La demencia es expresión y consecuencia de diversas enfermedades. Debido al cambio demográfico, la prevalencia aumenta constantemente. Hace unos años se descubrió una conexión entre la demencia y la hipertensión arterial. Como medida preventiva, una reducción eficaz de la presión arterial podría, por tanto, reducir también el riesgo de demencia.
En Suiza, casi 155.000 personas están afectadas actualmente por la demencia. De media, se realiza un nuevo diagnóstico cada 18 minutos. Se calcula que en 2040 300.000 personas padecerán demencia [1]. Basándose en estos datos, la prevalencia y una terapia eficaz son de especial importancia. La demencia puede tener diferentes causas. Alrededor del 50-70% de los afectados padecen demencia de Alzheimer, y otro 15-25% una forma vascular de la enfermedad [2]. Sin embargo, la presión arterial es un factor de riesgo que hasta ahora se ha subestimado bastante. Según un estudio, el riesgo de demencia aumenta a partir de un valor sistólico normal alto de 130 mmHg [3]. Mientras que sólo el 3,7% de los sujetos con presión baja desarrollaron demencia, el 6,3% de los participantes con valores de 130 mmHg desarrollaron demencia. Además, los pacientes más gravemente afectados eran los que ya padecían hipertensión crónica desde hacía tiempo.
La cuestión ahora era si bajar la tensión arterial con medicación también puede influir positivamente en la tasa de demencia de acuerdo con su efecto sobre el riesgo de ictus e infarto de miocardio. Por ello, un metaanálisis evaluó seis grandes cohortes de estudios observacionales prospectivos [5]. Los datos de más de 31 000 personas mayores de 55 años sin demencia preexistente se estratificaron en dos grupos. En el primer grupo, los participantes tenían valores normales de tensión arterial (<140/<90 mmHg) en el momento de la inclusión en el estudio, y el segundo grupo incluía a aquellos con valores elevados de tensión arterial. La proporción de participantes en el estudio que recibían tratamiento farmacológico antihipertensivo varió y osciló entre el 32,5% y el 62,1%.
Durante el periodo de observación, un total de 3728 participantes en el estudio desarrollaron demencia, 1741 de ellos demencia de Alzheimer. También mostró que los pacientes que recibieron tratamiento para la hipertensión tenían un riesgo significativamente menor de demencia (HR: 0,88; p=0,019) y de enfermedad de Alzheimer (HR: 0,84; p=0,021). Por lo tanto, los investigadores coinciden en que el control de la hipertensión ejerce un efecto positivo y clínicamente relevante sobre el desarrollo de la demencia.
El tratamiento constante muestra su efecto
Sin embargo, la clase de sustancia con la que se trató a las personas afectadas no es decisiva. Ni el inhibidor de la ECA, ni el antagonista de los receptores de la angiotensina II, ni el betabloqueante, el antagonista del calcio o el diurético demostraron ser superiores a los demás. El único factor decisivo es el rango objetivo por debajo de 140/90 mmHg.
Se calcula que uno de cada cuatro adultos en Suiza padece hipertensión arterial [6]. Sin embargo, muchos pacientes no reciben tratamiento o lo reciben de forma inadecuada. La hipertensión no controlada puede deberse a muchas razones. A menudo no se utilizan las opciones terapéuticas. La tasa de respuesta a la monoterapia es de un máximo del 30-40%. Por esta razón, ahora también se propaga inicialmente la administración de una combinación doble. En contraste con la escalada de dosis, la combinación es mucho más eficaz [7]. La combinación de dos fármacos tiene una tasa de respuesta del 80% y también refuerza la adherencia. Porque hasta el 70% de los pacientes no toman su medicación tal y como se les ha prescrito. Según los estudios, el riesgo de incumplimiento aumenta a partir de la administración de tres comprimidos diarios [8,9].
Prefiera combinaciones fijas
Las combinaciones de dosis fijas apoyan eficazmente el régimen terapéutico en este caso. Si no puede conseguirse una reducción eficaz de la tensión arterial con la combinación de dos fármacos en la dosis óptima, debe pasarse a una combinación de tres fármacos, por ejemplo, un inhibidor de la ECA, un antagonista del calcio y un diurético.
Literatura:
- www.alzheimer-schweiz.ch/fileadmin/dam/Alzheimer_Schweiz/de/Publikationen-Produkte/Zahlen-Fakten/Factsheet_DemenzCH.pdf (última consulta: 15.10.2020)
- www.dgn.org/leitlinien/3176-leitlinie-diagnose-und-therapie-von-demenzen-2016 (última consulta: 15.05.2020)
- www.aerztezeitung.de/Medizin/Demenzrisiko-steigt-ab-einem-Blutdruck-von-130-mmHg-308527.html (última consulta: 15.05.2020)
- Abell JG, Kivimäki M, Dugravot A, et al: Asociación entre la presión arterial sistólica y la demencia en el estudio de cohortes Whitehall II: papel de la edad, la duración y el umbral utilizado para definir la hipertensión. Revista Europea del Corazón 2018; 39: 3119-3125.
- Ding J, Davies-Plourde KL, Sedaghat S et al. Medicamentos antihipertensivos y riesgo de demencia incidente y enfermedad de Alzheimer: un metaanálisis de datos de participantes individuales de estudios prospectivos de cohortes. Lancet Neurology 2020; 19: 61-70.
- www.swissheart.ch/herzkrankheiten-hirnschlag/risikofaktoren/blutdruck.html (última convocatoria el 15.05.2020)
- Wald DS, Law M, Morris JK, et al: Terapia combinada frente a monoterapia en la reducción de la presión arterial: metaanálisis sobre 11.000 participantes de 42 ensayos. Am J Med 2009; 122: 290-300.
- Strauch B, Petrák O, Zelinka T, et al.: Evaluación precisa del incumplimiento del tratamiento antihipertensivo en pacientes con hipertensión resistente mediante el análisis toxicológico del suero. J Hypertens 2013; 31: 2455-2461.
- Gupta P, Patel P, Strauch B, et al: Factores de riesgo del incumplimiento del tratamiento antihipertensivo. Hipertensión 2017; 69: 1113-1120.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2020; 18(4): 21