Desde hace aproximadamente un año, la pandemia de COVID 19 está marcando la vida cotidiana en la mayoría de los ámbitos médicos y sociales. Entre la multitud de aspectos pandémicos que afectan a la rutina diaria de los dermatólogos, se han planteado cuestiones sobre cómo proceder con la terapia de fármacos sistémicos y la constatación de que las cifras de incidencia del cáncer de piel han disminuido, pero el grosor de los tumores ha aumentado en los casos recién diagnosticados.
Hoy en día, las enfermedades cutáneas graves pueden tratarse con éxito con fármacos moduladores o supresores del sistema, y si los tumores cutáneos se detectan a tiempo, existe una amplia gama de opciones de tratamiento. Sin embargo, la pandemia coronaria ha tenido un impacto significativo en estas áreas de indicación y ha provocado una gran incertidumbre.
Conclusión hasta el momento: ninguna interrupción por descuido de la terapia del sistema
“En las infecciones coronarias, la activación del sistema inmunitario desempeña un papel, por lo que no se puede decir de forma generalizada que una mayor o menor reacción inmunitaria sea buena”, afirma el Prof. Dr. Tilo Biedermann, presidente de la Sociedad Dermatológica Alemana (DDG) [1,2]. Muchos pacientes con enfermedades dermatológicas se benefician del tratamiento con productos biológicos que frenan la reacción exagerada del sistema inmunitario. La experiencia y los estudios realizados tras un año de pandemia de corona confirman la suposición de que para la gran mayoría de los pacientes no ha habido ninguna o sólo una ligera influencia en la respuesta inmunitaria al virus. El Prof. Dr. med. Peter Elsner, responsable de relaciones públicas del DDG, evalúa la situación del siguiente modo: “Una terapia eficaz e indicada de una enfermedad subyacente no debe interrumpirse o pausarse a la ligera y en la mayoría de los casos puede mantenerse sin mayores preocupaciones” [1]. Sin embargo, aún no existe una respuesta válida para todas las opciones de terapia sistémica y pacientes a la pregunta de si un tratamiento debe continuar sin cambios. “En el caso de la neurodermatitis, por ejemplo, no todas las terapias deben evaluarse por igual. Los fármacos que reducen específicamente la llamada reacción inmunitaria de tipo 2 mal dirigida tienen un efecto positivo contra la infección vírica”, explica el Prof. Biedermann [1]. Por otro lado, los fármacos inmunosupresores como los glucocorticoides, la ciclosporina, la azatioprina o el metotrexato conllevan ciertos riesgos. El presidente del DDG aboga por una decisión individual sobre si la terapia debe mantenerse, cambiarse o adaptarse. “Cualquier cambio debe sopesarse siempre en el contexto de un posible empeoramiento de la enfermedad subyacente y, por tanto, de un riesgo para los pacientes”, afirma el Prof. Biedermann [1].
Disminuyen las cifras de incidencia del cáncer de piel, pero aumenta el grosor de los tumores
Cancelar o posponer las citas con el dermatólogo puede tener graves consecuencias para la detección precoz del cáncer de piel. Numerosos estudios describen el descenso en el diagnóstico de tumores cutáneos desde el inicio de la pandemia. Según una encuesta internacional realizada entre dermatólogos por la Sociedad Internacional de Dermatoscopia (IDS), durante este periodo se diagnosticaron muchos menos casos de cáncer de piel no melanoma y de melanoma maligno [3]. Un estudio retrospectivo publicado en Cancers 2021 con datos de más de 100 000 pacientes de 1660 consultas concluyó que los diagnósticos de tumores cutáneos se redujeron un 25,6% en marzo de 2020 y hasta un 42,9% en abril de 2020 en las consultas de dermatología y un 19,6% en marzo de 2020 y un 29,3% en abril de 2020 en las consultas generales [4]. Los datos que registran la evolución del grosor de los tumores indican que las razones de la reducción de las cifras de incidencia no son una disminución efectiva de los nuevos casos de cáncer de piel, sino que los pacientes evitaron las visitas al dermatólogo, retrasando así el diagnóstico [5](recuadro). La consecuencia de ello es que el pronóstico de quienes padecen la enfermedad se deteriora considerablemente.
