Las enfermedades alérgicas mediadas por IgE afectan hasta a un 25% de la población. En la actualidad, el diagnóstico de la alergia de tipo 1 debe centrarse principalmente en las pruebas in vitro, en la medida de lo posible. Las excepciones son las intolerancias a fármacos y alimentos, ya que apenas se dispone de pruebas in vitro fiables para ellas.
La siguiente información se refiere al asma bronquial alérgica, la rinoconjuntivitis alérgica y la anafilaxia: Las pruebas de punción cutánea y las pruebas de provocación con aerosoles (por ejemplo, la rinomanometría) sólo deben realizarse bajo estricta indicación y protección suficiente del personal. Deben utilizarse guantes, gafas, batas y mascarillas FFP2/FFP3 para evitar la transmisión por gotitas y el contacto directo [1–3]. Si esto no es posible, la prueba no debe realizarse. Para optimizar el uso de los equipos de protección individual en caso de suministros insuficientes, el personal sólo debe destinarse a tareas específicas cada vez y los diagnósticos deben realizarse en zonas especialmente designadas.
Un artículo de revisión publicado en agosto de este año en la Revista de la Sociedad Alemana de Dermatología (JDDG) resume otros consejos de expertos sobre el tratamiento de las enfermedades alérgicas durante la epidemia coronaria [4]: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/ddg.14195_g
Literatura:
- www.ecdc.europa.eu/en/publications-data/guidance-wearing-and-removing-personal-protective-equipment-healthcare-settings
- OMS: Organización Mundial de la Salud: uso racional del equipo de protección personal para la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y consideraciones durante escaseces graves: orientación provisional, 6 de abril de 2020.
- www.ecdc.europa.eu/en/publications-data/rapid-risk-assessment-novel-coronavirus-disease-2019-covid-19-pandemic-increased
- Buhl T, et al: COVID-19 e implicaciones para las enfermedades dermatológicas y alergológicas. JDDG 2020; 18(8): 815-825.
PRÁCTICA GP 2020; 15(9): 33