En el Estudio de Cohortes de Coronavirus de Zúrich, uno de cada cuatro participantes declaró síntomas persistentes seis meses después de la infección por SARS-CoV-2. ¿Cuáles son los mecanismos fisiopatológicos subyacentes del covirus largo? ¿Qué estrategias de tratamiento son eficaces? Aunque aún quedan muchas preguntas sin respuesta sobre el tema de la cóvida larga, el estado de los conocimientos se amplía constantemente.
En octubre de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la siguiente definición de enfermedad post-covídica 19 (sinónimo: covídica prolongada): cuando, tras una infección probable o confirmada por el SRAS-CoV-2 -generalmente tres meses después de la aparición de la enfermedad covídica 19-, aparecen síntomas que persisten durante al menos dos meses y que no pueden explicarse por ningún otro diagnóstico [1]. Dominik Menges, MD, MPH, investigador postdoctoral del Instituto de Epidemiología, Bioestadística y Prevención (EPBI) de la Universidad de Zúrich, explicó que el Long-Covid se caracteriza principalmente por los siguientes grupos de síntomas [2]: en primer lugar, fatiga/malestar postesfuerzo (estado de agotamiento físico y mental tras un esfuerzo físico y/o mental menor), en segundo lugar, deterioro cognitivo (por ejemplo, “niebla cerebral”) y en tercer lugar, síntomas cardiorrespiratorios (por ejemplo, disnea).por ejemplo, “niebla cerebral”) y, en tercer lugar, síntomas cardiorrespiratorios (por ejemplo, disnea).
Conclusiones de los estudios de cohortes
La cohorte SARS-CoV-2 de Zúrich es un estudio prospectivo basado en la población en el que las personas con infección por SARS-CoV-2 confirmada por laboratorio son examinadas en diferentes momentos del curso [3]. El estudio forma parte del programa de investigación Corona Immunitas, coordinado por la Escuela Suiza de Salud Pública (SSPH+) [4]. A partir de los datos de 1543 individuos infectados por el SARS-CoV-2 y 628 individuos no infectados, se realizaron diversos análisis [3]. En el 49% de los casos**, se observó un estado de salud normal en el plazo de 1 mes tras la infección después de la resolución de la enfermedad covídica aguda, y el 18% (250/1416) remitió en el plazo de 1 a 3 meses. 6 meses después de la infección, una proporción del 25%++ seguía teniendo síntomas, que eran leves en el 17% de los afectados y moderados o graves en el 4% y el 3%, respectivamente (Fig. 1 ) [3]. Según sus observaciones, los síntomas que persistieron doce meses después de la infección se mantuvieron relativamente estables en el curso posterior, afirma la Dra. Menges. Como demostraron los exámenes correspondientes, la capacidad de trabajo de las personas afectadas se vio en muchos casos considerablemente mermada.
** 699/1416 participantes en el estudio (datos que faltan: n=127)
++ 348/1418 participantes en el estudio (datos que faltan: n=125)
Numerosos estudios demuestran que la vacunación reduce significativamente el riesgo de covirus prolongado [2,10]. Además, existen pruebas fehacientes de que la variante omicrón se asocia a un menor riesgo de desarrollar la enfermedad covárica prolongada que, por ejemplo, la variante alfa del SARS-CoV-2 [11]. Pero también hay casos aislados de covirus largo entre personas vacunadas que habían contraído la variante omicrónica, según el doctor Dominik Menges, del EBPI de la UZH [2]. |
Qué se sabe sobre la patogénesis
Se cree que la patogénesis del covirus largo es una combinación de factores, entre los que se incluyen la desregulación inmunológica y los procesos inflamatorios crónicos, la persistencia de virus o componentes virales, el daño tisular/organal directo, las alteraciones de la microbiota, las reacciones autoinmunes, los trombos microvasculares y las patologías neurológicas. Las características inmunológicas asociadas al Long-Covid han sido descritas por Davis et al. resumidas en un artículo de síntesis publicado en 2023 [5]. Entre otras cosas, cita los resultados de un estudio en el que los pacientes con síntomas covídicos persistentes 14 meses después de la infección por SARS-CoV-2 mostraron un aumento de las células T CD4+ secretoras de IL4- e IL6, un número reducido de células dendríticas convencionales y niveles bajos de cortisol en comparación con un grupo sin síntomas covídicos prolongados y con personas no infectadas [6]. El ponente informó de que hay estudios que indican que una disposición atópica está asociada a un mayor riesgo de desarrollar Covid largo.
