Pregunta de la investigación: El objetivo es una evaluación del beneficio/coste a largo plazo de la terapia cognitivo-conductual adicional para pacientes con depresión resistente al tratamiento.
Antecedentes: Hasta la fecha, sólo existen unos pocos estudios experimentales que hayan investigado la terapia cognitivo-conductual (TCC) para la depresión resistente al tratamiento (cinco en total). Los estudios existentes contaban a menudo con un pequeño número de casos (n<100) y/o examinaban sólo un corto periodo de tiempo (8-20 semanas). Faltan estudios a largo plazo en este ámbito.
Pacientes y métodos: Se trata de un ensayo controlado aleatorizado denominado CoBalT, que se llevó a cabo en varios centros de Inglaterra. El estudio CoBalT incluyó a pacientes de entre 18 y 75 años que ya habían sido tratados con un antidepresivo durante seis semanas pero seguían presentando síntomas depresivos significativos (puntuaciones BDI >14) y cumplían los criterios CIE-10 para un episodio depresivo. Estos pacientes fueron distribuidos aleatoriamente en los dos grupos de tratamiento “tratamiento estándar” o “kVT adicional”. La encuesta de seguimiento se realizó por correo o por teléfono, entre otros métodos. El seguimiento fue de tres a cinco años después de la aleatorización de los pacientes. El criterio de valoración primario fue una autoevaluación de los pacientes respecto a sus síntomas depresivos. Además, se llevó a cabo un análisis económico de costes y beneficios.
Resultados: Entre noviembre de 2008 y septiembre de 2010, un total de 469 pacientes emparejados se inscribieron en el estudio CoBalT. Se disponía de los resultados del seguimiento de 248 pacientes (136 pacientes habían recibido la TVK, 112 pacientes habían recibido el tratamiento estándar). Tras una mediana de 45,5 meses, las puntuaciones del BDI (es decir, la gravedad de los síntomas depresivos) fueron significativamente más bajas en el grupo kVT que en el brazo de comparación. La terapia cognitivo-conductual también resultó muy rentable en el análisis económico.
Conclusiones de los autores del estudio: la terapia cognitivo-conductual , además del tratamiento antidepresivo, demuestra ser clínicamente superior y rentable en el seguimiento a largo plazo de pacientes que no han respondido sólo a la farmacoterapia.
Comentario: Se trata de un trabajo metodológicamente de gran calidad e importancia realizado por Nicola Wiles y sus colegas, ya que el tema del “tratamiento psicoterapéutico de la depresión resistente al tratamiento” es también de gran relevancia clínica en Suiza. Los trastornos depresivos figuran entre las enfermedades más graves en Suiza y en todo el mundo. Sin embargo, a menudo la depresión no se reconoce o se trata de forma inadecuada. Si el tratamiento es inadecuado, los síntomas residuales o las recaídas pueden mermar enormemente la calidad de vida de los afectados (pero también de quienes les rodean). Además de los métodos biológicos (por ejemplo, terapia lumínica, terapia electroconvulsiva, estimulación magnética transcraneal), en la terapia de la depresión se utilizan métodos creativo-terapéuticos (por ejemplo, terapia ocupacional, terapia artística, equinoterapia, musicoterapia), antidepresivos y, en particular, métodos psicoterapéuticos. Lo ideal es que las medidas se adapten de forma individual, integral y multimodal al paciente afectado. Entre los métodos psicoterapéuticos, la terapia cognitivo-conductual (como en el estudio presentado), la psicoterapia interpersonal (IPT) y la psicoterapia específica del trastorno para la depresión crónica (CBASP) en un entorno individual o de grupo han demostrado su eficacia científica en esta indicación. En general, se recomienda una evaluación temprana por parte de un especialista para iniciar la terapia y evitar que la enfermedad depresiva se cronifique.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2016; 14(4): 30