Como lugar de encuentro de personas de diversos espacios de vida y -aLa consulta del médico es un foco potencial de infección por el virus SARS-CoV-2. La importancia de una buena prevención es correspondientemente alta. Esto no sólo es importante para proteger a las personas vulnerables, sino también para poder mantener los servicios sanitarios.
Las consultas médicas cerradas por motivos de cuarentena y las infecciones del personal y los pacientes deben evitarse. Así pues, las consultas médicas también están obligadas oficialmente a cumplir las normas de higiene y distancia [1]. Pero, ¿cuál es la mejor manera de poner en práctica este compromiso?
Conocer las vías de transmisión
Para poder contrarrestar de forma óptima el riesgo de infección, es importante conocer las vías de transmisión del virus y así poder identificar las situaciones y procesos críticos. En principio, se aplica lo siguiente: El virus se transmite con mayor frecuencia durante un contacto estrecho y prolongado. Y cuanto más prolongado y estrecho sea este contacto, mayor será la probabilidad de infección. Aunque nos gustaría dedicar tiempo a nuestros pacientes, una consulta centrada, estructurada y bien preparada tiene sentido en la situación actual para que el tiempo de contacto sea lo más breve posible.
Las gotitas, los aerosoles, las superficies y las manos son las principales vías de transmisión del virus del SRAS-CoV-2. Al respirar, hablar, estornudar o toser, las gotitas que contienen virus pueden llegar directamente a las membranas mucosas de otras personas que se encuentren en las inmediaciones. De ahí viene también la famosa regla del metro y medio. La transmisión a través de aerosoles -es decir, gotas muy finas- a mayores distancias también es posible, pero ocurre con mucha menos frecuencia. Desempeña un papel especialmente en las actividades con aumento de la respiración y en las habitaciones mal ventiladas, sobre todo las pequeñas. Las gotitas infecciosas de las manos y las superficies son una fuente adicional de infección.
A menudo es el aire
Con la sequedad del aire, las estancias más prolongadas en habitaciones cerradas y una menor motivación para ventilar, la estación fría agrava el riesgo de infección a través de los aerosoles. La protección boca-nariz con una mascarilla quirúrgica puede reducir significativamente la secreción de los virus, pero no detenerla por completo. La combinación de diferentes medidas promete el mayor éxito en el mantenimiento de la calidad del aire [2]. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, la ventilación regular, el uso de un humidificador y la utilización selectiva demonitores de CO2. Si la ventilación no es suficiente, se recomienda la compra de un purificador de aire.
A una humedad relativa de alrededor del 50%, las membranas mucosas humanas son más resistentes a la infección y los virus sobreviven en partículas de aerosol durante menos tiempo que en aire más seco o húmedo [2]. Razón suficiente para mantener la humedad entre el 40 y el 60% con la ayuda de un humidificador, sobre todo en la consulta del médico.
El suministro de aire fresco puede controlarse utilizandodispositivos de medición de CO2. Cuando la concentración de dióxido de carbono alcanza un valor de 1000 ppm, es el momento de abrir la ventana. Porque esto indica que hay mucho aire exhalado -y por tanto potencialmente mucho virus- en la habitación. En un documento publicado recientemente por el Instituto Leibniz para la Investigación de la Troposfera (TROPOS) en colaboración con investigadores de Nueva Delhi, Roma y Colorado, se recomienda una eficiencia mínima de MERV-13 (Minimum Efficiency Reporting Value; norma estadounidense) para el sistema de ventilación y aire acondicionado [2]. Esto garantiza que incluso las partículas más pequeñas se filtren del aire.
En los casos en los que no sea posible una ventilación suficiente, la concentración de virus en el aire puede reducirse mediante purificadores de aire. Sin embargo, éstos no pueden sustituir el suministro de oxígeno y aire fresco. Es importante que dispongan de un filtro de los denominados HEPA (absorción de partículas de alta eficacia).
Además del uso de medios auxiliares para la higiene del aire y de una ventilación constante, en la situación actual deben evitarse, si es posible, los procesos generadores de aerosoles. Esto incluye, por ejemplo, el uso de medicamentos administrados a través de un nebulizador. Un inhalador dosificador es una alternativa menos peligrosa. En la página web de Swissnoso puede consultarse el panorama completo de las actividades potencialmente formadoras de aerosoles. Para evaluar e ilustrar el riesgo de transmisión por aerosoles, el Instituto Max Planck ha desarrollado la “Calculadora de riesgo de transmisión por aerosoles COVID 19”. una herramienta de cálculo de riesgos en línea fácil de usar [6].
Elegir el material de protección adecuado
Además de la distancia suficiente, la desinfección periódica de materiales y superficies, el aire limpio y una buena higiene de las manos, el material de protección también puede contribuir significativamente a la seguridad en la práctica médica (visión general 1) . En principio, la ropa debe cambiarse a diario y utilizarse exclusivamente en la consulta. Recogerse el pelo largo evita que se agarre innecesariamente a la cara [3].
En las consultas médicas, es obligatorio que el personal, los pacientes y los acompañantes lleven mascarillas. Si no se espera una fuerte formación de aerosoles, en este caso bastará con utilizar mascarillas higiénicas. Esto también se aplica a la realización de frotis. No obstante, si el riesgo de formación de aerosoles es elevado y se sospecha o incluso se confirma la presencia de COVID-19, la FOPH recomienda que el personal sanitario lleve una mascarilla FFP2/3 [1].
