Descripción del caso: Informamos sobre una paciente de 31 años de edad a la que se le realizó un esclarecimiento médico debido a un dolor de cuello de nueva aparición al realizar esfuerzos sin síntomas neurológicos concomitantes.
La resonancia magnética reveló una masa intraósea en la unión craneocervical (Fig. 1) , que se parecía mucho a un cordoma en cuanto a la morfología de la imagen. Para confirmar el diagnóstico, se realizó una biopsia transoral, que confirmó la sospecha de un cordoma [1].
Diagnóstico por resonancia magnética y tomografía computarizada: Las secuencias ponderadas en T2 mostraron una masa hiperintensa en el clivus con extensión sobre el os occipitale en el foramen magnum y sobre los cóndilos occipitales, así como sobre el atlas en la dorsal y el cuerpo del axis. (Fig. 2 y 3). La masa se extendía ventralmente a nivel del foramen magnum hasta la arteria carótida interna extracraneal derecha y tenía un amplio contacto con el foramen yugular y la vena yugular derecha. La arteria vertebral estaba tapiada en ambos lados a nivel del HWK 2, en la izquierda más que en la derecha. La masa mostraba una fuerte acumulación, algo no homogénea, de medio de contraste. En la tomografía computarizada suplementaria, la masa aparecía como una osteólisis extensa sin calcificaciones.
Curso: Debido a la extensa infiltración y osteólisis de las estructuras óseas en la unión craneocervical, fue necesaria la estabilización desde el lado dorsal antes de la resección tumoral planificada. En un primer paso, los cirujanos ortopédicos realizaron una fusión occipitocervical utilizando un sistema de placa dorsal-tornillo (fig. 4). En la misma operación, se pudieron resecar partes del cordoma alrededor de la arteria vertebral en ambos lados.
Nueve días después, los colegas de ORL y neurocirugía realizaron la resección completa transnasal-transoral combinada del cordoma con técnica endoscópica asistida. Con ello podría lograrse una resección completa del cordoma. En los controles postoperatorios por resonancia magnética se confirmó la resección completa (Fig. 5). El curso postoperatorio clínico estuvo libre de complicaciones. La paciente pudo ser dada de alta a su domicilio libre de síntomas tras una buena estancia hospitalaria de un mes y medio y se planificó la radioterapia adyuvante. El control por resonancia magnética a los seis meses no mostró ninguna recidiva.
Conclusión: La estrecha cooperación interdisciplinar entre neurorradiología, ortopedia, ORL y neurocirugía permitió alcanzar el objetivo de una resección completa de este cordoma complejo en la unión craneocervical.
Literatura:
- Choi D, et al: Resultado de 132 operaciones en 97 pacientes con cordomas de la unión craneocervical y la columna cervical superior. Neurocirugía 2010; 66(1): 59-65.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2016; 14(3): 36-37