El maltrato de los ancianos con trastornos neuropsiquiátricos es frecuente, sobre todo como consecuencia de la sobrecarga de los cuidadores informales y familiares. Una sospecha vaga puede aclararse mejor con las preguntas del Índice de Sospecha de Abuso de Ancianos. La prevención más importante es proporcionar un alivio suficiente al cuidador principal.
En general, el maltrato a las personas mayores es frecuente en Europa, según una encuesta representativa realizada a 4467 personas de entre 60 y 84 años que vivían en hogares privados de siete ciudades europeas: el 22,6% declara haber sufrido al menos un caso de maltrato en el último año, el 19,8% en forma de maltrato psicológico, el 3,9% en forma de maltrato económico, el 2,6% en forma de maltrato físico (el 0,7% con lesiones) y el 0,8% en forma de abuso sexual [1].
La OMS define la violencia contra los ancianos como acciones selectivas que cargan, lesionan, dañan o restringen a las personas afectadas, pero también como la omisión consciente o inconsciente de proporcionar el apoyo necesario.
Aunque los malos tratos a las personas mayores en las instituciones de atención a la tercera edad son los que con más frecuencia aparecen en la prensa, en realidad son mucho más comunes y a menudo peores en el hogar. El número de casos no denunciados es enormemente elevado, ya que el cuidado doméstico se caracteriza por la dependencia y el poder, los sentimientos ambivalentes, los papeles desconocidos en los que los familiares suelen deslizarse sin preparación, así como por el desentrañamiento de conflictos previamente reprimidos. Esto es tanto más importante cuanto que el 80% de las personas mayores de 80 años en Suiza viven en su casa y el 60% son atendidas por familiares. Esto también se aplica a la mayoría de los pacientes mayores con enfermedades neuropsiquiátricas.
En un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich, se investigaron las pautas de conflicto de la violencia doméstica mediante un análisis cualitativo basado en 31 casos de denuncia en la Oficina Independiente de Denuncias para la Vejez (UBA) [2]:
Enredo intergeneracional en la adicción
Caso práctico: Una académica de 94 años con demencia leve provoca un incendio en la cocina de su casa unifamiliar, que ocupa sola. Su hijo la ingresa en una residencia privada cercana. Acude a la UBA con la ayuda de una amiga y se queja de que su hijo apenas la visita, de que ya no le dejan ir a su casa, aunque necesita urgentemente ropa de allí. El hijo coloca a su hija, que está estudiando, en la casa y quiere comprársela por debajo del precio de mercado. Le preocupa no poder pagar pronto la costosa vivienda. Gracias a la mediación de la UBA, puede volver a su casa y allí es atendida por Spitex.
Maltrato de ancianos en la pareja con demencia
Caso práctico: Un farmacéutico de 87 años, con un ligero deterioro cognitivo, vive con su mujer de 85 años, que bebe mucho vino blanco y, borracha, le golpea repetidamente con su bastón. A causa de ello, FU la hospitalizó psiquiátricamente en repetidas ocasiones, pero siempre la volvía a llevar a casa al cabo de dos días. Tras una aclaración detallada del conflicto y la constatación de que ella sólo ha bebido en exceso desde su demencia, él acepta la propuesta de que el hogar esté libre de alcohol. Como resultado, se olvida de pedir alcohol y ya no se vuelve agresiva.
Conflicto entre hermanos por los servicios de atención
Estudio de caso: Una madre de 90 años vive con demencia en una casa antigua junto al nuevo edificio de la hija mayor. Les visita todas las tardes. La segunda hija organiza el cuidado de su madre con empleados privados seis días a la semana. Cuida de la tercera hija los domingos. La primera hija sabotea repetidamente las órdenes a los empleados de la segunda e insulta a las hermanas. La segunda hija acude a la oficina de quejas, y ésta consigue apaciguar el conflicto con la mediación, que implica una clara división de tareas entre las tres hermanas.
Proximidad social y explotación financiera
Caso práctico: Un hombre de 75 años con un impedimento en el habla lleva cuatro años casado con una mujer jamaicana de 50 años y vive del AVS y de prestaciones complementarias. Envían casi todos sus salarios de limpieza a su país de origen, pero no los declaran como ingresos a la oficina de prestaciones complementarias. Esto exige un gran reembolso, que él no puede hacer. También tiene miedo de ella, que es físicamente superior a él. Quiere una separación y eventualmente el divorcio, pero se siente impotente. Gracias a la mediación de varios expertos de la UBA, se pueden elaborar soluciones aceptables (reembolso en pequeños plazos, pisos separados y divorcio).
