Una paciente de 44 años presenta vómitos recurrentes tras haberse sometido a una gastrectomía en manga.
Antecedentes: Una paciente de 44 años acude al centro de nutrición con vómitos recurrentes. Menos de seis meses antes se había sometido a una gastrectomía en manga.
Desde entonces, la paciente se quejaba de regurgitaciones repetidas de aire y alimentos después de cada comida. También informó de ardor de estómago y regurgitación ácida. Como resultado, la paciente experimentó una rápida pérdida de peso y un estado general debilitado.
En un pasaje esofágico, la gastrectomía en manga mostró una situación de situs sin irritación con un paso rápido del medio de contraste a través del tracto gastrointestinal superior. A continuación se trató a la paciente con una combinación de antieméticos (Paspertin® 10 mg cuando fue necesario) e inhibidores de la bomba de protones a dosis altas (Pantozol® 2x 20 mg/día). Sin embargo, las quejas mejoraron sólo de forma insignificante como resultado.
Anamnesis y diagnóstico: La paciente fue remitida a un gastroenterólogo para más aclaraciones. Una gastroscopia no reveló signos de esofagitis por reflujo, hernia de hiato o gastritis (bajo tratamiento con IBP). El reflujo gastroesofágico es la complicación más común de esta forma de cirugía bariátrica. Se prescribió un examen fisiológico para documentar la causa de las dolencias. Una manometría de alta resolución con deglución de agua no mostró ninguna alteración de la motilidad. Por el contrario, se observaron aumentos repetidos y breves de la presión abdominal tras la ingestión de una comida de prueba. Al mismo tiempo, el paciente vomitaba repetidamente o regurgitaba. Este hallazgo es diagnóstico del síndrome de rumiación.
Terapia: La rumiación es una regurgitación inconsciente pero autoinducida del contenido del estómago. Este comportamiento llamativo suele ser una reacción al dolor abdominal, por ejemplo, postoperatorio. El aumento repetitivo de la presión también puede causar tensión en los músculos de la pared abdominal y torácica, lo que provoca dolor. El tratamiento de los síntomas se realiza mediante fisioterapia y consiste en ejercicios de respiración y relajación para relajar activamente el diafragma y los músculos de la pared abdominal. A través de esta terapia, el paciente aprendió a reconocer y suprimir el comportamiento llamativo. Las posibilidades de éxito en los casos sin comorbilidad física o psicológica grave se consideran buenas.
Comentario del Prof. Dr. med. Mark Fox: El síndrome de rumiación es básicamente un diagnóstico clínico que no siempre es fácil de distinguir del reflujo. La regurgitación de volumen se produce de vez en cuando después de las comidas en la enfermedad por reflujo grave y también puede ocurrir con el esfuerzo físico o el cambio de posición, por ejemplo al tumbarse en la cama. Por el contrario, el síndrome de rumiación se caracteriza por la regurgitación repetida y aparentemente sin esfuerzo de alimentos después de casi cada comida. Por el contrario, los vómitos van acompañados de náuseas y provocan la regurgitación de una gran cantidad de alimentos a borbotones. En los casos difíciles, el examen fisiológico, especialmente la manometría de alta resolución con una comida de prueba, puede distinguir entre estas enfermedades.
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