Las terapias biológicas anti-T2 pueden reducir eficazmente las exacerbaciones agudas y la necesidad de dosis diarias de esteroides orales en el asma eosinofílica grave. Sin embargo: El flujo espiratorio (FEV1) se beneficia poco de ello y sólo muestra mejoras moderadas a pesar de la buena eficacia de los biológicos. Por ello, los investigadores se preguntaron: ¿Existen otros factores que aborden mejor la disfunción de las vías respiratorias pequeñas (DVA)?
El equipo de científicos de la LungenClinic Grosshansdorf (D) quería investigar si las mediciones de la TAS en pacientes con asma eosinofílica grave podrían correlacionarse mejor o incluso ser útiles para predecir la respuesta clínica a la terapia biológica, y posiblemente describir un fenotipo específico dentro de esta población asmática grave. Para ello, evaluaron los datos de pacientes que habían sido incluidos previamente en la cohorte prospectiva longitudinal alemana All Age Asthma Cohort (ALLIANCE) [1]. ALLIANCE recluta a pacientes con asma de todas las gravedades y fenotipos inflamatorios. Finalmente, se incluyeron 20 pacientes adultos que estaban en tratamiento con agentes biológicos anti-T2 para el asma eosinofílica grave (mepolizumab, n=18; benralizumab, n=1; dupilumab, n=1).
Todos los pacientes recibieron corticosteroides inhalados (CSI; equivalente medio de fluticasona inhalada 818 ± 403 µg) y agonistas β2-adrenoceptores de acción prolongada (ABAP). El 55% fueron tratados con antagonistas de los receptores muscarínicos de acción prolongada (LAMA) y el 80% recibieron corticosteroides orales (CSO, dosis media diaria de prednisolona 6,4 ± 4,9 mg) antes de iniciar las terapias biológicas. El FEV1 medio previsto al inicio del estudio fue del 76 ± 21%.
El control del asma se evaluó mediante oscilometría de impulsos (IOS) a través de una prueba de control del asma (ACT) y el número de exacerbaciones graves. La función de las vías respiratorias pequeñas se derivó utilizando la dependencia de la frecuencia de la resistencia (FDR) y el flujo espiratorio medio del 25 al 75% de la capacidad vital forzada (FEF25-75). Otros parámetros examinados fueron el volumen residual (RV y RV/DC), los eosinófilos en sangre y el FeNO. La respuesta clínica se definió como una reducción de al menos el 50% de las exacerbaciones graves anuales y de las dosis diarias de esteroides orales, acompañada de un aumento de 3 puntos en la puntuación del ACT.
FDR y eosinófilos con mejor poder predictivo
No hubo diferencias significativas en los valores basales de todas las variables clínicas entre los respondedores y los parciales/no respondedores, excepto en el FDR%pred, que fue significativamente mayor en los respondedores. El área bajo la curva (AUC) para el FDR%pred fue mejor que para el FeNO, los eosinófilos en sangre y el FEV1 (tab. 1). Con un punto de corte del 191%, se observó una sensibilidad del 75%, una especificidad del 71% y un AUC del 79% (IC del 95%: 59-99; p=0,035) para el FDR%. El mejor AUC se obtuvo cuando el FDR%pred se combinó con los eosinófilos sanguíneos. Con unos valores de corte para el FDR de 216%pred y unos eosinófilos en sangre de 365/μl, la curva ROC mostró una sensibilidad del 75%, una especificidad del 87% y un AUC del 85% (IC del 95%: 67-100; p=0,01) (Fig. 1).
Dentro de los grupos de respuesta, los respondedores a las terapias biológicas anti-T2 mostraron mejoras significativas en todos los marcadores clínicos (FeNO, FEV1, FDR, eosinófilos en sangre) frente a los respondedores parciales y los no respondedores. La mejor capacidad predictiva de la respuesta clínica entre todos los marcadores clínicos probados fue la combinación de FDR y eosinófilos en sangre. Comparada respectivamente con el FEV1(R2=0,25, p=0,013), la puntuación FDR presentaba mejores correlaciones tanto con la puntuación ACT(R2=0,42, p=0,001) como con la reducción de las exacerbaciones (R2=0,41, p=0,001; FEV1:R2=0,20, p=0,025).
Estos datos, concluyen los autores, demuestran que la disfunción grave de las vías respiratorias pequeñas mejora significativamente con la terapia biológica anti-T2. Además, se observó que las medidas de IOS del TAE previas al tratamiento eran predictores significativos de la respuesta clínica, lo que sugiere que el TAE grave puede describir un fenotipo distinto con implicaciones terapéuticas en pacientes con asma eosinofílica grave. Según ellos, las mediciones oscilométricas del TAE parecen ser herramientas viables en la selección de pacientes aptos para la terapia biológica anti-T2, más allá de la medición más bien burda del recuento de eosinófilos en sangre, que a menudo se ve influido por diversos factores (por ejemplo, dosis de esteroides inhalados u orales, variaciones diurnas, comorbilidades atópicas).
Literatura:
- Abdo M, Watz H, Veith V, et al: Disfunción de las vías respiratorias pequeñas como predictor y marcador de la respuesta clínica a la terapia biológica en el asma eosinofílica grave: un estudio observacional longitudinal. Respir Res 2020; 21: 278; doi: 10.1186/s12931-020-01543-5.
PRÁCTICA GP 2021, 16(3): 32-34
InFo NEUMOLOGÍA Y ALERGOLOGÍA 2021; 3(2): 22-23