La disfagia es un trastorno del acto de tragar que puede afectar a una o varias fases del proceso de deglución. Varias afecciones pueden provocar disfagia, y una de las posibles causas son las hernias esofágicas. La evaluación médica es multidisciplinar y suele incluir diagnósticos por imagen y endoscópicos.
El término disfagia describe cualquier tipo de trastorno de la deglución que puede afectar a una o varias fases del proceso de deglución [1,8]. La disfagia es la forma indolora de alteración de la deglución. La odinofagia describe la alteración dolorosa del proceso de deglución y la afagia la capacidad completamente reducida para tragar. Si la luz del esófago se estrecha por debajo de 13 mm, se restringe el paso de alimentos sólidos. El paso de fluidos se reduce para las estenosis inferiores a 5 mm.
En la tabla 1 se enumeran diversas causas posibles de disfagia. Los síntomas también son variados y diversos, como se muestra en los resúmenes 1 y 2 .
El riesgo de padecer trastornos de la deglución aumenta con la edad. La debilidad de los tejidos, los efectos secundarios de los medicamentos y los cambios de postura pueden ser causas relativamente inofensivas con un gran impacto [2]. En Alemania, cada año se documentan entre 80.000 y 160.000 contactos médico-paciente a causa de nuevos trastornos de la deglución; entre los mayores de 65 años, afecta a uno de cada seis. El número de pacientes obesos está aumentando debido a la dieta y a la falta de ejercicio, lo que también se asocia al reflujo gastroesofágico. El aumento de las disposiciones alérgicas también puede causar esofagitis eosinofílica [7].
Sin embargo, también ha aumentado la población de pacientes pediátricos con disfagia [4]. Resumen 3 enumera los posibles factores de riesgo de la disfagia infantil. Además de las causas enumeradas en el cuadro, el estrumen también puede provocar dificultades de paso, una hernia esofágica o una disfunción de la columna cervical pueden provocar miogelosis y sensaciones consecutivas de presión y laxitud.
Este artículo trata de las hernias esofágicas como posible causa de disfagia. A primera vista, se considera que una debilidad muscular del diafragma en la zona del hiato es un factor favorable para el desarrollo de hernias de hiato, al igual que un aumento de la presión intraabdominal. En principio, el esclarecimiento de la disfagia requiere un cribado multidisciplinar, que incluya un diagnóstico por imagen adecuado o un diagnóstico endoscópico, dado el amplio espectro de causas. La clasificación de Makuuchi [6] distingue 4 tipos de hernia de hiato, correspondiendo el tipo I a la hernia esofagoaxial y los tipos II a IV a las variantes de hernia de hiato paraesofágica. Sin embargo, éstas sólo representan alrededor del 5% de todas las hernias de hiato [5]. La hernia hiatal se define como la protrusión/migración transdiafragmática del contenido gástrico hacia el intratorácico [9]. El caso extremo es el estómago torácico con dislocación completa del estómago en el mediastino. La terapia quirúrgica está indicada para los estadios II a IV.
Las radiografías pueden visualizar trastornos funcionales o mecánicos del ciclo de deglución y cambios en el esófago con contraste oral del esófago con imágenes estáticas, mejor aún con fluoroscopia y documentación cinematográfica del ciclo de deglución [2].
Los exámenes tomográficos por ordenador diferencian de forma fiable entre una hernia esofagoaxial y paraesofágica. Los modernos escáneres multicorte también permiten los planos coronal y sagital o cualquier reconstrucción oblicua de libre elección con la reconstrucción multiplanar, además de las imágenes generadas principalmente de forma axial. La administración intravenosa de medio de contraste no es necesaria para esta cuestión diagnóstica.
Gracias a su elevado contraste con los tejidos blandos y a la obtención de imágenes multiplanares primarias de los procesos patológicos, la resonancia magnética presenta ventajas diagnósticas para el esclarecimiento de los cambios inflamatorios o tumorales, pero también desventajas en comparación con la TC en la evaluación de las estructuras pulmonares.
Estudios de caso
En el caso 1 , se comprobó radiográficamente que una paciente de 68 años tenía una hernia axial deslizante del esófago diagnosticada por gastroscopia. La mujer se quejaba de molestias inespecíficas de larga duración en la parte superior del abdomen, disfagia ocasional y ardor de estómago. La esofagografía confirmó la hernia epifrénica con una extensión de unos 5 cm (Fig. 1A y B).
El ejemplo de caso 2 muestra un estómago torácico en la tomografía computarizada de un hombre de 55 años con disfagia, molestias epigástricas y regurgitación. Sólo se encontró una pequeña porción de estómago subfrénico (fig. 2A a C).
En el estudio de caso 3 (Fig. 3A y B ), se diagnosticó una hernia gástrica paraesofágica en la TC a un varón de 52 años que también se quejaba de molestias epigástricas y disfagia ocasional.
Mensajes para llevarse a casa
- La disfagia debe considerarse un síntoma, no un diagnóstico.
- Existen muchas causas que requieren una estrecha colaboración entre médicos generalistas, internistas, neurólogos, radiólogos y cirujanos para su diagnóstico y tratamiento.
- Además de la endoscopia, los procedimientos de imagen como la cinematografía radiográfica, el TAC o la resonancia magnética son herramientas útiles en el diagnóstico diferencial de la disfagia.
- La disfagia no es un cambio limitado a una determinada edad, pero los procesos normales de envejecimiento pueden influir negativamente en su curso.
- La hernia de hiato como posible causa de disfagia se diferencia en hernia esofagoaxial y paraesofágica y es merecedora de cirugía a partir del estadio II según Makuuchi.
- En casos extremos, todo el estómago puede dislocarse intratorácicamente.
Literatura:
- Disfagia. https://flexikon.doccheck.com/de/Dysphagie (última consulta: 15.02.2022).
- Khan A, Carmora R, Traube M: Disfagia en ancianos. Clin Geriatr Med 2014; 30(1): 43-53.
- Lancaster J: Disfagia: su naturaleza, evaluación y tratamiento. Br J Community Nurs 2015; Suppl Nutrition: S28-32.
- Lawlor CM, Choi S: Diagnóstico y tratamiento de la disfagia pediátrica. Revisión. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg 2020; 146(2): 183-191.
- Mori T, Nagao G, Sugiyama M: Reparación de hernia paraesofágica. Ann Thorac Cardiovasc Surg 2012; 18(4): 297-305.
- Nishizawa T, Suzuki H: Hernia de hiato. Nihon Rinsho 2016; 74(8): 1339-1342.
- Philpott H, Garg M, Tomic D, Balasubramanian S, Sweis R: Disfagia: Thinking outside the box. World J Gastroenterol 2017; 23(38): 6942-6951.
- Tiefenböck F: Disfagia, www.netdoktor.de/symptome/dysphagie (última consulta: 15.02.2022).
- Weyhe D, Uslar V, Kühne J, Kluge A: Hernia de hiato: normas y controversias en el diagnóstico y el tratamiento. Cirujano 2019; 90(4): 331-348.
PRÁCTICA GP 2022; 17(3): 21-23