Los biomarcadores desempeñan un papel fundamental en las enfermedades cardiovasculares. Además del diagnóstico y el seguimiento, también parecen ser capaces de dar una indicación precoz de los efectos secundarios cardiovasculares en las enfermedades malignas.
Una mejor comprensión y las opciones de tratamiento más eficaces asociadas para las enfermedades malignas están dando lugar a un número creciente de supervivientes a largo plazo. Esto aumenta la importancia del conocimiento precoz de los posibles efectos secundarios cardiovasculares asociados a la terapia. Un metaanálisis ha examinado con más detalle los biomarcadores cardíacos troponina (cTN) y péptido natriurético cerebral (BNP/NT-proBNP) en cuanto a su eficacia para detectar la cardiotoxicidad asociada a la terapia en los tratamientos contra el cáncer.
Se analizaron un total de 5 664 pacientes de 57 estudios. El criterio de valoración primario se definió como una reducción de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) por encima de un umbral definido. La quimioterapia convencional y la terapia con inhibidores de HER2 se asociaron a un aumento de la troponina (OR: 14,2; IC 95%: 7,5-27,0). Desde el punto de vista pronóstico, esto indicaba el desarrollo de una disfunción ventricular izquierda. El efecto más fuerte pudo demostrarse en pacientes con quimioterapia de dosis alta. Con un valor predictivo negativo del 94% en la predicción de la cardiotoxicidad, la troponina se identificó como un marcador beneficioso para el cribado de pacientes de alto riesgo. Sin embargo, este hallazgo no se aplica al BNP/NT-proBNP. Un valor patológicamente elevado no se asoció significativamente con la incidencia de disfunción ventricular izquierda.
Fuente: Michel L, et al: Clin Res Cardiol 2019; 108, Suppl 1. DOI: 10.1007/s00392-019-01435-9
CARDIOVASC 2019; 18(3): 35