Los profesionales de la visión de todo el mundo apoyan la Semana Mundial del Glaucoma, que se celebra del 12 al 18 de marzo, para concienciar sobre la importancia de la detección precoz de esta enfermedad crónica. El glaucoma se desarrolla sin síntomas y es la segunda causa más frecuente de ceguera irreversible en todo el mundo.
El nervio óptico se daña a largo plazo debido a una presión ocular excesiva y a un riego sanguíneo insuficiente. Si no se trata adecuadamente, puede producirse una pérdida de visión irreversible o ceguera. En Suiza, unas 160.000 personas están afectadas, en todo el mundo más de 70 millones. La mitad de ellos no conocen la enfermedad.
El riesgo de desarrollar glaucoma aumenta con la edad y es más frecuente en personas mayores de 40 años. Otros factores de riesgo son los antecedentes familiares, la hipertensión, la diabetes de tipo 2 y la miopía. Para aliviar el nervio óptico, hay que bajar la presión ocular con medicación. Si esto no tiene éxito, se hace necesario el tratamiento con láser o la cirugía. Sin embargo, el procedimiento no mejora la visión, sino que sólo sirve para reducir la presión.
Lo insidioso del glaucoma es que una vez que se ha producido el daño, no puede revertirse, ni siquiera con una terapia óptima. Por ello, la detección precoz y el seguimiento son de vital importancia. Es importante detectar el glaucoma a tiempo, incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas. A partir de los 40 años, un oftalmólogo debe realizar revisiones periódicas.
Las recomendaciones para las revisiones oftalmológicas periódicas:
- a partir de 40 años cada 3 años
- a partir de 50 años cada 2 años
- a partir de los 60 años cada año
www.swissglaucome.ch
www.saoo.ch