El calcio desempeña un papel fundamental en la salud ósea y la prevención de la osteoporosis. La vitamina D favorece la absorción del calcio en el metabolismo. Especialmente para las personas mayores, un aporte adecuado de vitamina D y calcio es importante porque puede reducir el riesgo de fracturas. ¿Qué hay que tener en cuenta para garantizarlo?
La vitamina D tiene un papel especial en la nutrición humana: puede formarse de forma endógena a través de la piel con suficiente luz solar, así como de forma exógena a través de los alimentos y los suplementos. La vitamina D es una vitamina liposoluble que se encuentra en los alimentos vegetales como vitamina D2 (ergocalciferol) y en los alimentos animales como vitamina D3 (colecalciferol). Junto con las grasas alimentarias, estos calciferoles son transportados desde el intestino en los quilomicrones a través de la linfa hasta el hígado.
La vitamina D3 puede formarse en la piel humana por la radiación UVB de longitud de onda 290-315 nm. Sin embargo, la formación endógena de vitamina D3 es insuficiente en Suiza durante los meses de invierno, por lo que alrededor del 60% de los suizos tienen un aporte insuficiente durante esta época. La cantidad que falta debe entonces ser suministrada a través de los alimentos.
La vitamina D, junto con el calcio, desempeña un papel crucial en el metabolismo del calcio y del fosfato. La vitamina D también interviene en la prevención de diversas enfermedades crónicas, ya que su forma activa participa en más de 6.000 expresiones génicas. A mayor edad, disminuyen tanto la absorción de vitamina D a través del intestino como su formación en la piel. Esto conduce a casos más frecuentes de osteoporosis.
Los alimentos contienen relativamente poca vitamina D. En cambio, los alimentos ricos en vitamina D son el pescado graso, los quesos duros grasos, algunas setas y las yemas de huevo. Según los valores de referencia D-A-CH, las personas mayores (≥65 años) deben tomar 20 μg (800 UI) de vitamina D al día. Se tiene en cuenta la menor capacidad de síntesis de la piel en la edad avanzada. Se considera que el umbral de un aporte insuficiente es un nivel de 50 nmol/l de la forma activa de la vitamina D, la 25-hidroxivitamina D, en el plasma sanguíneo [11]. Sin embargo, los distintos métodos pueden producir resultados diferentes. Para minimizar el riesgo de caídas, las personas de 60 años o más deberían tener concentraciones de 25(OH)D de ≥75 nmol/l.
El calcio desempeña un papel especialmente importante en la salud de los huesos. Casi el 100% del suministro de calcio del organismo está ligado a los huesos y los dientes. Las necesidades de calcio de 1000 mg/día en personas ≥65 años pueden cubrirse con una dieta media. Sin embargo, el calcio sólo puede absorberse e incorporarse a los huesos con la ayuda de la vitamina D. Por lo tanto, los suplementos en forma de combinación de calcio y vitamina D tienen sentido. El actual estudio DO-HEALTH, uno de los mayores estudios europeos sobre el envejecimiento, que se lleva a cabo en el Hospital Universitario de Zúrich, investiga actualmente cómo podemos envejecer de forma saludable y activa [2,3]. Este estudio, dirigido por la profesora Heike Bischoff-Ferrari, investiga tres estrategias: el efecto de la vitamina D3, el efecto de los ácidos grasos omega-3 (algas marinas) y un programa de ejercicio en casa. Los resultados finales se esperan para mediados de 2019.
Riesgos de enfermedad en la vejez
Desde el nacimiento hasta la edad adulta, el organismo humano almacena entre 30 y 35 veces más calcio en el esqueleto, el mayor depósito de calcio. Sin embargo, la vitamina D es indispensable para la formación ósea [4]. Alrededor de los 30 años, los humanos alcanzan la máxima densidad ósea, después de lo cual la masa y la densidad óseas disminuyen. La reabsorción ósea es lenta, constante e indolora. Cuanto mayor es la reserva de calcio (alta densidad ósea) que se depositó a una edad temprana, más tarde se produce la osteoporosis. El proceso de degradación del hueso no puede detenerse, pero puede retrasarse [5]. En este sentido, son decisivos el ejercicio, la exposición al aire (sol) y un aporte suficiente de vitamina D, calcio, fósforo y proteínas a través de la alimentación [6].
La miopatía se considera un síntoma clásico de la carencia grave de vitamina D en la vejez. Las consecuencias son dolor muscular, debilidad muscular y trastornos de la marcha, que son reversibles con suplementos de vitamina D [4].
En la vejez, la masa muscular y la densidad ósea disminuyen, y al mismo tiempo aumenta el riesgo de caídas; alrededor del 90% de todas las fracturas que se producen en la vejez están causadas por caídas. Diversos metaanálisis y estudios controlados pudieron demostrar correlaciones entre la reducción del riesgo de caídas y la suplementación de vitamina D y calcio [7,8], además de documentar influencias positivas sobre el sistema muscular funcional [4]. Sin embargo, actualmente no están claros los posibles vínculos entre un mayor riesgo de cáncer, diabetes o hipertensión y el aporte de vitamina D. Por otra parte, se considera probable una conexión entre los acontecimientos cardiovasculares y el aporte de vitamina D [4]. Diversos estudios sugieren que existe una correlación entre la reducción de la mortalidad por todas las causas y la administración de suplementos de vitamina D [4] (Tabla 1).
