Los divertículos son benignos y pueden producirse en toda la pared de la vejiga o sólo en partes de ella. Los divertículos vesicales congénitos están causados por debilidades congénitas de la pared de la vejiga. Los divertículos adquiridos suelen estar causados por un aumento crónico de la presión en el interior de la vejiga urinaria. Si aparecen síntomas, es posible la extirpación mínimamente invasiva de uno o varios divertículos vesicales. Se utilizan técnicas de imagen para evaluar los divertículos y el cuello diverticular.
Los divertículos de la vejiga urinaria se forman por la herniación de la mucosa de la vejiga urinaria a través de la lámina muscular de la pared de la vejiga urinaria. Si prolapsan todas las capas de la pared, se trata de un divertículo real; si sólo prolapsa la mucosa de la vejiga, es un pseudodivertículo [4].
Los divertículos vesicales congénitos son el resultado de una debilidad congénita de la pared de la vejiga, principalmente en la zona del orificio ureteral (divertículo de Hutch) o en malformaciones del uraco en el techo de la vejiga. Los divertículos trigonales se encuentran con frecuencia en el reflujo vesicoureteral. Los síntomas concretos suelen aparecer a partir de los 10 años [3].
Los divertículos adquiridos de la vejiga urinaria se encuentran con un aumento crónico de la presión intravesical. Las causas típicas se enumeran en el Panorama 1.
Es importante evaluar el cuello del divertículo [1]. La estrechez de la garganta provoca la retención de orina en el divertículo, lo que conduce a la metaplasia de la mucosa y puede ser una predisposición al carcinoma diverticular. Si se forma un carcinoma diverticular, a menudo los síntomas sólo aparecen en una fase avanzada.
Los divertículos asintomáticos de la vejiga urinaria no requieren una terapia especial. La restricción funcional de los músculos de la pared de la vejiga (músculo detrusor vesical) puede provocar infecciones urinarias y enuresis [2]. A menudo hay una sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
Los pacientes con un alto riesgo de cirugía tienen la opción de un cateterismo permanente si son sintomáticos. El tratamiento endoscópico conduce al cierre del cuello diverticular. Los procedimientos quirúrgicos abiertos o laparoscópicos garantizan la resección completa del divertículo.
Los exámenes radiológicos nativos no han desempeñado ningún papel en el diagnóstico diverticular. Durante mucho tiempo, la urografía i.v. fue la técnica de imagen en urología que podía proporcionar información morfológica y funcional sobre el tracto urinario.
Desde el punto de vista ecográfico, los divertículos pueden delimitarse fácilmente cuando la vejiga está llena. Tras la micción, debe determinarse el volumen de orina residual del divertículo. Puede obtenerse información adicional sobre la inflamación de la vejiga causada por la orina residual analizando la orina en el laboratorio si se presentan síntomas clínicos. La cistoscopia también puede utilizarse para evaluar visualmente los cambios inflamatorios de la mucosa.
La tomografía computarizada proporciona una imagen muy buena de la vejiga urinaria de forma nativa y tras la administración intravenosa de un medio de contraste. Se visualiza muy bien la pared de la vejiga urinaria y también los engrosamientos inflamatorios de la pared.
Con un contraste muy bueno de los tejidos blandos, la resonancia magnética proporciona una visualización aún mejor de la pared de la vejiga y la diferenciación de los tumores ligados a la pared. Al igual que en la TC, el estado de llenado de la vejiga urinaria y el divertículo y el cuello del divertículo pueden evaluarse mediante imágenes tardías tras la administración del medio de contraste. El punto débil del método es la limitada detectabilidad de las pequeñas calcificaciones.
Estudio de caso
En el caso 1 (Fig. 1A a C), una paciente de 59 años con dolor abdominal bajo recurrente y cistitis presenta un divertículo vesical urinario bilateral detectable en la TC, con un cuello diverticular ancho en la izquierda. La radiografía adicional del abdomen, que se solicitó como imagen tardía, sólo delimita de forma incompleta el divertículo del lado izquierdo con una vejiga urinaria llena de contraste.
El caso 2 (Fig. 2A y B) muestra un divertículo de la vejiga urinaria derecha relativamente grande y sin complicaciones en una paciente de 77 años. Había frecuentes infecciones de vejiga y microhematuria recurrente. No había indicios de un proceso tumoral de la vejiga ni del divertículo.
El caso 3 (Fig. 3A a D) muestra a una paciente de 49 años con un gran divertículo de la vejiga urinaria con un cuello diverticular no demarcado. En todas las secuencias, el comportamiento de la señal del divertículo en las secuencias nativa y realzada con contraste fue análogo al del contenido de la vejiga urinaria. Con la septación existente del divertículo, se observó un engrosamiento circular de la pared en la porción mediocaudal tras la administración de medio de contraste (MC), compatible con la inflamación de la mucosa como causa de la disuria y la leucocituria.
Mensajes para llevarse a casa
- Los divertículos de la vejiga urinaria pueden ser congénitos o adquiridos.
- Se distingue entre divertículos completos y divertículos incompletos,
los llamados pseudodivertículos. - Pueden ser clínicamente silenciosas, pero también provocar síntomas de cistitis.
- En los divertículos con un cuello estrecho, existe la posibilidad de que se forme una metaplasia mucosa debido a la estasis urinaria en el divertículo y de que se forme un carcinoma diverticular.
- La ecografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética pueden utilizarse para obtener pruebas de imagen de los divertículos de la vejiga urinaria.
Literatura:
- Becht EW, Hutschenreiter G, Klose K (eds.): Urologische Diagnostik mit bildgebenden Verfahren. Georg Thieme Verlag: Stuttgart, Nueva York 1988 (123).
- Flexikon, https://flexikon.doccheck.com/de/Harnblasendivertikel,(último acceso 29.09.2023)
- Medlexi, https://medlexi.de/Harnblasendivertikel,(último acceso 29/09/2023)
- Urologielehrbuch.de, www.urologielehrbuch.de/harnblasendivertikel.html,(último acceso 29/09/2023)
PRÁCTICA GP 2023; 18(10): 44-46