Conflicto vecinal por abandono
Caso práctico: Una madre de 80 años con demencia vive en la cuarta planta de un edificio de apartamentos y su hija, deprimida, en la primera. Ayuda todo lo que puede, pero la madre suele rechazarlo por considerarlo una interferencia indebida. Sin embargo, a menudo hace sonar los timbres de los vecinos en momentos inadecuados por asuntos triviales. Éstas llegan a la UBA, cuyo experto en cuidados organiza la atención profesional de Spitex e informa a los vecinos y les capacita para que también puedan distanciarse. La hija se siente así muy aliviada y su depresión mejora.
Autonomía de acción a pesar de la necesidad de protección (manía de robar)
Caso práctico: Un comerciante de platería de 73 años vive en un piso de jubilados. Su administración corre a cargo del hijo. Ella le acusa de robar la plata. La policía la juzga poco de fiar y sospecha que es una paranoica. Su memoria está intacta e insiste en ser sobornada por su hijo. Encuentra a alguien que la ayude a trasladarse al extranjero para vivir con su hermana. Al cabo de poco tiempo, ella también se siente robada de allí y quiere volver a Suiza.
¿Qué hacer en caso de sospecha?
Dado que especialmente el cuidado prolongado a domicilio de ancianos con enfermedades neuropsiquiátricas crónicas es un factor de riesgo para el maltrato de ancianos, es necesario pensar siempre en las agresiones por parte de los cuidadores a la hora de proporcionar cuidados médicos. En caso de una sospecha vaga, una “sensación visceral incómoda”, resulta muy útil un interrogatorio utilizando el “Índice de sospecha de maltrato de ancianos” según Jaffe (véase el recuadro) [3].
El asesoramiento preventivo es importante en el cuidado de los enfermos crónicos neuropsiquiátricos, que promete evitar en la medida de lo posible las demandas excesivas a los cuidadores familiares. Esto incluye informar a la familia en una fase temprana sobre los servicios profesionales disponibles a nivel local para la atención domiciliaria y diurna, posiblemente implicando a expertos de las ligas sanitarias pertinentes (por ejemplo, la Liga de la Esclerosis Múltiple, la Asociación de Parkinson, la Asociación de Alzheimer). A menudo, una discusión familiar con todos los implicados también resulta útil para organizar y acordar todos los miembros de la red de ayuda formal (= profesional, remunerada) e informal (= proporcionada por familiares, no remunerada).
Una tarea médica central en este caso es concienciar a los familiares cuidadores del peligro de verse desbordados y de la necesidad de alivio. Especialmente si una sola persona se hace cargo sola de los cuidados, a la larga suele producirse una enfermedad del cuidador (por ejemplo, depresión u otras enfermedades relacionadas con el estrés, como hemorragias estomacales) o un maltrato de la persona cuidada. Hay que animar a los ancianos a aceptar el relevo de los nietos; los adolescentes suelen ser capaces de hacerlo y pueden estar bien motivados. También son muy útiles los cursos de formación para familiares cuidadores y la participación regular en grupos de familiares organizados por ligas sanitarias o Pro Senectute.
Si se confirma una sospecha de malos tratos a personas mayores, también se puede solicitar la ayuda de la UBA; en caso de dificultades, hay que recurrir a la autoridad de protección de menores y adultos (KESB). En situaciones agudas y graves, suele estar indicada la hospitalización en una clínica somática o psiquiátrica, si es necesario mediante un internamiento asistencial. Es importante informar a la clínica de la sospecha de maltrato para evitar un retorno prematuro a los peligrosos cuidados domiciliarios. Dado que la víctima de malos tratos a personas mayores suele depender de cuidados continuos, el alejamiento policial -que suele ser la medida estándar en casos de violencia doméstica- no suele poder aplicarse y, en consecuencia, la denuncia a la policía no suele estar indicada, salvo en el caso de incidentes que pongan en peligro la vida de forma aguda.
Literatura:
- Lindert J, et al: Violence against people over 60 years and depression and anxiety-Results of a European study. El Servicio de Salud 2010; 72 (08/09): P69.
- Baumeister B, et al.: Seis patrones de conflicto: resultados de un análisis de archivos. S.43-64. En: Baumeister B. y Beck T. (eds.): Schutz in der häuslichen Betreuung alter Menschen. 2017; Berna: Hogrefe Verlag
- Yaffe MJ, et al: Desarrollo y validación de una herramienta para mejorar la identificación médica del maltrato a ancianos: el Índice de Sospecha de Maltrato a Ancianos (EASI). Journal of Elder Abuse & Neglect 2008; 20 (3): 276-300.
PRÁCTICA GP 2018; 13(1): 32-34