En la actualidad, las terapias dirigidas se utilizan principalmente para el cáncer de mama localmente avanzado o metastásico. Los datos de estudios recientes sugieren ahora que las personas afectadas en fases más tempranas también pueden beneficiarse.
Los inhibidores de la CDK4/6 ya han demostrado su eficacia en el cáncer de mama avanzado o metastásico. Se asocian a una prolongación significativa de la ausencia de progresión en combinación con la terapia antihormonal. Mientras tanto, se han establecido como la terapia estándar para el carcinoma metastásico sensible a los endocrinos. Debido a la respuesta positiva y a la buena tolerabilidad, los preparados se han investigado ahora también en tumores sensibles a los endocrinos en la fase inicial de la enfermedad.
El descarrilamiento del crecimiento celular se debe, entre otras cosas, a una desregulación del ciclo celular, que está controlado por ciclinas y quinasas dependientes de ciclinas (CDK). La interacción con la ciclina D activa las CDK4/6, que han demostrado ser reguladoras del ciclo celular. Al fosforilar la proteína supresora de tumores retinoblastoma, desencadenan la transición de la fase G1 a la fase S proliferativa del ciclo celular. En consecuencia, la inhibición de las quinasas dependientes de ciclinas puede frenar la división celular.
Uso neoadyuvante
Tras el diagnóstico, se administraron los inhibidores CDK4/6 durante dos y cuatro semanas, respectivamente, y se midió el nivel de KI-67 como prueba de respuesta. Se demostró que los fármacos eran capaces de ralentizar significativamente la proliferación en algunos casos, incluso sin terapia endocrina adicional. El objetivo sería reducir significativamente el riesgo de metástasis.
Fuente: Congreso St. Gallen Conferencia Internacional sobre el Cáncer de Mama 2019
InFo ONCOLOGY & HEMATOLOGY 2019; 7(2-3): 38 (publicado el 21.6.19, antes de impresión).