Un estudio presentado en la ASH 2013 en Nueva Orleans investigó el papel del rituximab en la terapia de mantenimiento en pacientes con linfoma folicular. Se demostró que el principio activo, cuando se utiliza a largo plazo, no sólo prolonga significativamente la supervivencia libre de acontecimientos, sino que también duplica con creces la supervivencia libre de progresión.
Según el doctor Christian J. Taverna, del Hospital Cantonal de Münsterlingen, está claro que, aunque el rituximab es eficaz en el tratamiento de mantenimiento del linfoma folicular, la duración óptima del tratamiento aún no se ha aclarado de forma concluyente. Para investigarlo, se llevó a cabo el ensayo aleatorizado de fase III SAKK35/03 [1]. El Dr. Taverna presentó los resultados en el Congreso de la ASH celebrado en Nueva Orleans.
Terapia de mantenimiento corta frente a larga
“En nuestro estudio, comparamos un tratamiento de mantenimiento breve con rituximab con otro durante un máximo de cinco años”, afirma el Dr. Taverna. En concreto, un total de 270 pacientes con una edad media de 57 años fueron tratados con cuatro dosis semanales de 375 mg/m2 de rituximab. Entre ellos había pacientes con linfoma folicular no tratado, en recaída, estable o resistente a la quimioterapia. Si respondían a la terapia de inducción con una respuesta parcial o completa, continuaban recibiendo rituximab a la misma dosis como mantenimiento. De los 165 pacientes restantes, 124 de los cuales no habían recibido quimioterapia (ninguna quimioterapia hasta la fecha), se aleatorizaron dos grupos en este punto:
Brazo A: 82 pacientes con mantenimiento breve (cuatro dosis cada dos meses)
Brazo B: 83 pacientes con mantenimiento prolongado (durante un máximo de cinco años, hasta la progresión de la enfermedad o la aparición de toxicidades graves).
El criterio de valoración primario fue la supervivencia libre de acontecimientos desde la aleatorización. Los criterios de valoración secundarios fueron la supervivencia sin progresión, la supervivencia global y la respuesta objetiva.
¿Fallo o no del objetivo primario?
La mediana de supervivencia libre de acontecimientos fue de 3,4 años en el brazo A y de 5,3 años en el brazo B. Por tanto, la diferencia no es estadísticamente significativa (p=0,14).
Hubo una diferencia en la progresión de la enfermedad y la recurrencia difícil de explicar, que se hizo evidente durante los primeros ocho meses tras la aleatorización. Como el tratamiento de los dos grupos fue exactamente el mismo durante este periodo, a saber, 375 mg/m2 cada dos meses, esta diferencia no puede interpretarse en función de la administración de rituximab. “Por otro lado, si nos fijamos únicamente en la supervivencia sin acontecimientos después de estos ocho meses, el brazo B muestra esta vez un valor significativamente mejor que el brazo A, 7,1 años en lugar de 2,9 años (p=0,004)”, explicó el Dr. Taverna.
Supervivencia sin progresión prolongada
La mediana de supervivencia libre de progresión es significativamente mayor en el brazo B que en el brazo A. En concreto, el tiempo hasta la progresión puede retrasarse 3,9 años con rituximab en mantenimiento a largo plazo: 7,4 (Arm B) frente a 3,5 años (brazo A).
“Donde no observamos una diferencia estadísticamente significativa fue en la supervivencia global o en la mejor respuesta. Sólo tres pacientes del brazo B tuvieron que interrumpir el tratamiento debido a toxicidades inaceptables. Esto no se aplicó a nadie del grupo con terapia de mantenimiento a corto plazo. Mientras que sólo hubo una infección grave (grado ≥3), se produjeron siete en cinco pacientes del brazo B”, resumió el Dr. Taverna. “En general, pues, puede decirse que el rituximab produce buenos resultados en la monoterapia de mantenimiento a largo plazo del linfoma folicular. Conduce no sólo a una prolongación de la supervivencia libre de acontecimientos, sino también a una duplicación de la mediana de supervivencia libre de progresión en comparación con la variante de ocho meses, sin conllevar toxicidades excesivas.”
Fuente: 55ª Reunión Anual de la ASH, 7-10 de diciembre de 2013, Nueva Orleans
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Taverna CJ, et al: Tratamiento de mantenimiento con rituximab durante un máximo de 5 años en el linfoma folicular: resultados del ensayo aleatorizado de fase III SAKK 35/03. Resumen ASH nº 508.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2014; 2(2): 30-31
CONGRESO Especial 2014; 5(2): 3-4