Un estudio publicado en el Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology (JEADV) muestra que las cifras de incidencia del melanoma descendieron de 158 melanomas en los dos meses anteriores al bloqueo a 34 melanomas en el periodo del primer bloqueo [5]. En los dos meses siguientes, las cifras de incidencia volvieron a aumentar sólo ligeramente, hasta 45. Antes del bloqueo, el grosor medio del tumor era de 0,88 mm, disminuyó a 0,66 mm bajo el bloqueo y aumentó a 1,96 mm después del bloqueo. “Estas cifras sobre el melanoma muestran de forma impresionante que los pacientes sometidos al bloqueo visitaron con menos frecuencia al dermatólogo con un diagnóstico sospechoso de cáncer de piel. Al mismo tiempo, está claro que este “comportamiento de espera” provocó un aumento del grosor tumoral directamente después del bloqueo”, explica el Prof. Dr. med. Alexander Enk, director médico de la Clínica Universitaria de Dermatología de la Universidad Ruprecht Karls de Heidelberg y ex presidente de la Sociedad Alemana de Dermatología (DDG). |
Llamamiento para la detección y el seguimiento del cáncer de piel
La Sociedad Dermatológica Alemana (DDG) hace hincapié en la importancia del cribado y el seguimiento del cáncer de piel [6]. “Los pacientes con lesiones cutáneas evitaron las consultas y clínicas durante el bloqueo inicial, lo que redujo el número de diagnósticos de cáncer de piel”, afirma el Dr. Alexander Enk, director médico de la Clínica Dermatológica Universitaria de la Universidad Ruprecht Karls de Heidelberg y ex presidente de la Sociedad Dermatológica Alemana (DDG) [6]. Gracias a los conceptos de higiene, las mascarillas médicas, las normas de distancia y el creciente número de personas vacunadas contra el SRAS-CoV-2, la situación es ahora tal que las citas médicas son posibles con poco riesgo de infección. “Como sociedad profesional, hacemos un llamamiento urgente a la población para que no espere cuando se produzcan cambios en la piel, sino que se haga examinar inmediatamente. No cabe duda de que deben realizarse exámenes de detección precoz del cáncer de piel, pero también cuidados de seguimiento”, afirma el Prof. Elsner [6]. El DDG apoya expresamente las directrices de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que recomiendan, entre otras cosas, un mayor uso de la telemedicina para los diagnósticos de sospecha de cáncer de piel.
Literatura:
- “Enfermedades de la piel en tiempos de pandemia: New insights into the therapy of the overreacting immune system in psoriasis, neurodermatitis and urticaria”, Deutsche Dermatologische Gesellschaft, https://derma.de, 06.04.2021.
- Schön MP, et al.: COVID-19 y la regulación inmunitaria: de los aspectos básicos y traslacionales a las implicaciones clínicas. J Dtsch Dermatol Ges 2020; 18(8): 795-809.
- Conforti C, et al: Impacto de la pandemia de COVID-19 en la práctica dermatológica mundial: resultados de una encuesta promovida por la Sociedad Internacional de Dermatoscopia (IDS). Dermatol Pract Concept. 2021;11(1):e2021153.
- Jacob L, et al.: Impacto de la pandemia de COVID-19 en los diagnósticos de cáncer en consultas generales y especializadas en Alemania. Cánceres 2021; 13(3): 408.
- Ricci F, et al: Retraso en el diagnóstico del melanoma en la era de la COVID-19: aumento del grosor del breslow en los melanomas primarios observado tras el bloqueo de la COVID-19. Revista de la Academia Europea de Dermatología y Venereología : JEADV, 01 Sep 2020, 34(12):e778-e779.
- “El miedo a la infección por corona conduce a un retraso en el diagnóstico del cáncer de piel y a un mayor grosor del tumor, con peores posibilidades de curación”, Sociedad Dermatológica Alemana, https://derma.de, 01.04.2021.
DERMATOLOGIE PRAXIS 2021; 31(3): 34 (publicado el 4.6.21, antes de impresión).