Para muchas personas, el corazón se desincroniza. La fibrilación auricular es una de las formas más comunes de arritmia cardiaca y debe tratarse inmediatamente para minimizar el riesgo de ictus. Para detectar estas arritmias, cada vez hay más posibilidades técnicas al alcance del paciente. Una terapia eficaz e individualizada en la dosis adecuada favorece entonces la seguridad del paciente.
Según las directrices actuales, la fibrilación auricular puede diagnosticarse no sólo mediante dispositivos automáticos de tensión arterial, sino también mediante la medición clásica del pulso o a través de ECG de una sola derivación y aplicaciones para teléfonos inteligentes. La sensibilidad es muy alta para todos los métodos y se sitúa entre el 87 y el 100%. La especificidad, en cambio, varía mucho entre el 70 y el 90%, informó el profesor Jens Eckstein, de Basilea. Ya en 2017, la tecnología de cribado de la fibrilación auricular a través de smartphones o smartwatches se incluyó en las directrices internacionales. El año pasado, el nuevo ECG de una sola derivación de 30 segundos se definió como suficiente no sólo para el cribado, sino también para el diagnóstico de la fibrilación auricular.
El experto planteó ahora la cuestión de cuánto tiempo, o con qué frecuencia, debe fibrilarse un paciente para poder optar a la anticoagulación oral. Aquí es donde entra en juego la puntuación CHA2DS2-VASc. Los valores de 0 en hombres y 1 en mujeres no requieren anticoagulación. Con una puntuación de 2 en hombres y 3 en mujeres, la evidencia a favor de la anticoagulación está probada. En una cohorte sueca, se demostró que el beneficio neto del tratamiento con NOAK era significativo en comparación con la no anticoagulación. Por ejemplo, a partir de una puntuación CHA2DS2-VASc de 5, el riesgo de ictus al año es del 8,4%, el riesgo de embolia sistémica bajo NOAK es del 1,3% y el riesgo de hemorragia es del 1,4%. En consecuencia, la ventaja de la terapia supera claramente a la desventaja, afirma Eckstein. En consecuencia, las directrices de la ESC de 2020 también recomiendan los NOAK por igual, pero en general con preferencia a los AVK, excepto para la estenosis mitral moderada/grave y las válvulas mecánicas.
Seguridad para los pacientes de riesgo
Los pacientes con fibrilación auricular deben protegerse no sólo del ictus, sino también de las hemorragias. Esto incluye también la dosis correcta. Una evaluación retrospectiva de cohortes de casi 15 000 pacientes demostró que la infradosificación no puede reducir significativamente el riesgo de hemorragia. Incluso la administración de aspirina en lugar de un NOAK no aporta el éxito deseado, ya que el riesgo de ictus apenas se reduce, mientras que el riesgo de hemorragia aumenta. Por lo tanto, la anticoagulación mediante NOAK debe administrarse a la dosis adecuada.
La adherencia del propio paciente también contribuye a la seguridad. En un metaanálisis, se demostró que un régimen de medicación de una vez al día es tomado de forma fiable por cerca del 75% de los pacientes. Si la medicación debe tomarse dos veces al día, la adherencia desciende al 50%. Por lo tanto, es preferible una dosis única si es posible. No obstante, siempre debe prestarse atención individual al paciente y a su rutina diaria. También hay que tener en cuenta el tamaño de las pastillas y la forma de aplicación.
Fuente: Foro de Educación Médica Continua
CARDIOVASC 2021; 20(1): 27 (publicado el 3.3.21, antes de impresión).