Según las pruebas actuales, no existe ningún beneficio estadístico del cribado rutinario general. Sin embargo, esto no es aplicable en presencia de factores de riesgo cardiovascular.
La enfermedad oclusiva arterial periférica (EOAP) se refiere al estrechamiento de los vasos sanguíneos debido a la arteriosclerosis, especialmente en las arterias de las extremidades inferiores. Los factores de riesgo incluyen la edad, el abuso de nicotina, la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertensión arterial. Los principales síntomas incluyen dolor en la pantorrilla o el muslo durante el movimiento, que remite en reposo. Entre las posibles indicaciones clínicas de la DAVDp se incluyen un pulso periférico debilitado, sonidos de estenosis en la pelvis/el intestino, cambios tróficos en la piel, mayor riesgo de ulceración.
¿En qué casos merece la pena el cribado?
El índice tobillo-brazo (ITB) puede utilizarse como herramienta clínica para evaluar el riesgo cardiovascular y la progresión de la PAOD (véase el recuadro ). Se trata de una medida que puede obtenerse mediante ecografía Doppler y medición de la tensión arterial. El índice es un cociente de la presión arterial en la parte inferior de la pierna y la presión arterial en la parte superior del brazo. El cribado rutinario con este método en todos los pacientes, incluidos los que no presentan factores de riesgo cardiovascular, no está recomendado según las pruebas actuales. Estadísticamente, el número de ictus teóricamente evitables mediante el cribado rutinario es bajo en relación con la población total, explicó el profesor Martin Storck, de Karlsruhe (Alemania) [1]. Una revisión sistémica publicada en 2015 halló que la PAOD es común en personas con múltiples factores de riesgo cardiovascular y está asociada a la morbilidad y la mortalidad, pero no sugiere que esté indicado el cribado rutinario en la población general [2]. Por otro lado, el cribado profiláctico tiene sentido en determinadas circunstancias si se dan coincidencias cardiovasculares (por ejemplo, aneurisma, PAVK), afirmó el ponente. En el recuadro se resumen las recomendaciones para el cribado del ABI según las directrices de 2017 para el diagnóstico y el tratamiento de la PAOD elaboradas por las sociedades europeas de cardiólogos y cirujanos vasculares.
El tabaquismo es un importante factor de riesgo en el que se puede influir
Si la anamnesis y el examen clínico conducen al diagnóstico de una DAVDp, además de la terapia del trastorno circulatorio arterial es decisiva una reducción general del riesgo cardiovascular. En este caso, la terapia conservadora y la abstinencia de nicotina se consideran medidas importantes. Las terapias farmacológicas adecuadas incluyen los inhibidores de la agregación plaquetaria y la reducción de lípidos con estatinas/ezetimiba [3]. Se ha demostrado que dejar de fumar es un factor muy importante en todas las fases de la prevención de las enfermedades vasculares, que se correlaciona positivamente con la esperanza de vida, afirmó el ponente (Resumen 1).
Además, el control del peso, el ejercicio regular, una dieta mediterránea y el consumo moderado de alcohol tienen un efecto positivo sobre el riesgo de MACE. El control de la tensión arterial y unos niveles de glucosa en el rango normal son otros factores de riesgo sobre los que se puede influir. A menudo se subestiman los beneficios de las medidas de estilo de vida para reducir el riesgo. Un estudio longitudinal de cohortes publicado en 2019 investigó una posible asociación de los polimorfismos de nucleótido único (SNP), el tabaquismo y la diabetes con la pAVD y los MACE [4]. Se realizaron exámenes físicos anuales y análisis de laboratorio durante un periodo de cinco años en 742 sujetos con PAOD y 713 controles emparejados por edad y sexo. Se demostró que no existían diferencias en la distribución de los SNP específicos entre los pacientes con DAVDp y los sujetos control y entre los sujetos con y sin MACE. Por el contrario, la diabetes y el tabaquismo influyeron tanto en la probabilidad de supervivencia global como en el periodo libre de MACE. En los pacientes con PAOD, la diabetes duplicó el cociente de riesgo de muerte cardiovascular y el tabaquismo duplicó el cociente de riesgo de muerte o MACE.
Literatura:
- Storck M: Protección vascular. Presentación de diapositivas Prof. Dr. med. M. Storck, Karlsruhe (D). Sesión especial, DGIM 4 de mayo de 2019.
- Alahdab F, et al: Una revisión sistemática para el cribado de la enfermedad arterial periférica en pacientes asintomáticos. J Vasc Surg 2015; 61(3 Suppl): 42S-53S. doi: 10.1016/j.jvs.2014.12.008. Epub 2015 Feb 23.
- Paraskevas KI, et al: Definición del mejor tratamiento médico en la estenosis asintomática y sintomática de la arteria carótida. Angiología 2016; 67(5): 411-419.
- Boc V, et al: La diabetes y el tabaquismo son más importantes para el pronóstico de los pacientes con enfermedad arterial periférica que algunos polimorfismos genéticos. Vasa 2019; 48(3): 229-235.
- Aboyans V, et al: 2017 ESC Guidelines on the Diagnosis and Treatment of Peripheral Arterial Diseases, en colaboración con la Sociedad Europea de Cirugía Vascular (ESVS), https://academic.oup.com/eurheartj/article/39/9/763/4095038
PRÁCTICA GP 2019; 14(12): 32-33