La interacción de los componentes físicos y mentales en las enfermedades cutáneas también fue un tema tratado con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada año en octubre. La psicodermatología se ha consolidado. Sus hallazgos han sido validados científicamente. En particular, la integración temprana de la perspectiva biopsicosocial en el tratamiento puede desempeñar un papel importante en el éxito del tratamiento de las enfermedades cutáneas.
La psicodermatología moderna se basa en el modelo de enfermedad biopsicosocial. Éste afirma que los factores biológicos, psicológicos y sociales desempeñan un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de las enfermedades cutáneas. “Los factores psicosociales intervienen en el desarrollo de todas las enfermedades. Interactúan y se producen de forma no lineal a lo largo de todo el curso de la enfermedad”, explicó la Prof. Dra. Eva Peters, Jefa del Laboratorio de Psiconeuroinmunología del Departamento de Medicina Psicosomática de la Universidad de Giessen. Para la Prof. Peters no es sorprendente la frecuencia del estrés psicológico y la enfermedad, sobre todo en los pacientes cutáneos. Incluso anatómicamente, la piel está estrechamente conectada con el cerebro a través de su inervación. Esto significa que los mensajeros del estrés pueden intervenir directamente en los procesos inflamatorios de la piel en caso de estrés psicológico. También hay pruebas en la investigación de que los estados de ánimo depresivos tienen consecuencias en la función inmunitaria, mientras que, a la inversa, la inflamación sistémica también puede conducir directamente a estados de ánimo depresivos. Por ello, la experta recomienda: “Si un paciente acude a la consulta dermatológica con una neurodermatitis grave, por ejemplo, durante la anamnesis deben preguntarse también los factores psicológicos y sociales e incorporarlos a la planificación del tratamiento”. Según la comprensión moderna, se considera que la salud física y mental en las enfermedades de la piel están interrelacionadas. Enfermedades como la psoriasis y la dermatitis atópica, para las que ahora se han descubierto complejas correlaciones psiconeuroinmunológicas, son ejemplos de ello, según el profesor Peters. Por ejemplo, los deterioros agudos en los hallazgos no tienen desencadenantes monocausales, sino más bien una variedad de posibles desencadenantes, incluido el estrés o acontecimientos vitales especialmente estresantes.
Los estudios actuales sugieren que alrededor del 20-40% de todos los pacientes que sufren una enfermedad cutánea padecen también una enfermedad mental, como depresión o un trastorno de ansiedad. También son frecuentes las quejas físicas que indican que los afectados sufren un estrés grave, como agotamiento, problemas gastrointestinales o dolor. Las consecuencias psicosociales de la visibilidad de los trastornos cutáneos y capilares también pueden ser estresantes y provocar vergüenza, inseguridad, estigmatización y alejamiento de la opinión pública entre los afectados. |
El objetivo de la psicodermatología es optimizar el cuidado de los pacientes dermatológicos. Esto se consigue identificando los factores psicológicos y las enfermedades acompañantes según sea necesario e integrando enfoques psicoterapéuticos adecuados en el tratamiento. El objetivo es implicar aún más a los pacientes en el proceso de tratamiento y reforzarles en el afrontamiento de su enfermedad y en la autogestión.
En dermatología, los avances farmacológicos de las dos últimas décadas han mejorado enormemente las opciones de tratamiento de las enfermedades inflamatorias crónicas. “Sin embargo, incluso las terapias modernas alcanzan a veces sus límites en las enfermedades cutáneas crónicas complejas. Aquí es donde la psicodermatología puede ampliar el abanico de tratamientos y mejorar la terapia”, declaró el Prof. Dr. Peters. Estos enfoques terapéuticos se han investigado muy bien para el eccema atópico y el prurito. Se dispone de pruebas para los métodos de relajación y los programas de entrenamiento de pacientes, así como para ciertos métodos psicoterapéuticos. “El tratamiento psicosomático conjunto precoz puede ayudar a contrarrestar el empeoramiento, la cronificación o la resistencia a la terapia en el curso de una enfermedad cutánea y derivar rápidamente las enfermedades mentales tratables a una atención adecuada”, resumió el experto. |
Fuente: “Tratamiento holístico de las enfermedades cutáneas: Utilizar la psicodermatología para combatir el deterioro, la cronificación o la resistencia a la terapia”, Sociedad Dermatológica Alemana (DDG), 08/10/2024.
DERMATOLOGIE PRAXIS 2024; 34(5): 20 (publicado el 28.10.24, antes de impresión)