El tumor tenosinovial de células gigantes es una rara enfermedad benigna de la sinovial en la que existe una marcada proliferación tisular. El resultado puede ser una destrucción articular difusa con la consiguiente discapacidad. El futuro podría pertenecer a la terapia con inhibidores de la tirosina quinasa.
El tumor tenosinovial de células gigantes (TGCT) es un tumor benigno poco frecuente de las extremidades que surge de la sinovial de las articulaciones, las bursas o las vainas tendinosas. Se distingue entre la forma localizada, que a menudo es extraarticular y suele encontrarse en las vainas tendinosas de la mano y el pie, y la forma de crecimiento difuso, que afecta a articulaciones más grandes y crece intraarticularmente. Mientras que las primeras formas pueden clasificarse generalmente como benignas, las formas difusas son significativamente más agresivas y pueden mostrar signos de malignidad en casos raros. Cada año se producen alrededor de 1,8 nuevos casos por cada 100.000 habitantes. La mayoría de los pacientes desarrollan la enfermedad entre los 20 y los 40 años .
Gran diversidad clínica
Clínicamente, suele haber síntomas inespecíficos. Por lo tanto, existe el riesgo tanto de una terapia insuficiente como de una terapia excesiva. A menudo se encuentra una masa de crecimiento lento, que provoca hinchazón con la correspondiente piel tirante. Las formas intraarticulares muestran derrames, reducción de la amplitud de movimiento y bloqueos con síntomas pseudomeniscales. Especialmente en adultos jóvenes con inflamación de los tejidos blandos de las manos o las articulaciones más grandes, debe considerarse la posibilidad de un TGCT si los síntomas en una sola articulación con progresión lenta hacen improbables otras causas sinoviales, como la poliartritis o la gota.
Las causas residen en una sobreexpresión del CFS1 (factor estimulante de colonias 1) con una activación del receptor correspondiente. Sin embargo, la translocación y la sobreexpresión asociada del ligando sólo se encuentra en una pequeña proporción de células. Predominantemente, las células dentro de los tumores consisten en células no neoplásicas que muestran una fuerte expresión del receptor CSF1.
Diagnóstico por imagen
La radiografía y la resonancia magnética con contraste están indicadas para excluir una afectación ósea frecuente. En las primeras fases, a menudo sólo pueden detectarse signos indirectos de inflamación o derrame articular. En la fase avanzada, pueden desarrollarse pérdidas de sustancia quística en el hueso adyacente, que suelen ensartarse como perlas. Sin embargo, sólo un examen fino del tejido tras la biopsia es concluyente.
Terapéuticamente no hay agonía de elección
La intervención quirúrgica es el tratamiento de elección para la forma localizada. Por regla general, la resección macroscópica es suficiente y también se asocia a recidivas en sólo unos pocos pacientes. En cambio, en la forma difusa, la tasa de recurrencia es de aproximadamente el 50%. El TGCT rara vez tiene una demarcación clara, lo que significa que no siempre es posible definir claramente el límite con el tejido sano. La posibilidad de radioterapia es objeto de controversia. Los estudios retrospectivos muestran un buen control de la enfermedad con dosis de 30-50 Gy. Sin embargo, ante el trasfondo de la naturaleza mayoritariamente benigna de la enfermedad y la edad a menudo joven de la paciente, rara vez se utiliza.
Futuro: ¿tratamiento farmacológico?
Podría iniciarse una nueva era de tratamiento con la administración de inhibidores de la tirosina quinasa. Según los informes de casos y los estudios prospectivos, se pueden lograr remisiones completas por primera vez con el régimen terapéutico causal, basado en mecanismos. Informa de tasas de control de enfermedades superiores al 90%.
Los datos de un estudio de fase I muestran unas tasas de remisión objetiva del 52%. Sobre esta base, se puso en marcha el primer ensayo aleatorizado de tratamiento farmacológico para el TGCT. Se aleatorizaron 120 pacientes. En cuanto a la reducción del volumen tumoral, se logró una tasa de remisión del 56% frente a la ausencia de remisión con placebo. Sin embargo, tras la interrupción de la terapia, en muchos pacientes se observa de nuevo un crecimiento tumoral. Actualmente, se están desarrollando varios compuestos que inhiben específicamente el eje CSF1R. Queda por ver cómo continuará el desarrollo.
Para saber más:
- Myers BW, Masi AT: Sinovitis y tenosinovitis villonodular pigmentada: Un estudio clínico epidemiológico de 166 casos y revisión de la literatura. Medicina (Baltimore) 1980; 59: 223-238.
- Byers PD, et al: Diagnóstico y tratamiento de la sinovitis villonodular pigmentada. J Bone Joint Surg Br 1968; 50: 290-305.
- Gounder MM, et al: Tumores del tejido conjuntivo localmente agresivos. J Clin Oncol 2018; 36: 202-209.
- Cannarile MA, et al: Inhibidores del receptor del factor estimulante de colonias 1 (CSF1) en la terapia del cáncer. J Immunother Cancer 2017; 5: 53.
InFo ONcOLOGíA & HEMATOLOGíA 2019; 7(6): 20