El tratamiento quirúrgico o radioterapéutico de los ganglios linfáticos regionales prolonga la supervivencia del cáncer de mama y reduce la probabilidad de metástasis a distancia. Sin embargo, el efecto sobre la recurrencia de los ganglios linfáticos regionales parece ser desproporcionadamente menor. Los investigadores han investigado ahora este fenómeno y han examinado más de cerca las vías metastásicas en el cáncer de mama.
El efecto positivo de la radioterapia o la extirpación de los ganglios linfáticos regionales en el pronóstico del cáncer de mama es indiscutible [1,2]. Sin embargo, la terapia reduce sobre todo la aparición de metástasis a distancia, mientras que la influencia sobre las recidivas regionales es significativamente menor [3,4]. Científicos estadounidenses han llegado ahora al fondo de esta paradoja. En un estudio de cohortes, examinaron a 597 mujeres de con cáncer de mama metastásico de diagnóstico reciente para detectar la afectación de los ganglios linfáticos regionales. De este modo, pudieron obtener nuevos conocimientos sobre las vías metastásicas en el carcinoma de mama y respaldar la utilidad de la terapia ganglionar adyuvante – especialmente en pacientes de alto riesgo . La selección de pacientes con cáncer de mama metastásico que no habían recibido ninguna terapia en el momento del estudio proporcionó una visión del curso natural de la enfermedad. De este modo, la diseminación del tumor y la importancia de los ganglios linfáticos regionales para la progresión pudieron analizarse en gran medida sin factores iatrogénicos influyentes.
Tratamiento nodal en transición
Aunque la terapia de las estaciones de ganglios linfáticos regionales aporta claros beneficios para la supervivencia, no deben descuidarse los posibles efectos negativos. Por ejemplo, el riesgo de linfedema es considerable. La introducción de la biopsia del ganglio linfático centinela y la creciente importancia de la radiación regional han reducido la tasa de disección axilar quirúrgica en los últimos años [5,6]. Los avances tecnológicos no sólo permitieron reducir la morbilidad asociada al tratamiento, sino también controlar la enfermedad a más largo plazo[7–9]. Las indicaciones exactas y los métodos de tratamiento axilar siguen en constante cambio y se presentan constantemente nuevos resultados sobre el enfoque ideal. Una cuidadosa evaluación de riesgos y beneficios es el centro de las consideraciones terapéuticas.
Los caminos del cáncer son (no) insondables
Para poder comprender la importancia de la terapia adyuvante regional en todas sus facetas, es esencial conocer con la mayor precisión posible sus efectos sobre el curso de la enfermedad. Aquí, las vías metastásicas desempeñan un papel decisivo. Si éstas pueden interrumpirse eficazmente, ello tiene efectos duraderos sobre el riesgo de recidiva y la gravedad de las posibles recaídas. En el estudio publicado en la Red JAMA, la afectación de los ganglios linfáticos se analizó mediante PET-TAC y en parte mediante biopsias. La edad media de los participantes en el estudio era de 53 años. Se recogieron datos de pacientes con cáncer de mama metastásico de novo que acudieron al Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York entre 2006 y 2018. El 85,8% tenía afectación de los ganglios linfáticos regionales. Los ganglios linfáticos axilares del nivel I estaban afectados en un 85%, los del nivel II en un 55% y los del nivel III en un 23%. Además, el 17% de las pacientes mostraron afectación de la fosa supraclavicular y el 16% de los ganglios linfáticos mamarios. Los ganglios linfáticos regionales se vieron afectados con mayor frecuencia en los tumores con receptores de estrógenos negativos que en los tumores que expresaban receptores de estrógenos. Además, los autores observaron que la afectación de los ganglios linfáticos en el momento del diagnóstico no influía en la supervivencia global.
Según los autores del estudio, estos resultados indican que la afectación de los ganglios linfáticos regionales precede regularmente a la metástasis a distancia. Esta es probablemente también la razón de la reducción significativa del riesgo de metástasis a distancia tras la radiación o disección axilar. Al combatir las metástasis en los ganglios linfáticos regionales, a menudo no detectadas, se puede evitar una mayor propagación de la enfermedad, a veces incluso antes de que se manifieste regionalmente y pueda detectarse radiológicamente. Los científicos achacan la reducción desproporcionadamente menor de las recidivas locales por radiación, en particular, a los problemas de diagnóstico que plantea la afectación de los ganglios linfáticos, a menudo asintomática durante mucho tiempo.
Estas conclusiones refuerzan nuestra comprensión de las vías metastásicas en el cáncer de mama y demuestran la importancia de una gestión regional suficiente mediante un análisis sencillo. Aunque ya se ha avanzado mucho en este sentido, es de esperar que el potencial de optimización en el ámbito de la estratificación del riesgo y las posibilidades técnicas pueda aprovecharse mejor en un futuro próximo.
Fuente: Bitencourt A, et al. Afectación de los ganglios linfáticos regionales entre las pacientes con cáncer de mama metastásico de novo. JAMA Netw Open. 2020; 3(10): e2018790.
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