Amplio espectro de terapias experimentales
Las opciones de tratamiento para el Covid Largo se están investigando en numerosos proyectos de investigación. Hasta ahora no existen terapias curativas, pero sí diversas estrategias y medicamentos que pueden aliviar los síntomas. Según un artículo de revisión de Fawzy et al. En 2023, se están investigando en ensayos más de 400 intervenciones farmacológicas y no farmacológicas [7]. La Dra. Menges destaca los enfoques antiinflamatorios (por ejemplo, colchicina, AINE), así como las inmunoterapias específicas dirigidas a vías de señalización concretas. Además, existen nuevos agentes experimentales como el paxlovid, el RSLV-132 y el BC 007. El paxlovid mostró buenos efectos en algunos estudios observacionales, pero actualmente se está a la espera de los resultados de los ECA, señaló el ponente. Algunos pacientes se benefician de los antihistamínicos, el antagonista de los receptores de leucotrienos montelukast o la deupirfenidona, un agente antifibrótico y antiinflamatorio. En los pacientes con microtrombos, el uso de anticoagulantes puede ser útil, y en los síntomas neurológicos, podría lograrse una mejoría con psicoestimulantes o antidepresivos.
Atención a los enfermos de Covid largo
En resumen, desgraciadamente en la actualidad no existen pruebas sólidas procedentes de estudios clínicos de terapias controladas aleatoriamente, afirma el Dr. Menges. Sin embargo, esto no significa que no existan estrategias para el tratamiento de los pacientes con Covid largo. En este contexto, el ponente se refirió a las directrices internacionales con recomendaciones para tratar la IDCV prolongada, como la directriz alemana S1 “Long/Post-COVID” o la directriz británica NICE [8,9]. Para los pacientes que sólo tienen síntomas leves, las medidas de autocontrol pueden ser suficientes. Otros necesitan atención primaria general y, si es necesario, tratamiento por parte de centros especializados en covida larga. A la hora de tratar el malestar postesfuerzo, sabemos por estudios en otras patologías que la gestión de la energía es un componente importante. En este contexto, por ejemplo, la “estrategia de las 4 P” ha demostrado su eficacia: Priorizar (“Prioritize”), Planificar (“Plan”), Hacer pausas regularmente (“Pause regularly”), Mantenerse positivo (“Stay positive”). Hay que ayudar a los pacientes a fijar objetivos y expectativas realistas y a aprovechar los recursos existentes, explicó el ponente. También es importante contar con un contexto en el que sea posible la “toma de decisiones compartida”. En la página web de la Red Altea [13]: https://altea-network.com encontrará más consejos para hacer frente a la enfermedad de Covid Largo.
Congreso: Puesta al día en alergia e inmunología de la SGAI
Literatura:
- “A clinical case definition of post COVID-19 condition by a Delphi consensus”, 6 de octubre de 2021, www.who.int/publications/i/item/WHO-2019-nCoV-Post_COVID-19_condition-Clinical_case_definition-2021.1,(última consulta: 04.04.2023).
- “Long-Covid: Nuevos datos”, Dr. Dominik Menges, Allergy & Immunology Update, 27.01.-29.01.2023
- Ballouz T, et al: Natural course of post COVID-19 condition and implications for trial design and outcome selection: A population-based longitudinal cohort study. www.zora.uzh.ch/id/eprint/226012/1/2022.06.22.22276746.full_
ballouz_naturalcourse.pdf, (última consulta: 04.04.2023). - Menges D, et al.: Estimating the burden of post-COVID-19 syndrome in a population-based cohort study of SARS-CoV-2 infected individuals: Implications for healthcare service planning, https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.02.27.21252572v1,(última consulta: 04.04.2023).
- Davis HE, et al: COVID largo: principales hallazgos, mecanismos y recomendaciones. Nat Rev Microbiol 2023; 21(3): 133-146.
- Klein J, et al.: Distinguishing features of Long COVID identified through immune profiling. medRxiv [Preprint] 2022 Aug 10: 2022.08.09.22278592. doi: 10.1101/2022.08.09.22278592
- Fawzy NA, et al: Una revisión sistemática de los ensayos que actualmente investigan modalidades terapéuticas para el síndrome COVID-19 post-agudo y registrados en la Plataforma Internacional de Ensayos Clínicos de la OMS. Clin Microbiol Infect 2023 Jan 13: S1198-743X(23)00009-5. doi: 10.1016/j.cmi.2023.01.007.
- “Directriz S1 Larga/ Post-COVID – Directriz de vida”. Número de registro 020-027, versión 2.0 (a partir del 17.08.2022), https://register.awmf.org,(última recuperación 04.04.2023)
- Venkatesan P. Directriz NICE sobre COVID largo. Lancet Respir Med 2021 feb; 9(2): 129.
- Azzolini E, et al: Asociación entre la vacunación BNT162b2 y la COVID prolongada tras infecciones que no requieren hospitalización en trabajadores sanitarios. JAMA 2022; 328(7): 676-678.
- Hernández-Aceituno A, García-Hernández A, Larumbe-Zabala E: Secuelas a largo plazo de COVID-19: variantes Omicron frente a Alfa y Delta. Infect Dis Now 2023 Feb 27: 104688. doi: 10.1016/j.idnow.2023.
- Greenhalgh T, et al: Long covid-an update for primary care. BMJ 2022 Sep 22; 378: e072117.
- Altea: Red Covid Largo, https://altea-network.com,(último acceso 04.04.2023)
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2023; 11(2): 38-39
PRÁCTICA GP 2023; 18(4): 43-44