Un certificado detallado de aptitud para el trabajo beneficia al paciente. Esto permite abordar a tiempo las medidas de reinserción laboral.
El absentismo laboral por enfermedad o accidente es un factor de coste significativo. Por supuesto, es importante que los empleados afectados con problemas de salud graves no vuelvan al trabajo hasta que la recuperación sea completa y ya no exista riesgo de infección tras una enfermedad infecciosa. Cuando los empleados trabajan a pesar de estar enfermos o de no haberse recuperado aún de su enfermedad, se habla de “presentismo”. Esto puede tener un efecto negativo en el sentido de que los afectados están presentes en el lugar de trabajo, pero su rendimiento puede verse muy reducido y también pueden realizar un trabajo de peor calidad. Además, existe el riesgo de que se retrase la curación de la enfermedad y de que se infecten otras personas.
Certificado de incapacidad laboral
Sin embargo, también se pierde mucha productividad laboral porque, debido a los certificados globales e indiferenciados de incapacidad laboral, la reincorporación al trabajo se lleva a cabo demasiado tarde porque no hay acuerdo entre el médico y la empresa, o porque la incapacidad laboral no tiene en cuenta que el trabajador podría estar empleado a pesar de las restricciones de salud (posiblemente con una carga de trabajo reducida o con medidas adecuadas de la empresa, por ejemplo, un lugar de trabajo protegido). El resultado es un absentismo que podría evitarse.
A modo de ejemplo, cabe mencionar el caso de un joven empleado de comercio que sufrió una fractura en la pierna debido a un accidente deportivo y que, por lo tanto, tiene que llevar una escayola. Si se resuelve la cuestión del trayecto al trabajo (por ejemplo, compartiendo el coche), este hombre puede realizar el trabajo de oficina sin problemas, siempre que su lugar de trabajo esté diseñado de forma que pueda sentarse cómoda y ergonómicamente a pesar de su minusvalía (por ejemplo, permitiéndole elevar la pierna).
También debe tenerse en cuenta que, en ciertos casos, la recuperación puede incluso acelerarse con una reincorporación temprana al trabajo en condiciones controladas. Es el caso, por ejemplo, de la cirugía de la mano, en la que es importante que la mano se mueva con regularidad tras la operación, aunque con un esfuerzo reducido (que deberá definir el cirujano). También en el caso de ciertas enfermedades mentales, una vuelta al trabajo adaptada y temprana puede tener un efecto estabilizador y garantizar la capacidad de trabajar a largo plazo.
¿Qué necesita la empresa del médico?
Para poder actuar correctamente en casos individuales, la empresa necesita información médica sobre las posibilidades de empleo en el caso de una vuelta al trabajo prevista. Una referencia detallada del empleador es adecuada para este fin, tal y como recomiendan, por ejemplo, Swiss Insurance Medicine (SIM) o AEH. El formulario correspondiente puede descargarse de la página web del SIM (palabra clave “certificado de incapacidad laboral”), entre otros lugares.
Al rellenar este certificado detallado (coste para el empresario: 65 CHF ), el médico que le atiende indica qué actividades no pueden realizarse en caso de capacidad laboral reducida o qué actividades están permitidas sin poner en peligro al trabajador afectado. Las reducciones de carga se declaran con precisión (por ejemplo, manipulación de cargas de hasta 10 kg desde el suelo o no manipulación de cargas de más de 5 kg por encima de la altura de los hombros).
¿Qué necesita el médico de la empresa?
Por supuesto, esto sólo es posible si el médico conoce los requisitos y las posibilidades operativas por parte del empresario. Para ello, la empresa puede utilizar el formulario “descripción del puesto”, que también está disponible en la página de inicio del SIM, para especificar, entre otras cosas, los requisitos/condiciones marco especiales.
Puntos a tener en cuenta
El médico que le atienda debe tener en cuenta los siguientes puntos:
En caso de enfermedad/accidente con ausencia estimada superior a siete días: El médico que le atienda debe poder esperar información proactiva de la empresa a través del empleado. En concreto, se trata de la entrega de un perfil de solicitud de empleo. Dado que una incapacidad laboral se refiere a una actividad concreta, el médico debe obtener una descripción sencilla de las tensiones físicas y mentales (perfil de actividad) en el lugar de trabajo original o en lugares de trabajo alternativos, utilizando el formulario “Descripción del puesto de trabajo” mencionado anteriormente. Basándose en esta descripción, el médico está capacitado para realizar una evaluación correcta de la incapacidad laboral.
Intensidad del trabajo y asistencia: En caso de incapacidad laboral prolongada, es importante comunicar a la empresa cómo aprovechar al máximo la capacidad de trabajo restante. ¿Puede un empleado realizar el 50% del servicio o puede (por ejemplo, debido a terapias) realizar sólo el 50% del tiempo de trabajo? El médico debe evaluar los dos factores a través del certificado de incapacidad laboral y diferenciar según la intensidad razonable del trabajo y el tiempo de asistencia. Además, debe registrar cualquier limitación funcional o de rendimiento (por ejemplo, no levantar cargas >10 kg).
Duración: El certificado médico debe indicar la duración de la incapacidad laboral o, si no puede estimarse, la fecha de la próxima evaluación.
Gestión sanitaria
La reintegración tras una enfermedad o un accidente tiene más éxito cuando en la empresa existe un sistema de gestión de la salud en el que se definen los objetivos, las responsabilidades y los procesos relativos al mantenimiento y la promoción de la salud de los trabajadores. Esto incluye el registro completo de las ausencias por accidente o enfermedad, así como la intervención de apoyo precoz en caso de problemas de salud recurrentes o de larga duración.
Las empresas también se ven cada vez más afectadas por los problemas psicológicos de los empleados (por ejemplo, depresión, agotamiento, trastornos de ansiedad). En este contexto, incluso un informe detallado no suele ser suficiente para poder poner en marcha las medidas necesarias en la empresa. En estos casos, el médico que le atiende puede contar con el apoyo de médicos de empresa o de servicios de salud laboral externos a la empresa. Como en el caso de otras enfermedades, los médicos del trabajo pueden llevar a cabo evaluaciones en consulta con los médicos tratantes (si el trabajador afectado ha dado su consentimiento) para proponer después medidas correctivas adecuadas en el lugar de trabajo y proporcionar apoyo profesional para la reintegración. Previa consulta con la empresa y si es necesario, también existe la posibilidad de organizar un coaching o una gestión de casos.
Mensajes para llevarse a casa
- Para garantizar un proceso de reintegración óptimo tras un accidente o una enfermedad, es necesario obtener un perfil laboral del empleador del paciente.
- Un certificado detallado de aptitud para el trabajo es útil para el paciente porque permite abordar a tiempo las medidas de reintegración en el lugar de trabajo.
PRÁCTICA GP 2017; 12(8): 39-40