Los nuevos modelos de financiación que permiten a las pequeñas empresas avanzar por las fases de desarrollo preclínico y clínico con independencia financiera son cada vez más frecuentes en la actualidad. A estas alturas, ya se ha corrido la voz de que no hay que seguir necesariamente los caminos clásicos. A través del crowdfunding, cada inversor puede decidir por sí mismo a qué proyecto quiere destinar su dinero. Y ello de forma transparente, sostenible y con la conciencia tranquila.
Las innovaciones en la industria farmacéutica no son tan comunes como podría pensarse. Esto se debe a varias razones: El desarrollo de un nuevo principio activo es largo y costoso, y sólo una fracción -aproximadamente dos de cada 10.000- de las moléculas originalmente interesantes llegan a la fase de aprobación. Mientras tanto, muchas patentes caducan, se necesitan urgentemente nuevas ideas. Hoy en día, éstas surgen a través de la concesión de licencias, porque aparentemente las pequeñas empresas de desarrollo desarrollan un gran número de nuevas sustancias activas de forma muy innovadora, rápida y rentable. Además de las grandes empresas, también se benefician de ello las personas con enfermedades raras y muchos pequeños inversores.
Pagar juntos – beneficiarse juntos
La financiación colectiva (crowdfunding), nacida originalmente de la necesidad de financiación inicial para proyectos sociales, se ha convertido ahora en un modelo establecido. Esto suma fácilmente varios millones en sólo unas semanas. El crowdfunding puede resumirse con el siguiente principio: “Le ofrecemos un trozo del pastel y usted nos ayuda a alcanzar nuestro objetivo con una pequeña inversión”. Todos los implicados pueden entonces llamarse pioneros, porque sin la financiación colectiva, muchos proyectos de éxito ni siquiera existirían hoy en día. El hecho de que ya se utilice para financiar nuevas tecnologías solares e informáticas, así como desarrollos artísticos o farmacéuticos, ya no sorprende ni siquiera a los inversores conservadores. Algunos proyectos de crowdfunding tienen tanto éxito que se recaudan más de 500.000 euros en sólo unos días, o el importe de la financiación se sobrepasa varias veces porque la “multitud” (es decir, la comunidad de donantes) está entusiasmada con el producto. Según una encuesta representativa realizada en Alemania, el 5% de los ciudadanos ya se imagina invirtiendo a través del crowdfunding (estudio BITCOM 2014).
No obstante, la “inversión comunitaria” tiene un límite. Porque si la cantidad de capital necesaria es demasiado grande, la financiación colectiva obviamente ya no funciona. Por lo tanto, los modelos que tienen requisitos financieros muy elevados se quedan fuera. Por el contrario, los modelos alternativos que no han dedicado su modelo de negocio únicamente a la maximización del beneficio y que, por tanto, son independientes y flexibles, obtienen puntos.
¿Cuáles son las ventajas para la medicina?
La ventaja de la financiación colectiva es obvia. Además de minimizar el riesgo financiero mediante la puesta en común, los costes de administración se mantienen bajos. A través de una inversión transparente y colaborativa, muchos contribuyen a resolver un problema y también se obtiene un rendimiento moderado. Las inversiones de crowdfunding están ahora establecidas, son seguras y están muy bien conectadas a través de los medios sociales. Así que una pequeña buena acción – como apoyar un proyecto con valor social añadido – es percibida por muchos. La solidaridad de promotores, profesionales y pacientes aporta movimiento al sistema y mejora la reputación del individuo.
Mientras tanto, también se pueden abordar con ella los desarrollos farmacéuticos. Por ejemplo, RIBOXX quiere financiar un medicamento contra el cáncer mediante la recaudación de fondos. El hecho de que el crowdfunding ya ha hecho posibles los medicamentos huérfanos está demostrado por ejemplos de EE.UU. e Inglaterra. Allí, organizaciones de pacientes como la AKU británica ya decidieron en 2013 organizar el correspondiente capital inicial para un medicamento a través del crowdfunding. El principio activo desarrollado de este modo se pone a su vez a disposición de los propios pacientes de la empresa.
Muchos se convierten en miniinnovadores a través de la financiación colectiva. De este modo se pueden cerrar con éxito las brechas de financiación. Ahora los bancos también intentan copiar el modelo y están creando plataformas de captación de fondos.
Primeros proyectos en desarrollo también en Suiza
Dentro de unas semanas, Orphanbiotec AG lanzará un crowdfunding para financiar el primer medicamento huérfano de Suiza. Esto significa que este tipo de financiación también se está convirtiendo en un problema en el sector médico aquí en Alemania.
Si usted, como médico, está interesado en promover este tipo de productos con su contribución y mejorar directamente la situación asistencial de las enfermedades raras, puede encontrar más información aquí:
www.orphanbiotec-foundation.com
www.orphanbiotec.com
PRÁCTICA GP 2014; 9(8): 48-49