El abdomen agudo es frecuente en la consulta del médico generalista. En la Gran Puesta al Día de la SGIM de este año en Interlaken, se presentaron las posibilidades en el diagnóstico y la terapia. En los pacientes de edad avanzada en particular, deben buscarse activamente cinco diagnósticos potencialmente letales: Aneurisma aórtico abdominal, perforaciones, pancreatitis, isquemia mesentérica y obstrucción.
El Prof. Dr. med. Roland Bingisser, del servicio de urgencias del Hospital Universitario de Basilea, abrió su conferencia con la historia de un caso: Un hombre de 72 años acude al servicio de urgencias con un dolor abdominal creciente. Vomitó dos veces entre las 2 y las 4 a.m., parece un poco febril y débil, pero en realidad la visita al médico le parece excesiva. Sus signos vitales son: Frecuencia respiratoria 22, pulso 90, tensión arterial 120/60. “¿Qué haría usted primero?” fue la pregunta del profesor Bingisser al público. “En cualquier caso, primero debe administrar al paciente un buen analgésico, por ejemplo morfina 2 mg i.v., es decir, hacer una analgesia precoz”.
¿Cómo tratar el abdomen agudo?
El abdomen agudo se define como un síndrome clínico que se presenta con dolor abdominal intenso y repentino y que requiere tratamiento de urgencia. Sin embargo, el problema de esta definición es que sólo cubre a algunos de los pacientes que necesitan terapia de urgencia. Así que, especialmente para los pacientes mayores, no es exhaustivo.
“En general, la analgesia debe administrarse lo antes posible y de la forma más razonable posible: La capacidad de examen sigue estando garantizada y, por tanto, los diagnósticos no se pasan por alto con más frecuencia. El resultado es comparable, pero los pacientes están claramente más satisfechos con el tratamiento que si se prescinde de la analgesia precoz. El único problema es que el 61% de los cirujanos mayores y el 40% de los jóvenes siguen oponiéndose a esta terapia aguda”, afirma el Prof. Bingisser.
Además, deben administrarse antibióticos inmediatamente si se sospecha sepsis, y la profilaxis antibiótica es aconsejable en la apendicitis.
Diagnósticamente, la anamnesis exacta (tab. 1) y un estado repetitivo detallado se complementan con un laboratorio (hemograma, PCR, lipasa, azúcar en sangre, lactato) y pruebas de imagen, por ejemplo mediante radiografía abdominal, ecografía y TAC. Si los valores de laboratorio son completamente normales, rara vez es necesaria la intervención quirúrgica, pero hay que tener en cuenta, sobre todo en pacientes de edad avanzada, que las leucocitosis son más raras. En términos de imagen, el TAC es superior, pero caro y radiante.
“Personalmente, sigo un algoritmo en el diagnóstico y la terapia (Fig. 1) . También menciona los cinco diagnósticos potencialmente letales más importantes que uno debe buscar activamente en cualquier caso. Especialmente en el caso de los pacientes de más edad, cabe suponer un aumento del riesgo en estas zonas. No es necesario realizar una radiografía del abdomen, ya que en el estudio OPTIMA se demostró que dicha radiografía no modifica el diagnóstico clínico”, explicó el Prof. Bingisser.
Causas y presentaciones en la vejez
Las causas habituales de dolor abdominal agudo son la apendicitis, el cólico biliar, el cólico ureteral, la diverticulitis, la úlcera péptica, la gastroenteritis y el dolor abdominal inespecífico. El aneurisma aórtico abdominal (AAB), la perforación intestinal, la pancreatitis aguda, la obstrucción intestinal y la isquemia mesentérica son potencialmente mortales. “La edad es un factor de riesgo que debe tenerse en cuenta: Las personas mayores de 50 años parecen tener un mayor riesgo de patología biliar, dolor inespecífico, apendicitis y obstrucción. Los pacientes mayores también acuden más tarde al médico y requieren un diagnóstico diferencial más amplio. El 20-33% requiere una intervención de urgencia, y las tasas de mortalidad son del 15-34%”, explicó el Prof. Bingisser. “En realidad, lo que a menudo pasamos por alto son las neoplasias malignas, aunque hasta un 10% de los pacientes con dolor abdominal inespecífico mayores de 50 años las padecen. Por desgracia, al final resultó que el paciente de la casuística también era uno de ellos. Por lo tanto, en este caso se requiere una precaución especial”.
Consejos prácticos y posibles escollos en el tratamiento de la colecistitis, la apendicitis y la úlcera péptica resumen las tablas 2-4 .
Fuente: “Dolor abdominal agudo”, Seminario en la SGIM Gran Actualización, 14-15 de noviembre de 2013, Interlaken
PRÁCTICA DE GP 2014; 9(2): 38-40