Las variaciones en las arterias cerebrales suelen atribuirse a la persistencia o involución excesiva de vasos anastomóticos que son fisiológicos para el embrión. En la mayoría de los casos, estas anastomosis embrionarias persistentes permanecen asintomáticas y sólo se detectan mediante angiografía o en la autopsia. Ocasionalmente pueden arrastrar un aneurisma o comprimir un nervio craneal. A continuación se documenta el raro caso de una arteria hipoglosa primitiva persistente.
Descripción del caso: En una paciente de 65 años, se realizó una angiografía por RM guiada por KM de las arterias que alimentan el cerebro como parte del estudio de una estenosis de rama derecha de la arteria carótida interna (ACI). Esto mostró una hipoplasia severa de ambas arterias vertebrales a nivel cervical. A nivel de HWK1/2, era detectable una arteria calibre que surgía de la circunferencia dorsal de la ACI distal izquierda. Ésta discurría primero ventralmente del HWK1 hacia el cráneo y luego a través de un canal hipogloso agrandado a la izquierda hacia el intracráneo para tomar finalmente el curso de la arteria basilar.
Discusión: La causa de las anastomosis carótidobasilares es la falta de obliteración de las conexiones vasculares embrionarias entre las carótidas y las arterias neurales emparejadas a partir de las cuales se desarrollan posteriormente las arterias vertebrobasilares. La arteria trigémino es la anastomosis carotidobasilar más frecuente, con una incidencia del 0,1-1%. Las otras anastomosis, la A. acustica primitiva, la A. proatlantica y la A. hypoglossica primitiva mostradas aquí son claramente más raras. A excepción del A. proatlantica, la denominación de las anastomosis sigue a los nervios que siguen. El conocimiento de estas variaciones anatómicas es de enorme importancia para un correcto trabajo neurovascular.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2016; 14(5): 39