Las mujeres embarazadas necesitan poca energía extra, pero más vitaminas y minerales que antes del embarazo. Los nutrientes a los que hay que prestar especial atención durante el embarazo son el ácido fólico, el yodo, el hierro y los ácidos grasos omega-3.
Una dieta equilibrada es especialmente importante durante el embarazo y la lactancia y tiene un efecto positivo tanto en el bienestar de la madre como en el desarrollo y la salud óptimos del niño. Y esto no sólo a corto plazo, sino también mucho después del embarazo y la lactancia. La selección de los alimentos y, por tanto, la composición de los nutrientes debe ser especialmente cuidadosa durante el embarazo. Por un lado, el rápido crecimiento y desarrollo del feto impone exigencias especiales al cuerpo de la madre. Por otro lado, las infecciones alimentarias como la toxoplasmosis o la listeria pueden pasar al feto y provocar enfermedades graves o incluso la muerte. Por lo tanto, la elección correcta de los alimentos es de vital importancia. Para satisfacer las mayores necesidades de vitaminas y minerales, debe considerarse paralelamente la suplementación nutricional.
Tome ácido fólico antes del embarazo
Dado que el folato desempeña un papel central en la división celular y la formación de la sangre, un suministro insuficiente en la fase temprana del embarazo puede provocar complicaciones considerables: Nacimientos prematuros y abortos espontáneos, así como malformaciones graves del bebé como una espalda abierta (defecto del tubo neural). Las mujeres que quieran o puedan quedarse embarazadas deben tomar 400 μg de ácido fólico sintético al día o dosis equivalentes de otros folatos en forma de preparado, además de una dieta rica en folatos, para que el feto pueda desarrollarse de forma óptima. La ingesta debe iniciarse al menos 4 semanas antes del comienzo del embarazo y mantenerse durante el primer trimestre de gestación. Si la suplementación comienza poco antes o incluso después de la concepción, los expertos recomiendan tomar un preparado con 800 µg de ácido fólico al día. Independientemente de los suplementos, las mujeres embarazadas deben aumentar su ingesta de alimentos ricos en folato como las verduras de hoja verde, especialmente las verduras de hoja como las espinacas y la lechuga, los tomates, las naranjas, los cereales integrales, las patatas, la carne, los huevos y los productos lácteos para cubrir sus necesidades.
Aporte suficiente de yodo para el desarrollo físico y mental
La carencia de yodo durante el embarazo tiene efectos especialmente graves, como un mayor riesgo de parto prematuro y aborto espontáneo. El bebé nace ya con bocio y en el peor de los casos se producen trastornos permanentes del desarrollo del sistema esquelético y nervioso. Dado que las necesidades de yodo aumentan durante el embarazo, las mujeres embarazadas deben tomar suplementos de yodo en una cantidad de 100 a 150 µg de yodo/día. Además de un suplemento de yodo, se recomienda una buena ingesta dietética de yodo a través de la leche y los productos lácteos diarios, pescado una o dos veces por semana, especialmente pescado de mar, y el uso adicional de sal yodada. En caso de trastornos tiroideos, los afectados deben consultar a su médico antes de tomar suplementos.
Estudio de Still SuSe II Existe una necesidad de educación e información sobre la suplementación de nutrientes importantes para el desarrollo del feto durante el embarazo y también ya en mujeres que desean tener hijos. Esta es la conclusión del “Estudio de recogida de datos sobre lactancia materna y alimentación infantil en Alemania – SuSe II”, que la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE) ha prepublicado con motivo del 14º Informe de Nutrición de la DGE. Aunque el 81,7% de las 966 mujeres encuestadas habían tomado suplementos de ácido fólico durante el embarazo, sólo el 45,4%, es decir, algo menos de la mitad de ellas, habían empezado a hacerlo -como se recomienda- antes del embarazo. Debido a las mayores necesidades de yodo, las mujeres embarazadas también deben tomar suplementos de yodo. Sólo la mitad de los participantes en el estudio siguieron esta recomendación. “Estos resultados subrayan la importancia del asesoramiento médico y la educación de las mujeres en edad fértil, pero a más tardar durante el embarazo”, subrayó la directora del estudio, la Prof. Dra. Mathilde Kersting, del Departamento de Investigación de Nutrición Pediátrica del Hospital Infantil Universitario de Bochum (D). |
Gestionar individualmente: Suplementación de hierro y ácidos grasos omega-3
La suplementación dietética de hierro y ácidos grasos omega-3 debe manejarse individualmente en función del estado del hierro o de los antecedentes dietéticos. La suplementación específica con hierro, además de una dieta equilibrada, sólo debe llevarse a cabo tras una deficiencia diagnosticada médicamente. Para cubrir las necesidades de ácidos grasos omega-3 de cadena larga, se recomienda tomar al menos una ración de pescado graso de mar a la semana, y si no se consume pescado, debe tomarse un preparado que contenga el ácido graso omega-3 docosahexaenoico.
Fuente: “Einnahme von Nahrungsergänzungsmitteln in Schwangerschaft”, Deutsche Gesellschaft für Ernährung e.V. Presseinformation 19/2020.
PRÁCTICA GP 2023; 18(8): 41