Los estudios farmacológicos y clínicos respaldan la eficacia de los extractos de cardo mariano y silimarina – una visión general de las enfermedades y los estudios de eficacia
Diversos estudios farmacológicos y clínicos avalan la eficacia de los extractos de cardo mariano y, principalmente, de la silimarina, el principal principio activo del cardo mariano. Por ello, los preparados correspondientes se prestan a un tratamiento natural y eficaz de las lesiones hepáticas de diversos orígenes. Las enfermedades hepáticas más importantes son:
- Hepatitis aguda
- hepatitis C crónica
- Cirrosis hepática
Hepatitis A: La hepatitis A, transmitida por vía fecal-oral, por ejemplo a través de alimentos contaminados, es una enfermedad infecciosa del hígado, pero a diferencia de las hepatitis B y C, no se vuelve crónica. La enfermedad suele durar menos de dos meses, pero también puede prolongarse varios meses. Los síntomas típicos incluyen ictericia, hinchazón del hígado, fiebre, náuseas, fatiga, dolor, vómitos, falta de apetito, heces de color claro, orina oscura.
Hepatitis B: La hepatitis B se transmite a través de la sangre, la saliva o el esperma, y presenta síntomas similares a los de la hepatitis A. A diferencia de la hepatitis A, la hepatitis B puede volverse crónica en alrededor del 5% de los afectados y provocar problemas hepáticos graves como cirrosis, insuficiencia hepática o carcinoma hepatocelular.
Hepatitis C: En el caso de la infección causada por el virus de la hepatitis C, la mayoría de los pacientes no experimentan ningún síntoma típico. La enfermedad se manifiesta a través de fatiga, náuseas, pérdida de apetito, dolores musculares y articulares y pérdida de peso. La hepatitis C es peligrosa a largo plazo porque puede convertirse en cirrosis hepática o cáncer de hígado y requerir un trasplante.
Cirrosis hepática: La cirrosis hepática es una enfermedad crónica del hígado en la que la arquitectura lobular y vascular se destruye fibróticamente. Los pacientes afectados están cansados y fatigados, sienten presión en la parte superior derecha del abdomen, náuseas, pierden peso. Otros síntomas son la fatiga y el meteorismo. El alcohol suele estar implicado.
Plantas medicinales para los problemas hepáticos
Hay una serie de plantas medicinales que pueden utilizarse para los problemas hepáticos. Entre ellas se encuentran principalmente la alcachofa (Cynara scolymus), el diente de león (Taraxacum officinale), la celidonia (Chelidonium majus) y el cardo mariano (Silybum marianum). Sin embargo, también existen posibles aplicaciones con la milenrama (Achillea millefolium) y la achicoria (Cichorium intybus).
El cardo mariano (Silybum marianum) es una planta que crece hasta 150 cm de altura, desde el Mediterráneo oriental hasta el sur de Rusia e Irán. Su nombre anterior era Carduus marianus.
Ingredientes, farmacología del cardo mariano
El principal ingrediente del cardo mariano es la silimarina, un complejo de sustancias de las que la silibinina (silibina) es la sustancia más activa. El principal efecto es la estabilización antihepatotóxica de la membrana celular. Otro efecto del Silybum marianum se basa en la estimulación de la capacidad regenerativa de los hepatocitos. Además, la silimarina dificulta la penetración de noxas tóxicas y la pérdida de componentes celulares como las transaminasas. Esto ocurre reduciendo los procesos de oxidación y transporte en la membrana celular. La silimarina también estimula la formación de nuevos hepatocitos [1]. Las propiedades de eliminación de radicales de la silimarina parecen desempeñar un papel importante en ello [2].
Estudios
Diversos estudios farmacológicos y clínicos han analizado la eficacia del cardo mariano y la silimarina para el tratamiento de diversas enfermedades hepáticas. A principios de este año también se publicó un artículo de revisión [3]. A continuación se presentan los resultados de los estudios publicados.
Hepatitis A, B y C
Wei et al. publicó en 2013 un metaanálisis sobre la eficacia de las combinaciones de silimarina con agentes antivirales (lamivudina e interferón) para el tratamiento de la hepatitis B crónica [4]. Los estudios evaluados mostraron una eficacia similar de la silimarina y de las sustancias antivirales en cuanto a la normalización de los niveles séricos de AST y ALT y en cuanto a una tasa de conversión negativa del HBsAg sérico. La combinación de silimarina y sustancias antivirales fue más eficaz que las sustancias antivirales solas.
En otro metaanálisis de Yang et al. En 2014 [5], se investigó la eficacia de la silimarina en la hepatitis C crónica. Se demostró que la silimarina podía reducir el nivel sérico de ARN de los virus de la hepatitis C, pero no de forma significativa. Sin embargo, para conseguir este efecto, la silimarina tuvo que administrarse tanto por vía oral como intravenosa.
Ferenci et al. lograron demostrar en 2008 que la silibina puede reducir la carga viral entre un logaritmo 3 y 4 en pacientes resistentes al peginterferón mediante el bloqueo de la función de la polimerasa del VHC [6].
