La enfermedad coronaria está estrechamente correlacionada con la hipertensión arterial. Por lo tanto, para evitar daños en el miocardio ventricular izquierdo o el riesgo de ictus, debe reducirse la tensión arterial. ¿Sólo hasta dónde?
La cardiopatía coronaria y la hipertensión arterial están estrechamente asociadas y pueden provocar daños en el miocardio del ventrículo izquierdo. Además, una hipertensión insuficientemente tratada también puede aumentar significativamente el riesgo de infarto cerebral e insuficiencia renal. El objetivo es, por tanto, una tensión arterial inferior a 140 mmHg/90 mmHg. Sin embargo, muchos pacientes no alcanzan este valor. Un estudio descubrió que especialmente los pacientes con un riesgo cardiovascular moderado se benefician significativamente de valores de presión arterial por debajo de 130 mmHg sistólica [2]. Razón suficiente para que las sociedades profesionales estadounidenses adapten sus directrices en consecuencia. Desde 2017, las directrices del Colegio Americano de Cardiología incluyen una categoría adicional de hipertensión, “Hipertensión en estadio 1”. Según esto, los pacientes ya deberían ser tratados a niveles de 130-139 mmHg/80-89 mmHg [3].
Sin embargo, no todos los expertos comparten esta actitud. Especialmente en Alemania y Europa, la gente critica la aplicación de valores tan bajos. Una de las razones es el perfil especial de los pacientes del estudio. No se estudiaron los pacientes de alto riesgo con diabetes o antecedentes de ictus. Existen pruebas preliminares de que puede producirse un nuevo aumento de los episodios cardiovasculares en determinados pacientes cuando la presión desciende por debajo de 120 mmHg.
Sin embargo, la principal crítica reside en la propia medición de la tensión arterial. Las mediciones se realizaron sin supervisión, para que no se produjera el “efecto bata blanca”. Por lo tanto, en la práctica diaria pueden producirse valores medidos incorrectos y más elevados. El Prof. Schunkert, de Múnich, también advierte a los pacientes con cardiopatía coronaria que tengan especial cuidado: “Una reducción demasiado drástica con valores diastólicos por debajo de 60 mmHg puede ser problemática para los pacientes con cardiopatía coronaria porque puede ponerse en peligro el riego sanguíneo de los vasos coronarios, sobre todo si aún existen constricciones.” [4].
Literatura:
- Busch M, Kuhnert R: Revista de Vigilancia de la Salud 2017; 2(1): 64-69
- El grupo de investigación SPRINT: N Engl J Med. 2015; 373: 2103-2116.
- Atasoy S, et al.: European Heart Journal 2018.
- www.herzstiftung.de/sprint-studie-blutdruck-wie-tief-senken.html (fecha de acceso: 26.01.2019)
CARDIOVASC 2019; 18(1): 32