El uso de remedios caseros para problemas de salud menores está muy extendido entre los pacientes de los países occidentales. Esto también lo confirmó un estudio realizado en Suiza en 2020. En total, más de 300 pacientes de 15 consultas médicas de la región de Ginebra participaron en el estudio.
En 2018 se publicó uno de los pocos estudios europeos sobre el uso de remedios caseros no farmacológicos (RNF ) en atención primaria. Se trataba de una encuesta a médicos de cabecera [1,2]. El agua salada, los ejercicios de estiramiento y las aplicaciones de frío se consideraron NPHR útiles, pero rara vez se prescribieron en la práctica. Winkler et al. 2022 destacaron la perspectiva de los pacientes en su estudio, centrándose en lo siguiente [2]:
- Frecuencia de uso de NPHR en pacientes de atención primaria
- Razones para utilizar NPHR
- Asociaciones entre las características sociodemográficas y el uso de los RNPH
¿Qué se entiende por “remedios caseros” en este contexto?
Para evitar sesgos debidos a malentendidos, Winkler et al. estableció la siguiente definición de trabajo: Los NPHR son remedios que (i) no estén disponibles en una formulación farmacéutica comercial; y (ii) no requieren la ayuda externa de terapeutas [1,2]. En consecuencia, se excluyeron los medicamentos con receta, pero también los medicamentos de venta libre y los fitoterapéuticos (por ejemplo, preparados de arándano rojo, aceites esenciales) y los tratamientos realizados por profesionales sanitarios (por ejemplo, fisioterapia, osteopatía), así como los métodos de medicina complementaria y alternativa (por ejemplo, acupuntura, homeopatía) [6]. Se consideraron otros remedios o métodos, por ejemplo, plantas o hierbas, técnicas, ejercicios o el uso de objetos sencillos.
Metodología y realización del estudio
Este estudio se diseñó como una encuesta aleatoria por grupos. La recogida de datos se realizó entre pacientes adultos de atención primaria en las salas de espera de consultas de medicina general seleccionadas al azar. La población del estudio incluyó a pacientes mayores de 18 años capaces de dar su consentimiento informado y de leer y comprender todos los documentos del estudio en francés. Se excluyó a los pacientes que se encontraban en una situación de emergencia aguda o que indicaron que se encontraban demasiado mal para participar en el estudio. El coinvestigador estuvo presente en las respectivas salas de espera de los médicos de cabecera que dieron su consentimiento y sugirió el estudio a los siguientes pacientes, les informó sobre el estudio y obtuvo el consentimiento informado por escrito antes de distribuir el cuestionario autocumplimentado.
Resultados
De las consultas de medicina general contactadas, un total de 15 aceptaron que el estudio se realizara en sus salas de espera, de las cuales ocho eran consultas de grupo y siete eran consultas de medicina general individuales La tasa de participación de los pacientes fue del 80,5% (n=314). La edad media de los participantes en el estudio era de 52 años. La mayoría de los participantes eran mujeres (60,5%), suizos (71,1%) y vivían en una zona urbana (70,7%). Casi dos tercios (64,4%) de todos los participantes declararon utilizar NPHR. Se utilizaron principalmente para la prevención (55,3%), el autotratamiento (41,0%) o como alternativa a la medicina convencional (40,5%). Estos últimos, bien para limitar el número de medicamentos tomados (27,2%), bien para evitar los efectos secundarios asociados a los medicamentos (21,1%) y para evitar o retrasar la visita al médico (38,5%). Por otro lado, las principales razones de la no utilización fueron el desconocimiento del PNSR (48,6%), pero también el deseo de consultar al médico de cabecera (38,5%) y la facilidad de acceso a la atención sanitaria (35,8%).
Aproximadamente dos tercios de los usuarios consideraron que era responsabilidad del médico de cabecera informarles sobre el RNPH, ya fuera de forma espontánea (36,4%) o a petición explícita de los pacientes (32,3%), mientras que un tercio consideró que no era su responsabilidad (30,3%). En consecuencia, dos tercios de los usuarios no hablaron con su médico de cabecera sobre el uso del RNPH (66,5%).
Literatura:
- Winkler NE, et al.: BMC Complement Med Ther 2022; 22(1): 126.
- Sebo P, et al.: Swiss Med Wkly 2018; 148(4344).
CARDIOVASC 2023; 22(2): 4
HAUSARZT PRAXIS 2023; 18(6): 44
InFo PNEUMOLOGIE & ALLERGOLOGIE 2023; 5(3): 24