El tromboembolismo venoso idiopático puede ser un signo de alerta precoz de un tumor. Según estudios más antiguos, hasta un 10% de los afectados son diagnosticados de cáncer en el año siguiente a la trombosis [1]. Un gran ensayo aleatorizado ha probado ahora el beneficio de un programa de cribado exhaustivo. Los resultados son aleccionadores.
En la actualidad, no existe una práctica uniforme con respecto al cribado del cáncer en pacientes con tromboembolismo venoso idiopático (TEV) de primera vez. Dada la alta probabilidad de un tumor oculto, ¿es útil un programa de cribado ampliado con un TAC de abdomen/pelvis, como sugieren estudios más antiguos [1]? ¿Se pasarán por alto menos tumores o se podrá acortar el tiempo hasta el diagnóstico o incluso reducir la mortalidad?
Estas cuestiones se investigaron en un estudio multicéntrico, abierto y aleatorizado de Canadá. En una amplia muestra de 854 pacientes con TEV idiopática por primera vez, se compararon dos estrategias de cribado:
- Cribado rutinario: historia clínica, exploración física, pruebas de laboratorio rutinarias, radiografía de tórax más cribado adaptado a la edad para el cáncer de mama, de cuello uterino y de próstata (exploración mamaria y ginecológica, mamografía, prueba PAP, exploración digital de la próstata, determinación del PSA).
- Cribado ampliado: exámenes mencionados más TAC de abdomen/pelvis, gastroscopia y colonoscopia virtuales y pancreatografía parenquimatosa.
No hay diferencias en las tasas de detección
El criterio de valoración primario fueron los nuevos tumores diagnosticados en el plazo de un año tras la ETV (excluidos los ya detectados en el cribado). Este parámetro indirecto se utilizó para determinar si se pasaban por alto menos diagnósticos con una de las dos estrategias de cribado. Sin embargo, no hubo diferencias entre los dos grupos a este respecto: Aunque se pasaron por alto ligeramente menos tumores con la extensión por TC, concretamente un 26% (5 de los 19 tumores diagnosticados) frente a un 29% con la otra estrategia (4 de 14 tumores), esta diferencia no fue significativa (p=1,0). Las leucemias agudas, los tumores ginecológicos y los carcinomas colorrectales fueron los que no se detectaron con mayor frecuencia.
La mortalidad específica por cáncer y el tiempo medio hasta el diagnóstico de cáncer tampoco difirieron entre las dos estrategias. En el grupo de TC, el 0,9% de los pacientes murieron de cáncer, en el segundo grupo el 1,4% (p=0,75). Por término medio, pasaron 4 frente a 4,2 meses hasta el diagnóstico de cáncer (p=0,88).
Los autores concluyeron que la adición de la TC de abdomen/pelvis al cribado rutinario no aportaba un beneficio clínicamente significativo.
¿Menos es más?
En general, la tasa de tumores ocultos fue baja en ambos grupos (con TC 4,5%/sin TC 3,2%, p=0,28), lo que puede deberse a que en este estudio se incluyeron pacientes de 18 años o más y no de mediana edad y mayores como en otros estudios. La edad media de 54 años era, por tanto, algo inferior a la de estudios anteriores, lo que, por supuesto, también influye en la prevalencia y, por tanto, en el beneficio del cribado. Por supuesto, esto no cambia la afirmación básica de que un cribado más exhaustivo no aumenta la tasa de detección de forma relevante. Se llegó a una conclusión similar en otro estudio prospectivo [2].
En última instancia, sigue abierta la cuestión de si, además de los actuales esfuerzos de cribado para detectar la ETV de reciente aparición, son eficaces los exámenes adicionales para diagnosticar el mayor número posible de tumores en estadios tempranos y reducir así la morbilidad y mortalidad específicas del cáncer. En estos momentos, la tendencia es más hacia el “menos es más”.
Además, si hace sólo unos meses se realizó una mamografía o una colonoscopia discreta, apenas es necesario repetir dicho examen en vista de la ETV. Una consideración que también se refleja en el estudio: El cribado del cáncer de mama, de cuello uterino o de próstata sólo se realizó si la paciente no se había sometido ya a dicho cribado en el último año anterior a la ETV.
El cribado se asocia con temores
No hay que olvidar que, además de los costes y la exposición a la radiación, el estrés psicológico para el paciente durante un cribado también es considerable, lo que hace aún más importante un enfoque responsable de las medidas de cribado. Es concebible un programa de cribado ampliado, por ejemplo, en el caso de una petición explícita del paciente o de factores de riesgo adicionales.
Fuente: Carrier M, et al: Screening for Occult Cancer in Unprovoked Venous Thromboembolism. N Engl J Med 2015 Ago 20; 373(8): 697-704
Literatura:
- Carrier M, et al.: Revisión sistemática: el síndrome de Trousseau revisitado: ¿debemos realizar un cribado exhaustivo del cáncer en pacientes con tromboembolia venosa? Ann Intern Med 2008 Sep 2; 149(5): 323-333.
- Van Doormaal FF, et al: ¿Está justificado el cribado exhaustivo del cáncer en el tromboembolismo venoso idiopático? J Thromb Haemost 2011; 9: 79-84.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2016; 4(3): 2