¿Y qué hay de los guantes, delantales y gafas de protección? Su uso es extremadamente útil dependiendo de la situación (resumen 1) . Si no se puede mantener la distancia de 1,5 metros con los pacientes sospechosos o con infección confirmada por COVID-19, está indicada una protección adicional mediante delantal y guantes de protección. Se recomienda el uso de gafas de seguridad en aquellas situaciones en las que el riesgo de formación de aerosoles sea elevado o pueda haber una exposición directa a las secreciones respiratorias. También debe utilizarse protección ocular cuando se realicen frotis nasofaríngeos en personas con síntomas de infección respiratoria aguda [1].
No sólo hay que garantizar la presencia de estos materiales de protección, sino también su correcta manipulación. En este caso, los procesos bien ensayados en el equipo son sin duda una ventaja y una formación adecuada es tiempo bien empleado. Los materiales fácilmente disponibles en cualquier momento -especialmente mascarillas y desinfectantes- facilitan no sólo la aplicación de medidas de protección e higiene a los pacientes, sino también al personal de la consulta.
Gestionar activamente las vías de los pacientes
La mejor forma de prevenir la infección es y sigue siendo evitar el contacto personal en la medida de lo posible. Aquí es donde entra en juego la telemedicina, por un lado, y por otro es importante gestionar activamente las vías de los pacientes en la consulta. Siempre que sea posible, se puede recurrir a consultas telefónicas, por ejemplo. Se trata de una línea muy fina en términos de calidad de la atención, pero puede funcionar bien en algunos casos. La presencia de acompañantes debe reducirse al mínimo.
Para evitar la acumulación de pacientes, la creatividad no tiene límites. Además de reducir el número de asientos en la zona de espera, pueden introducirse, por ejemplo, marcas en el suelo, barreras, consultas separadas temporal y/o espacialmente COVID-19 o franjas horarias para las citas. Dependiendo de las instalaciones, la separación de las vías de los pacientes puede tener un aspecto diferente. Las recomendaciones que se aplican a todas las prácticas son retirar las revistas y otro material que pueda pasar potencialmente por varias manos y mantener las puertas abiertas. De este modo, pueden evitarse las infecciones a través de la manilla de la puerta. Si esto no es posible -por ejemplo, por razones de privacidad-, los tiradores de las puertas, así como otras superficies, deben desinfectarse con regularidad.
No sólo la gestión activa de las vías de los pacientes puede contribuir a la seguridad en la consulta, sino también la planificación consciente de las asignaciones de personal. Por ejemplo, si el trabajo se realiza siempre en los mismos equipos, se pueden reducir los contactos entre ellos. Existe un alto riesgo de infección, especialmente durante los descansos. Aquí es importante observar las normas de higiene incluso al comer y charlar. Este aspecto suele pasarse por alto en la ajetreada rutina diaria de la consulta y no debe descuidarse a la hora de planificar las medidas. Siempre que sea posible, el despacho en casa también puede ser una opción en medicina. Los elevados requisitos de documentación de nuestra época también tienen sus ventajas en este sentido.
Se espera que, aplicando estas medidas, el mayor número posible de consultorios permanezcan abiertos y pueda garantizarse la asistencia durante estos tiempos difíciles. También de pacientes que no son de Corona.
Fuentes de información
Encontrará más información en las páginas web de la FMH, Swissnoso y la Oficina Federal de Salud Pública (OFSP ) [1,3,4]. También es útil la directriz alemana “Planificación de la pandemia en la práctica médica” [5]. Contiene listas de comprobación y modelos de plantillas, algunas de las cuales también son adecuadas para su uso en Suiza o pueden adaptarse fácilmente en consecuencia.
Literatura:
- FOPH: Coronavirus: conceptos y medidas de protección. www.admin.ch/bag/ (última consulta: 15.01.2021)
- Ahlawat A, et al: Prevención de la transmisión aérea del SRAS-CoV-2 en hospitales y residencias de ancianos. Int J Environ Res Public Health. 2020; 17(22).
- FMH: COVID-19: Concepto de protección FMH para el funcionamiento de los consultorios médicos. 29.12.2020. www.fmh.ch (última consulta: 15.01.2021)
- www.swissnoso.ch (última consulta: 15.01.2021)
- Dorbath M, Lupo C: Planificación de la pandemia en la consulta médica – Una guía para hacer frente a Corona. Centro de Competencia (CdC) Higiene y Productos Sanitarios de las Asociaciones de Médicos del Seguro de Enfermedad Obligatorio y de la Asociación Federal de Médicos del Seguro de Enfermedad Obligatorio; 2020. www.kbv.de/html/1150_48655.php (última consulta: 15.01.2021)
- Instituto Max Planck: Calculadora del riesgo de transmisión por aerosol COVID 19. https://www.mpic.de/4747361/risk-calculator (fecha de acceso: 17.01.2021)
InFo ONCOLOGY & HEMATOLOGY 2021; 9(1): 39-40 (publicado el 24.2.21, antes de impresión).
InFo NEUMOLOGÍA Y ALERGOLOGÍA 2021; 3(1): 34-35
CARDIOVASC 2021; 20(2): 35