“¡No somos nuestros genes!” Con esta afirmación, la profesora Katharina Domschke, de Friburgo, se refirió a la importancia de las influencias medioambientales y a cómo éstas moldean nuestra salud mental a través de procesos epigenéticos. Este mecanismo es especialmente importante en los trastornos de ansiedad y podría abrir nuevas opciones terapéuticas.