El método “No Poo” (abreviatura de “Sin champú”) consiste en dejar de limpiar el cabello con champú y utilizar alternativas como jabón de champú, arcilla de lava, bicarbonato sódico, enjuagues de vinagre o agua. Esto debería redundar en numerosos beneficios para el cabello y el medio ambiente. Desde un punto de vista científico, este enfoque es más que cuestionable. Por un lado, los champús actuales son productos de alta tecnología con 10-30 componentes de formulación y a veces varios años de tiempo de desarrollo. Además, los laboratorios de la industria cosmética han desarrollado hace tiempo métodos de medición objetivos para comprobar la eficacia. Por otro lado, el tratamiento con champú persigue objetivos concretos, a saber, la eliminación del sebo y la suciedad (y, por tanto, también la reducción del número de gérmenes en el cuero cabelludo). El sebo eliminado se sustituye por aditivos nutritivos en el champú. La propaganda actual de los champús sin sulfatos, parabenos ni siliconas carece de base científica. La ley garantiza la seguridad medioambiental de los productos cosméticos.
Cada vez más blogs de belleza propagan una extraña tendencia para el cuidado del cabello: “No Poo” (abreviatura de “Sin champú”) promete un pelo más sano y brillante. El método consiste esencialmente en dejar de limpiar el cabello con champú, en su lugar se utilizan alternativas como jabón para lavar el cabello, arcilla de lava, bicarbonato sódico, enjuagues de vinagre o simplemente agua. Los abstemios radicales se cuentan entre el subgrupo “NW/SO”, que significa “No Water/Sebum Only” – no se permite agua de ningún tipo en el cabello. Las mujeres de pelo largo, en particular, pertenecen al movimiento. Antes eran extraños, pero ahora las celebridades de Hollywood juran por ellos: Adele, Jessica Alba y las gemelas Olsen profesan tener melenas grasientas. Se dice que el método tiene las siguientes ventajas:
- El cabello deja de estar graso. Sólo lo hacen porque el champú siempre elimina la película protectora natural.
- Sin productos químicos, el cabello se vuelve más sano, fuerte y brillante.
- El método es respetuoso con el medio ambiente porque no se introducen productos químicos en el agua.
¿Qué es un hecho? El lavado del cabello es la forma más común de tratamiento capilar. Su finalidad es principalmente limpiar el cabello y el cuero cabelludo de sebo, restos de queratina, residuos de sudor, polvo y olores. Hasta la introducción en el mercado del primer champú capilar sin álcalis en 1933, sólo se disponía de jabón para lavar el cabello. Era concebiblemente inadecuado. Debido a su sensibilidad al agua calcárea, con la que se forman jabones calcáreos insolubles que se adhieren a la superficie del cabello, volviéndolo opaco y sin brillo, y debido a su valor de pH fuertemente alcalino, con el correspondiente efecto irritante sobre la piel y las mucosas, los jabones para lavar el cabello han sido sustituidos con éxito por los tensioactivos sintéticos habituales hoy en día en los champús.
¿Qué hacen los champús actuales?
Las exigencias que se plantean hoy en día a un champú superan con creces la función de mera limpieza. También se espera del champú: que no sea demasiado desengrasante, capacidad espumante en aguas duras y blandas, así como en grasas, buena compatibilidad con la piel y las mucosas, estabilidad química y física, efectos acondicionadores, biodegradabilidad y relación calidad-precio. El champú debe realzar cosméticamente el cabello, adaptarse a las necesidades de las distintas calidades de pelo, edad y hábitos de lavado individuales, e influir favorablemente en los problemas específicos del cabello y el cuero cabelludo.
En consecuencia, desde 1933, los champús se han convertido en productos de alta tecnología compuestos por entre 10 y 30 ingredientes de fórmula. Se juntan en proporciones muy afinadas para que el producto satisfaga al consumidor. Del concepto al champú comercializable, a veces se tarda más de un año de desarrollo. Se está invirtiendo especialmente en el desarrollo de acondicionadores que aporten al cabello brillo, suavidad, volumen y elasticidad como características de un cabello sano. Otro requisito para el bienestar es un cuero cabelludo no demasiado graso y libre de caspa.
Funciones y consecuencias del sebo
El sebo evita que la piel se reseque y mantiene el cabello flexible, por lo que tiene una función de acondicionador natural. Sin embargo, dependiendo de la cantidad de sebo, de su composición y de la colonización microbiana, el sebo puede dar lugar a problemas del cuero cabelludo y del cabello: Los ingredientes oleosos y similares a la cera de la grasa de la piel aportan peso al cabello y reducen la fricción de pelo a pelo y, por tanto, el peinado. La acumulación de polvo y suciedad en el cabello graso, así como la transformación peroxidativa del sebo, dan lugar a un cabello que aparece prematuramente sucio y huele mal (rancio). Por último, en función de la colonización microbiana, puede aparecer caspa, eczema (eczema seborreico) e infecciones bacterianas (foliculitis) del cuero cabelludo.
