba para tranquilizar o excluir. Si los resultados no son claros, se indica una aclaración adicional.
La poligrafía respiratoria es algo más compleja, pero también puede realizarse relativamente bien y sin complicaciones de forma ambulatoria. Además de la pulsioximetría ampliada, aquí también pueden medirse la excursión torácica y abdominal y la posición corporal.
La polisomnografía es el examen más preciso. De nuevo, se miden la frecuencia cardiaca, la saturación percutánea de O2, el flujo (nasal y/o oral), la excursión torácica y abdominal, la posición corporal y los ronquidos. Además, se miden el EEG, el ECG, la EMG (M. tibialis ant, submentoniana) y la EOG (movimientos oculares) y todo se graba en vídeo. Esto ya no puede hacerse en casa, sino que se realiza en un laboratorio del sueño.
Terapias conservadoras
Existen varios métodos no quirúrgicos y quirúrgicos para tratar el SAOS, aunque la cirugía rara vez es la primera opción y sólo debe utilizarse cuando se hayan agotado las opciones conservadoras.
CPAP
Para conseguir algún efecto, la mascarilla debe llevarse durante al menos 4 horas por noche en más del 80% de todas las noches, señaló al principio el Dr. Kastrinidis. “Es muy largo y muy pesado, y a los jóvenes en particular les cuesta mucho”. No obstante, la CPAP sigue considerándose el patrón oro, pero existe una tasa de fracaso del 35,6%: “hay que ocuparse de ellos con otros métodos”.
Dispositivo de avance mandibular (MRD) (Férula progenitora)
En el caso de los ronquidos normales, los afectados tienen que pagar ellos mismos la férula progenitora; en el caso del SAOS, al menos una parte está cubierta por el seguro médico. Desde este año ya sin intolerancia a la CPAP – hasta 2020 esto todavía tenía que estar en el diagnóstico con el fin de obtener un subsidio para la férula o corsé. El corsé evita que la base de la lengua caiga hacia atrás y también se ocupa del paladar blando si es necesario. La aceptación depende de la altura de construcción y del diseño del raíl. “En principio, es algo bueno, pero relativamente aparatoso e incómodo de llevar”, es la valoración del médico.
La DRM está contraindicada en pacientes con epilepsia, en aquellos con mala salud dental y en pacientes con disfunción craneomandibular (DCM, que puede aparecer o agravarse durante la terapia). Los efectos secundarios conocidos a corto plazo incluyen molestias en los músculos de la masticación, salivación excesiva y una sensación de mordida alterada; a largo plazo, pueden producirse movimientos dentales no deseados, cambios oclusales o DMC. Los predictores del éxito del tratamiento son un IAH bajo, una edad joven, un IMC bajo, un SAOS asociado a la posición de la espalda, el sexo femenino y una circunferencia del cuello baja.
Terapia de posición para dormir
El POSAS (SAOS posicional) sólo se produce en el SAOS leve y moderado. Existen varios dispositivos para el tratamiento, incluida una aplicación que puede descargarse en un teléfono móvil, pero el Dr. Kastrinidis no le da mucha importancia: “Tendría que atarse el teléfono al pecho toda la noche. Las mochilas que usted se pone y que le obligan a adoptar una posición óptima mientras duerme funcionan mejor. Como una especie de “remedio casero”, el médico sugiere que también podría coserse una pelota de tenis en el pijama, lo que también le impediría tumbarse boca arriba. También hay arneses que emiten un pitido cada vez que el usuario se coloca en posición supina.
Respiración nasal
En cuanto a la respiración nasal, tanto la cirugía de la nariz como ayudas como las pinzas nasales pueden ser opciones. Para el Dr. Kastrinidis, se trata de un tema controvertido: “Nunca operaría la nariz de alguien por roncar si no tuviera síntomas nasales. Si encima tengo problemas de respiración nasal y SAOS… vale. Pero no al revés”. Sin embargo, se sabe que la Escala de Somnolencia de Epworth (ESS) puede mejorar significativamente con el método quirúrgico. Y la cirugía también puede estar justificada en caso de intolerancia a la CPAP: “Si la mascarilla no funciona porque hay que enderezar el tabique nasal, la cirugía tiene sentido”.
Didgeridoo
Hace ya 15 años, un estudio demostró que tocar un didgeridoo, el instrumento de los aborígenes australianos, durante al menos 30 minutos al día al menos 5 días a la semana tiene un efecto positivo [2]. Las exigencias especiales de tocar el instrumento conducen a un fortalecimiento de toda la musculatura faríngea. Sin embargo, la llamada terapia de asate suele utilizar instrumentos modernos fabricados con plexiglás, que mantiene un nivel de ruido tolerable para el entorno en comparación con el material tradicional de bambú. La tasa de éxito con el didgeridoo es asombrosamente alta, mientras que no se conocen efectos secundarios.
Reducción de peso
La Dra. Kastrinidis hizo especial hincapié en la importancia que la reducción de peso puede tener en el SAOS: un 10-15% menos del peso inicial en la báscula puede suponer una reducción del 50% del IAH.
Opciones operativas
También existen varias opciones de tratamiento quirúrgico, como la amigdalectomía, el afinador hipogloso, la reducción de la base de la lengua, la epiglotopexia o el bimax. Si tiene un IMC >35 kg/m2 , el experto le aconseja que llame a un equipo bariátrico.
Congreso: 60º Congreso Médico de Davos – Evento en línea
Literatura:
- Taller “Ronquido simple o síndrome de apnea obstructiva del sueño”; 60º Congreso Médico de Davos – evento en línea, 11. febrero 2021.
- Puhan MA, et al: Tocar el didgeridoo como tratamiento alternativo para el síndrome de apnea obstructiva del sueño: ensayo controlado aleatorizado. BMJ 2005; 332: 266-270; doi: 10.1136/bmj.38705.470590.55.
InFo NEUMOLOGÍA Y ALERGOLOGÍA 2021; 3(4): 18-19