La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) afecta aproximadamente al 10-20% de la población de los países industrializados occidentales [1]. El uso del alginato como alternativa o complemento a los inhibidores de la bomba de protones (IBP) en la ERGE fue el tema central del simposio sectorial “Las múltiples caras de la terapia del reflujo” celebrado el 18 de abril de 2021 en la reunión digital anual de la Sociedad Alemana de Medicina Interna (DGIM).
El profesor Dr. Joachim Labenz (Diakonie-Klinikum Jung-Stilling, Siegen) comenzó con una visión general del complejo cuadro clínico del “reflujo” y la necesidad de terapias individualizadas [2,3]. Como los IBP sólo tratan el reflujo ácido, a menudo sólo pueden proporcionar un control inadecuado de los síntomas [4,5]. Dependiendo del tipo de reflujo, pueden utilizarse alternativas como los alginatos para el control de los síntomas y la protección de la mucosa [4]. El tratamiento con IBP sólo es obligatorio en pacientes con reflujo que presenten esofagitis grave, estenosis péptica o esófago de Barrett con alto riesgo de dis/neoplasia [6]. En caso de síntomas de alarma, antecedentes familiares llamativos y tras cuatro a ocho semanas de tratamiento con IBP, los hallazgos deben aclararse endoscópicamente [3,7]. “Porque no todas las personas con ERGE tienen síntomas típicos de reflujo y no todas las personas con síntomas de reflujo tienen ERGE”, afirma Labenz [8-10].
Gestión sintomática en lugar de sobretratamiento
Para los pacientes de menor riesgo, se recomiendan alternativas como los alginatos [8]. En el reflujo ácido debido al aumento de la presión postprandial sobre la bolsa ácida, éstas serían una opción, ya que forman una capa protectora física [11,12]. Los alginatos también son adecuados para la enfermedad por reflujo no erosivo (ERNE) y las afecciones generales por reflujo [13,14]. “Para evitar el sobretratamiento, el tratamiento farmacológico a largo plazo debe basarse en los síntomas”, explicó Labenz. Con un control suficiente de los síntomas, el alginato es suficiente y también es adecuado como alternativa a los IBP o como complemento para los trastornos del sueño relacionados con el reflujo [15-17]. La terapia de la ERGE con alginatos se ha probado durante décadas y su eficacia ha quedado demostrada en diversos ensayos clínicos aleatorizados [18-20].
También es seguro para las mujeres embarazadas
Es importante tenerlo en cuenta en el caso de las pacientes embarazadas. “En este caso, debe llevarse a cabo una gestión escalonada: Las medidas generales forman la base de esta pirámide. Si el control de los síntomas es insuficiente, puede recomendarse entonces el tratamiento con un antiácido, alginato o sucralfato. Sólo en caso de fracaso pueden utilizarse antagonistas de los receptores H2, así como IBP como última opción”, guió Labenz a través del diagrama. El alginato es eficaz y seguro en mujeres embarazadas, incluso en combinación con antiácidos, y no afecta a los niveles séricos de sodio [21].
El paciente refractario a los IBP
El profesor Dr. Ahmed Madisch (KRH Klinikum Siloah, Hannover) ofreció una visión general del fracaso del tratamiento con IBP [22,23]. La causa puede ser un diagnóstico erróneo, un reflujo no ácido, un trastorno funcional subyacente o problemas con la bolsa de ácido [24]. Esta última posibilidad de manifestación es la causa más importante de las molestias por reflujo refractarias a los IBP en la ERGE [25]. “Los IBP son la terapia de elección para la ERGE, pero aquí existe un vacío terapéutico relevante”, afirma Madisch. Los alginatos son una opción terapéutica complementaria basada en la evidencia para los síntomas de reflujo y los síntomas residuales posprandiales persistentes bajo IBP [16,22,26].
PPI step-off: aprender de la práctica
El profesor Dr. Martin Storr (Centro de Endoscopia, Starnberg) abordó la prescripción demasiado frecuente de IBP fuera de indicación, la continuación de terapias temporales y la creciente presión prescriptora [27]. Utilizando el ejemplo de un paciente, demostró que los IBP no siempre son la primera opción: En el caso del fumador con sobrepeso con una esofagogastroduodenoscopia sin hallazgos, el estreñimiento o el estómago irritable también podrían ser diagnósticos posibles además de la ERGE. “Siempre que sea posible, debe evitarse el uso prolongado de IBP”, afirma Storr. Sin embargo, el abandono del tratamiento con IBP no siempre es fácil, sobre todo si no era necesario en un principio. Debido a un efecto de habituación, las molestias asociadas a la acidez también aparecieron en personas sanas tras interrumpir un IBP [28,29]. Es indispensable mantener una conversación informativa con el paciente y considerar la posibilidad de interrumpir el IBP. Es posible administrar al paciente alginato para superar este rebote. La dosis de IBP también puede reducirse lentamente o puede ofrecerse al paciente un régimen estandarizado de disminución progresiva. Hay que ofrecer planes individuales para personas diferentes. “He adquirido el hábito de ofrecer a todos los pacientes una ayuda puente para la desconexión”.
Las presentaciones del Simposio DGIM, incluida la ronda de debate final, siguen disponibles bajo demanda hasta DGIM 2022 (del 30 de abril al 3 de mayo de 2022): https://dgim.meta-dcr.com/kongress2021/events/2021-04-18-13-00-die-vielen-gesichter-der-refluxtherapie-fragen-und-antworten
Literatura:
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Fuente: Comunicado de prensa, Gabinete de prensa Gaviscon, c/o ISGRO Gesundheitskommunikation GmbH & Co. KG, Sophienstrasse 17, 68165 Mannheim, Alemania
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