Las enfermedades fúngicas de las uñas son diagnósticos frecuentes en la práctica dermatológica. ¿Qué se recomienda en cuanto a la recogida de material y la detección de patógenos desde la microscopía y la histología hasta la PCR? ¿Qué terapia es adecuada para cada grado de gravedad de la infestación fúngica? La directriz S1 elaborada bajo los auspicios de la Sociedad Dermatológica Alemana ofrece valiosas recomendaciones y consejos sobre estas y otras cuestiones. |
(rojo) En nuestras latitudes, el hongo filamentoso Trichophyton rubrum es el principal responsable de los hongos de las uñas, cuyas esporas son extremadamente persistentes. Los antiestéticos cambios en las uñas no son un mero problema estético, sino una infección grave. “La estética es una cara. Pero aún más importante es que estas enfermedades fúngicas causadas por dermatofitos destruyen lentamente la lámina ungueal. Además, el hongo no desaparece por sí solo y la persona enferma puede infectar a otras”, explicó el Prof. Dr. med. Peter Elsner, responsable de relaciones públicas de la Sociedad Dermatológica Alemana (DDG). Las personas con afecciones subyacentes como la diabetes corren un mayor riesgo de sufrir infecciones fúngicas en pies y uñas, que pueden derivar en complicaciones como infecciones bacterianas de los pies. Para iniciar la terapia adecuada contra los hongos causantes, debe disponerse de un diagnóstico exacto. “Las posibilidades de curación son mayores cuando está afectada un máximo del 30 al 50% de la superficie ungueal. Así que no hay que esperar mucho”, aconseja el Prof. Dr. med. Pietro Nenoff, experto en micología de la DDG de Leipzig y coordinador de la directriz actualizada S1 sobre onicomicosis.
La detección de patógenos es de vital importancia: nueva recomendación para la PCR
Un diagnóstico exacto con detección del patógeno es la base de una terapia exitosa. “Una infección fúngica siempre puede curarse si el diagnóstico es correcto”, afirma el Prof. Nenoff. La directriz recomienda tomar material de las uñas (virutas de uñas) y examinarlo con el microscopio, culturalmente y/o con métodos moleculares. La directriz ofrece recomendaciones detalladas sobre la recogida de material. “También debe descartarse mediante diagnóstico diferencial que no existan otras causas para el cambio ungueal, como la psoriasis”, explicó el Prof. Nenoff. Antes de determinar la terapia, siempre deben obtenerse pruebas diagnósticas de laboratorio del agente patógeno. La novedad de la directriz es que la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) se considera muy adecuada como método para la detección directa de patógenos a nivel del ADN y, en consecuencia, se recomienda para el diagnóstico. “En última instancia, la dermatohistología sólo puede distinguir entre ‘onicomicosis’ o ‘no onicomicosis’, no se determina la especie. En este caso, la PCR es superior a la histología. Lo mejor es una combinación de ambas”, explicó el profesor Nenoff.
Según la gravedad: tratamiento con esmalte de uñas y/o comprimidos antimicóticos
“El tratamiento es un proceso largo que dura muchos meses y requiere mucha cooperación por parte del paciente”, afirma el Prof. Nenoff. El tratamiento específico depende de la gravedad de la infección. Se habla de infección ungueal leve o moderadamente pronunciada cuando está afectado un máximo del 40% de la superficie ungueal o un máximo de tres de cada diez dedos del pie. En estos casos, la directriz aconseja el uso de un esmalte de uñas antifúngico. Existen diferentes esmaltes de uñas que normalmente deben aplicarse una vez a la semana, idealmente después de desbastar o limar la uña afectada. Si la onicomicosis es moderada o grave, debe administrarse un tratamiento oral/sistémico. “Recomendamos una combinación de tratamiento tópico de esmalte de uñas con comprimidos antimicóticos para la terapia, los fármacos antimicóticos terbinafina, fluconazol e itraconazol entran en cuestión”, detalló el Prof. Nenoff. La directriz analiza los agentes farmacoterapéuticos adecuados para la terapia, también en lo que respecta a las interacciones con otros fármacos. Los niños también pueden recibir tratamiento sistémico para la onicomicosis avanzada. “Hay que tener en cuenta que la dosis se ajusta en función de la edad y el peso del niño”, dice el experto. Según los autores de las directrices, estos antimicóticos utilizados para el tratamiento fuera de indicación se consideran opciones de tratamiento seguras y eficaces para los niños.
La terapia con láser también es una de las opciones de tratamiento. El tratamiento con láser por sí solo no se recomienda actualmente en la directriz porque no hay pruebas suficientes de su eficacia. La combinación de la terapia láser con antimicóticos tópicos parece más prometedora.
Fuentes:
- “Directriz sobre hongos en las uñas: Combatir los hongos mediante medicación y “cambios de comportamiento” – Combi de comprimidos y laca de uñas antimicótica para infestaciones moderadas y graves”, Deutsche Dermatologische Gesellschaft (DDG), 21.12.2022.
- Nenoff P, et al: Directriz S1 Onicomicosis, 2022, Registro AWMF nº 013-003
DERMATOLOGIE PRAXIS 2023; 33(1): 40
HAUSARZT PRAXIS 2023; 18(2): 31