Si se produce menos hormona tiroidea de la que el organismo necesita, existe hipotiroidismo. La enfermedad, que es tanto congénita como adquirida, provoca diversos síntomas como fatiga, falta de ánimo, dolores de cabeza o estreñimiento. Entonces está indicada la sustitución eficaz y permanente con L-tiroxina.
El hipotiroidismo es una de las enfermedades hormonales más comunes y aumenta con la edad. Alrededor de una a dos de cada 200 personas en Suiza están afectadas de hipotiroidismo – las mujeres algo más frecuentemente que los hombres [1]. La enfermedad suele desarrollarse de forma insidiosa, por lo que los síntomas inespecíficos no se asocian inmediatamente a ella. Las quejas típicas incluyen una bajada del rendimiento, fatiga, mayor necesidad de dormir, sensibilidad al frío, problemas de concentración o cabello con aspecto de paja y uñas quebradizas. El hipotiroidismo suele desarrollarse de forma oligosintomática. Por lo tanto, en casos de depresión, demencia, dolor muscular, debilidad muscular o enfermedades autoinmunes, por ejemplo, también debe considerarse la posibilidad de que exista un hipotiroidismo.
Se distingue entre hipotiroidismo primario (causado en la glándula tiroides, déficit de tiroxina), hipotiroidismo secundario (causado en la hipófisis, déficit de TSH) e hipotiroidismo terciario (causado en el hipotálamo, déficit de TRH), estando presente la forma primaria en el 95% de los casos [2]. Las principales causas son la tiroiditis autoinmune y el estado tras una estrumectomía. A veces, el problema ya está presente en los recién nacidos, por lo que en Suiza existe un cribado obligatorio por ley. Si no se trata, el hipotiroidismo puede provocar baja estatura, alteraciones del habla, retraso de la pubertad, disminución de la inteligencia y trastornos del habla [1]. Los recién nacidos con hipotiroidismo se caracterizan sobre todo por la pereza a la hora de beber, el estreñimiento, la falta de movimiento y el encadenamiento neonatal prolongado.
Estrategia global de clarificación
El diagnóstico de hipotiroidismo se basa en las mediciones de laboratorio de TSH y fT4, definiéndose como rangos de referencia o valores normales relevantes los valores que se sitúan entre los 2,5. y 97.5. percentil de una población aparentemente sana [3]. Sin embargo, esto siempre se cuestiona críticamente. Actualmente se están investigando parámetros que permitan un diagnóstico más individual y mejor del hipotiroidismo. Con respecto al enfoque actual centrado en la TSH, debe tenerse en cuenta que el límite superior del intervalo normal, en su mayoría 4,0 mU/L, aumenta especialmente en las personas mayores y que la concentración de TSH tiene un ritmo circadiano con un nadir por la tarde y concentraciones más altas por la noche. En principio, se recomienda repetir la medición de TSH al cabo de 2-3 meses en pacientes con TSH elevada y fT4 en el rango normal. Aproximadamente la mitad de todos los niveles elevados de TSH entre 4 y 10 mU/L se normalizan sin terapia durante las visitas de seguimiento en un plazo de 5 años [3]. Dado que la tiroiditis de Hashimoto es la causa más común de hipotiroidismo, también deben determinarse los anticuerpos tiroperoxidasa (TPO-AK) y los anticuerpos tiroglobulina (Tg-AK) si los niveles de TSH son elevados. En este caso, también se suele realizar una ecografía tiroidea para aclarar una posible tiroiditis de Hashimoto.
Tratamiento farmacológico indicado
Según un consenso internacional, el hipotiroidismo manifiesto es una indicación clara de terapia [3]. Esto depende del nivel del valor de TSH, la edad y los síntomas/comorbilidades acompañantes. La Sociedad Europea de Tiroides recomienda la administración diaria de un preparado de LT4 unos 30 minutos antes del desayuno o por la noche antes de acostarse, al menos dos horas después de la última comida [4]. La dosis recomendada para el hipotiroidismo latente es de aproximadamente 1,5 µg/kg/día, lo que corresponde a unos 75 a 100 µg en las mujeres y a unos 100 a 125 µg en los hombres.
Literatura:
- www.beobachter.ch/gesundheit/krankheit/schilddrusenunterfunktion-hypothyreose (última consulta: 20.06.2021)
- Formación médica continua. Hipotiroidismo. Práctica 2007; 96: 1411-1418.
- Pilz S, Theiler-Schwetz V, Malle O, et al: Hipotiroidismo: directrices, nuevas pruebas y práctica clínica. Revista de Endocrinología Clínica y Metabolismo 2020; 13: 88-95.
- Pearce SH, Brabant G, Duntas LH, et al: Directriz de la ETA: tratamiento del hipotiroidismo subclínico. Eur Thyroid J 2013; 2: 215-228.
CARDIOVASC 2021; 20(2): 20