Vitamina D y calcio: ¿Cómo y cuánto?
El calcio es el mineral más importante del organismo en términos de cantidad. Casi el 100% se almacena en huesos y dientes. La ingesta recomendada de calcio es actualmente de 1000 mg/día. Sin embargo, el calcio sólo puede absorberse en el intestino con la ayuda de la vitamina D. La cantidad recomendada puede alcanzarse bien mediante una dieta equilibrada [9]. Especialmente la leche y los productos lácteos, el brécol, la col rizada y la rúcula, así como el agua mineral, son fuentes importantes de calcio [10–12] (Tab. 2).
Las directrices de la Asociación Alemana de Osteología recomiendan una ingesta diaria de 1000 mg de calcio para mujeres posmenopáusicas y hombres mayores de 60 años para la prevención general de la osteoporosis y las fracturas, y un aporte adicional de 800-1000 UI de vitamina D/día para personas con un alto riesgo de caídas y fracturas y una baja exposición al sol [13]. Los valores de referencia D-A-CH para la ingesta de nutrientes ofrecen recomendaciones similares [1].
Para que el calcio se almacene de forma óptima en los huesos, es esencial hacer ejercicio, preferiblemente al aire libre con exposición a la luz solar. El movimiento debe requerir fuerza muscular para que haya un estímulo para aumentar la masa ósea. La OMS recomienda caminar al menos 10.000 pasos al día, lo que corresponde a una hora de actividad física diaria. Deben evitarse factores de riesgo como el bajo peso, el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol.
¿Qué hay que tener en cuenta en relación con la nutrición ?
Hay alimentos cuya ingesta debe reducirse, ya que pueden afectar al equilibrio fosfato-calcio del organismo y, por tanto, repercutir negativamente en la salud ósea. Entre los alimentos y estimulantes cuyo consumo debe reducirse si existe osteoporosis se incluyen:
- Fosfatos de las bebidas dulces
- Sal (principalmente en productos cárnicos y embutidos y platos preparados)
- Alcohol
- Café (máximo 3-4 tazas/día)
- Tabaco
En la tabla 3 se ofrece una visión general de los alimentos beneficiosos. Los consejos del recuadro muestran lo que hay que tener en cuenta para garantizar un aporte adecuado de calcio y vitamina D.
Literatura:
- Sociedad Alemana de Nutrición, Sociedad Austriaca de Nutrición, Sociedad Suiza de Nutrición, eds: Referenzwerte für die Nährstoffzufuhr, 2ª edición, 3ª edición actualizada. Bonn 2017.
- Bischoff-Ferrari HA, et al: Tratamiento mensual con altas dosis de vitamina D para la prevención del declive funcional: Un ensayo clínico aleatorizado. JAMA Intern Med 2016; 176(2): 175-183.
- Bischoff-Ferrari HA, et al: Efecto del colecalciferol en altas dosis y la fisioterapia prolongada sobre las complicaciones tras una fractura de cadera: un ensayo controlado aleatorizado. Arch Intern Med 2010; 170(9): 813-120.
- Sociedad Alemana de Nutrición, ed.: Declaración. Vitamina D y prevención de enfermedades crónicas seleccionadas. 2011. www.dge.de/fileadmin/public/doc/ws/stellungnahme/DGE-Stellungnahme-VitD-111220.pdf, último acceso 29 de enero de 2019.
- BAG: Vitamina D y radiación solar. 10 de marzo de 2017. Berna: Oficina Federal de Salud Pública 2017.
- Rizzoli R, et al: Nutrición y salud ósea en mujeres tras la menopausia. Salud de la mujer 2014; 10(6): 599-608.
- Boonen S, et al: Necesidad de calcio adicional para reducir el riesgo de fractura de cadera con suplementos de vitamina D: Evidencias de un metaanálisis comparativo de ensayos controlados aleatorizados. J Clin Endocrinol Metab 2007; 92(4): 1415-1423.
- Tang BM, et al: Uso de calcio o calcio en combinación con suplementos de vitamina D para prevenir las fracturas y la pérdida ósea en personas de 50 años o más: un metaanálisis. Lancet 2007; 370(9588): 657-666.
- Knurick JR, et al: Comparación de los correlatos de la densidad mineral ósea en individuos que siguen dietas lacto-ovo, veganas u omnívoras: una investigación transversal. Nutrientes 2015; 7(5): 3416-3426.
- Bohlmann F: Vitamina D. La vitamina de la carencia en Suiza. Tabula 2014; 3: 4-9.
- L’Allemand D, et al.: Recomendaciones de la Oficina Federal de Salud Pública sobre el suministro de vitamina D en Suiza: ¿qué significan para el pediatra? Pediatrica 2012; 23(4): 22-24.
- Sociedad Suiza de Nutrición: Nutrición y osteoporosis. 2011. www.sge-ssn.ch/media/merkblatt_ernaehrung_und_osteoporose_20111.pdf, visitado por última vez el 29 de enero de 2019.
- DVO, ed.: Profilaxis, diagnóstico y terapia de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas y en hombres. Leitlinie des Dachverbands der Deutschprachigen Wissenschaftlichen Osteologischen Gesellschaften e.V. 2017. www.dv-osteologie.org/dvo_leitlinien/dvo-leitlinie-2017, última consulta 29.01.2019.
PRÁCTICA GP 2019; 14(2): 10-14