El objetivo del tratamiento con champú es eliminar el sebo y la suciedad, cuya eliminación reduce inevitablemente también el número de gérmenes en el cuero cabelludo, ya que estos residuos son un caldo de cultivo ideal para los microorganismos.
Para mantener el estado natural del cabello recién regenerado el mayor tiempo posible, el sebo eliminado debe sustituirse por aditivos nutritivos (acondicionadores) en el champú. Hoy en día, todos los champús estándar están enriquecidos con agentes acondicionadores. Entre ellos: aceites vegetales, ceras, derivados de la lecitina y la lanolina, hidrolizados de proteínas (colágeno, seda, proteínas animales), compuestos de amonio cuaternario y siliconas (dimeticona).
¿Riesgos para la salud y el medio ambiente derivados del uso del champú?
Por último, existe un gran interés público por saber si el uso de sustancias cotidianas como los champús plantea riesgos para la salud y en qué medida. Qué efectos tiene para la salud y/o el medio ambiente el uso de compuestos organohalogenados, liberadores de formaldehído y nitromuscos en los champús es una de las muchas cuestiones que han abordado los medios de comunicación en el pasado. La evaluación de la seguridad del producto de un champú se realiza inicialmente evaluando los datos de todos los ingredientes utilizados con respecto a la compatibilidad con la piel y las mucosas, el potencial de sensibilización, la toxicidad aguda y crónica, la mutagenicidad, el potencial de penetración y acumulación en la piel, la biodegradabilidad y la toxicidad acuática.
Está claro que la actual propaganda de champús sin sulfatos, parabenos ni siliconas carece de base científica y sólo obedece a una estrategia de marketing de productos alternativos.
Los requisitos para la seguridad medioambiental de los productos cosméticos pueden derivarse de la situación legal. Desde el punto de vista de la protección del agua, se da prioridad a los agentes que entran en las masas de agua. El requisito previo para el uso de un ingrediente es que no quepa esperar una alteración irreversible de las masas de agua. En el caso de los tensioactivos utilizados en grandes cantidades, se requiere una biodegradabilidad rápida y completa desde el punto de vista de una protección fiable del agua. Esto se ha estudiado y confirmado en detalle, aunque el conocimiento de las propiedades ecológicas de los tensioactivos resulta menos de su uso en champús, que tienen una importancia ecológica secundaria en cuanto a las cantidades utilizadas, y más de los estudios de detergentes y productos de limpieza, que se utilizan en cantidades mucho mayores.
Revisión de la eficacia
Los cosméticos capilares modernos no sólo son seguros y compatibles, sino que también tienen en cuenta las afirmaciones sobre su eficacia. Los laboratorios de la industria cosmética han desarrollado desde hace tiempo métodos de medición objetivos para comprobar la eficacia. Los métodos de medición incluyen un gran número de métodos informatizados y en parte robotizados que cuantifican fenómenos y eficacias cosméticas del cabello como la acumulación, el rebote, el cuerpo, la facilidad de peinado, el enredo, la génesis del daño y el acondicionamiento. Mediante el uso ponderado de la variedad de métodos disponibles, el perfeccionamiento de la gama de métodos, así como el diálogo con expertos de pruebas subjetivas sobre el consumidor final, se pueden describir con precisión y cercanía al consumidor los efectos cosméticos del cabello y optimizarlos teniendo en cuenta objetivos prácticos y económicos. Probar diferentes tipos de cabello en cámaras climáticas adecuadas con distintos niveles de humedad ha permitido finalmente desarrollar líneas globales de cuidado capilar.
Conclusión
“No-poo” no representa más que un retroceso a la “edad de piedra” de la cosmética capilar en ausencia de conocimientos sólidos sobre la cosmética capilar moderna y la tecnología del champú.
Conflictos de intereses: El autor tiene actividad de asesoramiento científico para (por orden alfabético): Apomedica, Asatona, Procter & Gamble, Rausch.
Para saber más:
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- Trüeb RM: Grupo suizo de estudio de tricología. El valor de los cosméticos capilares y farmacéuticos. Dermatología 2001; 202(4): 275-282. Revisión.
- Trüeb RM: Champú. Ther Umsch 2002 mayo; 59(5): 256-261.
- Trüeb RM: Aspectos dermocosméticos del cabello y el cuero cabelludo. J Investig Dermatol Symp Proc 2005 dic; 10(3): 289-292.
- Trüeb RM: Champús: ingredientes, eficacia y efectos adversos. J Dtsch Dermatol Ges 2007 mayo; 5(5): 356-365.
- Trüeb RM: Cuidado y protección del cuero cabelludo a base de hamamelis virginiana para el cuero cabelludo sensible, el cuero cabelludo rojo y el cuero cabelludo quemado. Int J Trichology 2014 Jul; 6(3): 100-103.
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2015; 25(5): 22-24