Casi 4200 participantes inscritos en la Conferencia de Otoño 2021 del DDGque se celebró bajo el lema “Diabetes y obesidad: juntos en las buenas y en las malas”, fue todo un éxito. El congreso híbrido se centró en los aspectos científicos, sociopolíticos y psicológicos actuales de las enfermedades generalizadas diabetes mellitus y obesidad. Esto incluye al paciente metabólico que, entre otras cosas, conlleva el riesgo de insuficiencia cardiaca. ¿Qué hacer entonces?
La prevalencia de la insuficiencia cardiaca es alta y además aumenta constantemente. Esto también tiene implicaciones para la diabetología, ya que tanto la insuficiencia cardiaca como la diabetes de tipo 2 comparten factores de riesgo comunes. Entre ellos se incluyen la edad, los antecedentes familiares, la obesidad, la distribución de la grasa, la hipertensión y el tabaquismo. Además, ambos son factores de riesgo independientes para la otra enfermedad. En los pacientes diabéticos, el riesgo de insuficiencia cardiaca es de dos a tres veces mayor. Además, la probabilidad de mortalidad por todas las causas y cardiovascular aumenta en un 60-80% cuando ambas afecciones son comórbidas. En un estudio observacional de pacientes con diabetes tipo 1, se aclaró la relación entre el control de la glucosa y la incidencia de insuficiencia cardiaca: Un aumento del 1% en la HbA1c se asocia a un incremento del 30% en la incidencia de insuficiencia cardiaca. En consecuencia, el pronóstico de la IC-FEr o la IC-FEp empeora cuando hay diabetes.
Recomendaciones de directrices actualizadas
Por lo tanto, hay que centrarse en un tratamiento eficaz para mejorar el pronóstico y proteger los órganos. Por ello, la Directriz Nacional de Asistencia Sanitaria “Diabetes de tipo 2” recomienda el uso de inhibidores de SGLT2 o agonistas de los receptores de GLP-1 en pacientes con riesgo cardiorrenal alto o muy alto. La experiencia actual con las nuevas sustancias ha dado lugar a una recomendación en el planteamiento general de la elección de los fármacos antidiabéticos (Fig. 1) . Es importante fijar el rumbo correcto desde el principio.
Las directrices actuales sobre insuficiencia cardiaca también abordan esta cuestión. La insuficiencia cardiaca se divide en tres fenotipos: HFrEF (FEVI ≤40%), HFmEF (FEVI 41-49%) y HFpEF (FEVI ≥50%). En el tratamiento de la IC-FEr, pueden utilizarse los cuatro pilares de IECA/ARNI, BB, ARM y SGLT2-I. El orden puede variar.
Congreso: DDG Conferencia de otoño 2021
CARDIOVASC 2021; 20(4): 27 (publicado el 1.12.21, antes de impresión).