Los antecedentes familiares no son un factor de riesgo independiente para un peor resultado en mujeres jóvenes con cáncer de mama. Este es el resultado de un estudio británico en el que se analizaron los datos de 2850 pacientes.
El colectivo de pacientes procede del estudio prospectivo de cohortes británico “Prospective Outcomes in Sporadic versus Hereditary breast cancer” (POSH), en el que participan mujeres menores de 41 años y con carcinoma de mama. De las 2850 pacientes, el 65,9% tenía antecedentes familiares negativos y el 34,1%, antecedentes familiares positivos (cáncer de mama/ovario en familiares de primer o segundo grado).
Los antecedentes familiares positivos aumentaron la probabilidad de tumores de grado 3 (63,3 frente a 58,9%) y redujeron la probabilidad de tumores HER2 positivos (24,7 frente a 28,8%). Los antecedentes familiares no influyeron en la presencia de un receptor de estrógeno/progesterona. Tampoco hubo diferencias en el diámetro del tumor, la afectación de los ganglios linfáticos o las metástasis en el momento del diagnóstico. Cuando se consideraron por separado las pacientes con receptores de estrógenos positivos y las pacientes con receptores de estrógenos negativos, desaparecieron las diferencias en el grado tumoral y el estado HER2.
Los análisis multivariables tras una mediana de 5,9 años de seguimiento, que incluían el estado del receptor, la edad en el momento del diagnóstico, el grado/tamaño del tumor, la afectación de los ganglios linfáticos, etc., no mostraron diferencias significativas en el intervalo libre de metástasis a distancia, ni para toda la cohorte ni para la cohorte desglosada por estado del receptor de estrógenos. Con las terapias disponibles actualmente, los pacientes con antecedentes familiares positivos no tienen por qué temer un desenlace peor.
Tranquilizar a los pacientes preocupados
Muchas mujeres jóvenes con cáncer de mama están muy bien informadas sobre sus antecedentes familiares y temen que éstos puedan empeorar su pronóstico. Según los autores, es importante tranquilizar a estas mujeres diciéndoles que los casos de cáncer de mama en la familia no suelen afectar significativamente al resultado.
Las ventajas del estudio son el tamaño de la muestra y su carácter prospectivo. Resulta problemático que no se comprobara la carga familiar, sino que sólo se averiguara mediante la información facilitada por los pacientes. El periodo de seguimiento de 5,9 años para el primer análisis también es algo corto. Las recidivas tienden a producirse más tarde, especialmente en los carcinomas de mama con receptores de estrógeno positivos.
Fuente: Eccles BK, et al: Family history and outcome of young patients with breast cancer in the UK (POSH study). Br J Surg 2015; doi: 10.1002/bjs.9816 [Epub ahead of print].
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2015; 3(7): 2