Daños hepáticos relacionados con el alcohol
El abuso del alcohol es una de las causas más comunes de hepatopatías en todo el mundo al afectar al funcionamiento de las mitocondrias por la peroxidación lipídica y por la acumulación intracelular de acetaldehído.
Federico et al. pudieron demostrar en 2015 en un estudio farmacológico in vitro que un complejo de silibina-fosfatidilcolina tiene un efecto positivo sobre la vitalidad celular en estado de estrés oxidativo al reducir tanto la peroxidación lipídica como la necrosis celular [7].
Diversos estudios han demostrado que la silimarina y el complejo silibina-fosfatidilcolina pueden optimizar los procesos metabólicos mitocondriales y el transporte de electrones [8–11]. Esto aumenta la superóxido dismutasa intracelular y disminuye la actividad de la MAO, lo que conduce a una disminución de los compuestos reactivos del oxígeno intracelular y, por tanto, a una mejora de la función mitocondrial.
Daños hepáticos no relacionados con el alcohol
Los daños hepáticos no relacionados con el alcohol (NAFLD) han experimentado un crecimiento exponencial en el hemisferio occidental en los últimos años. Varios estudios han intentado explicar la relación entre el uso de silimarina/silibina y su eficacia. La silimarina/silibina ejercen un antagonismo sobre la progresión de los daños hepáticos no relacionados con el alcohol.
Butorova et al. investigaron la eficacia de la silimarina en la NAFLD en un estudio abierto, aleatorizado y de grupos paralelos [12]. Los autores concluyeron a partir de los resultados que la terapia con 140 mg de silimarina 3× diarios es un hepatoprotector eficaz y seguro en el caso de la NAFLD y conduce a una mejora significativa de los parámetros clínicos y bioquímicos.
Cirrosis hepática
La fibrosis avanzada de las células hepáticas es irreversible. Sin embargo, la silimarina interfiere en el proceso fibrogenético. Un estudio farmacológico [13] pudo demostrar que en las ratas tratadas con CCl4, la silimarina puede reducir la progresión del proceso fibrogenético en una fase temprana.
Conclusión: El cardo mariano es una planta medicinal bien estudiada y eficaz para diversas dolencias hepáticas.
Mensajes para llevarse a casa
- Existen varias plantas medicinales con tradición de medicina popular para el tratamiento de las enfermedades hepáticas. Entre ellas se encuentran la alcachofa, el diente de león y la celidonia. El cardo mariano, Silybum marianum, también ha sido objeto de una investigación especialmente intensa. Este artículo ofrece una visión general de las enfermedades hepáticas y sus opciones de tratamiento con cardo mariano.
Literatura:
- Wellington K, Jarvis B: Silimarina; una revisión de sus propiedades clínicas en el tratamiento de los trastornos hepáticos. Bio Drugs 2001(7); 15: 465-489.
- Iten F, et al: La silimarina en el tratamiento de las enfermedades hepáticas, fitoterapia 2003(1); 3: 18-24.
- Federico A, Dallio M, Loguercio C: Silimarina/silibina y enfermedad hepática crónica: un matrimonio de muchos años, Moléculas. 2017(2); 22. pii: E191. doi: 10.3390/molecules22020191
- Wei F, et al.: Metaanálisis: silimarina y su combinación para el tratamiento de la hepatitis B crónica, Eur. J. Clin. Microbiol. Infect. Dis. 2013; 32: 657-669.
- Yang Z, et al.: Efectos y tolerancia de la silimarina (cardo mariano) en pacientes con infección crónica por el virus de la hepatitis C: Un metaanálisis de ensayos controlados aleatorizados, Biomed. Res. Int. 2014, 2014, 941085.
- Ferenci P, et al: La silibinina es un potente agente antiviral en pacientes con hepatitis C crónica que no responden al tratamiento con interferón pegilado y ribavirina, Gastronenterology 2008; 135: 1561-1567.
- Federico A. et al: El complejo silibina-fosfatidilcolina protege a las células gástricas y hepáticas humanas del estrés oxidativo, In Vivo 2015;
- 29: 569-575.
- Rolo A.P. et al.: Protection against post-ischemic mitochondrial injury in rat liver by silymarin or TUDC, Hepatol. Res. 2003;
- 26: 217-224.
- Detaille D. et al.: Interrelación entre la inhibición del flujo glucolítico por la silibinina y la disminución de la producción mitocondrial de ROS en hepatocitos de rata perfundidos, Life Sci. 2008; 82: 1070-1076.
- Grattagliano I. et al: A silybin-phospholipids complex counteracts rat fatty liver degeneration and mitochondrial oxidative changes, World J. Gastroenterol. 2013; 19: 3007-3017
- Mazzio E.A. et al: Los constituyentes alimentarios atenúan la actividad de la monoaminoxida y los niveles de peróxido en las células astrocíticas C6, Plant Med. 1998; 64: 603-606.
- Butorova L.I, et al: Potencial del uso de Legalon® en la enfermedad del hígado graso no alcohólico, Gastroenterología experimental y clínica 2010; 3: 85-91.
- Clichici S, et al: La silimarina inhibe la progresión de la fibrosis en la fase inicial de la lesión hepática en ratas tratadas con CCl4, J. Med. Food 2015; 18: 290-298.
PRÁCTICA GP 2017; 12(5): 3-4