A menudo, los pacientes de psoriasis no sólo sufren lesiones cutáneas, sino que también se ven afectados por diversas comorbilidades y la estigmatización. Para limitar el impacto negativo sobre los aspectos físicos y psicosociales, en la psoriasis moderada a grave es importante lograr el mejor control posible de los síntomas al principio del curso de la enfermedad. El uso de biológicos modernos desempeña un papel importante en este sentido.
“La psoriasis no es sólo una enfermedad de la piel, sino también una enfermedad sistémica”, explica la PD Dra. med. Julia-Tatjana Maul, médico jefe y jefa de la consulta de psoriasis del Hospital Universitario de Zúrich, con motivo del acto virtual de formación continua “Nuevos horizontes” [1]. Las comorbilidades suelen manifestarse, pero la estigmatización y el cumplimiento también influyen en el bienestar y la calidad de vida. Las afecciones comórbidas más comunes son la depresión, la obesidad, el síndrome metabólico, la enfermedad inflamatoria intestinal y la artritis psoriásica (Fig. 1 ). “Y también sabemos que los factores de riesgo cardiovascular desempeñan un papel importante en los pacientes con psoriasis”, afirma el ponente y explica: “Queremos tratar no sólo las lesiones cutáneas con las nuevas opciones terapéuticas, sino también las comorbilidades”.
“Reducir la carga de la enfermedad y mejorar la calidad de vida
Pero ¿cuál es la mejor estrategia para minimizar el impacto acumulativo de la psoriasis? Un factor importante para contener la carga de la enfermedad es el tratamiento personalizado a tiempo, para el que ya se dispone de una amplia gama de medicamentos muy eficaces. Numerosas publicaciones han demostrado que una piel sin apariencia es un factor muy importante para la calidad de vida medida por el Índice de Calidad de Vida Dermatológica (DLQI). “Los pacientes con una psoriasis de baja gravedad tenían la mejor calidad de vida” [2,3], resume el PD Dr. Maul. En general, es deseable un buen tratamiento con un rápido inicio de acción, dijo. Esto también puede reducir las deficiencias acumuladas causadas por la enfermedad y, por tanto, las comorbilidades.
En las últimas décadas, el panorama terapéutico para el tratamiento sistémico de la psoriasis en placas ha cambiado considerablemente, y se han aprobado numerosos fármacos nuevos, especialmente en el campo de los biológicos. Si un paciente con psoriasis no alcanza los objetivos del tratamiento con las terapias sistémicas convencionales, debe considerarse el cambio a los biológicos. Es importante coordinar las distintas opciones de tratamiento de la psoriasis de la forma más óptima posible.
Establezca objetivos terapéuticos comunes
“Si existe un desequilibrio entre la terapia y las comorbilidades físicas y psicológicas y la estigmatización, el paciente sufre más su terapia a lo largo de su vida y aumenta el deterioro acumulativo”, explica el Dr. Maul. Los agentes sistémicos modernos tienen un gran potencial terapéutico. “Los productos biológicos pueden lograr mejores resultados terapéuticos que las terapias sistémicas convencionales”, afirmó. Además de la gravedad de la psoriasis y las posibles comorbilidades presentes, también influyen las terapias previas que ya haya recibido el paciente, o si se cumplen las condiciones para una terapia biológica*. A continuación, se selecciona la sustancia activa adecuada, se inicia la terapia y se pone en marcha el seguimiento correspondiente. Si no hay una respuesta suficiente a la terapia tras un periodo de 4 a 6 meses, deberá realizarse un ajuste de la dosis o un cambio de terapia. Es muy importante hablar de ello con el paciente y acordar los objetivos comunes del tratamiento [1].
* Limitaciones para el uso de biológicos en Suiza: respuesta insuficiente a la terapia sistémica convencional o PUVA (psoraleno y UV-A) o contraindicaciones o intolerancia a estas terapias. [11]
Altas tasas de respuesta PASI del risankizumab en tratamiento a largo plazo
En el estudio abierto LIMMitless**, el inhibidor de la IL23p19 risankizumab mostró una eficacia elevada sostenida tanto tras el cambio de ustekinumab o adalimumab como con la administración continua de risankizumab [4]. Los participantes en el estudio recibieron tratamiento a largo plazo con risankizumab 150 mg cada 12 semanas. Entre los pacientes aleatorizados al brazo de ustekinumab en UltIMMa-1 o UltIMMa-2 (n=199), 172 fueron incluidos en el estudio LIMMitless y cambiados a risankizumab. La tasa de respuesta PASI90# fue del 83% en la semana 84 frente al 47% al inicio (tomando ustekinumab). Las correspondientes tasas de respuesta PASI75 fueron del 98% frente al 78% y un sustancial 57% alcanzó PASI 100, frente a sólo el 27% en el brazo de ustekinumab. La evaluación de los valores del DLQI (índice de calidad de vida en dermatología) muestra que la calidad de vida de los pacientes mejoró considerablemente bajo tratamiento con el inhibidor de la IL23. En la semana 72, el 81% de los participantes con risankizumab tenían una puntuación DLQI de 0 ó 1 (LOCF$), un aumento significativo con respecto al inicio, cuando esta puntuación era del 50%.
** El estudio LIMMitless incluyó a pacientes que habían completado uno de los siete estudios de fase II/III (incluidos UltIMMa-1, UltIMMa-2 e IMMvent) [4].
# casos observados, sin imputación de valores perdidos; los análisis de las tasas de respuesta PASI utilizando la última observación arrastrada (LOCF) y los métodos modificados de imputación de no respondedores mostraron resultados similares [4].
$ LOCF = “última observación arrastrada”.
En general, los inhibidores de la IL23 y la IL17 muestran una eficacia muy buena y duradera, afirmó el Dr. Maul, aunque existen ciertas diferencias dentro de estos grupos. En concreto, los inhibidores de la IL23, junto con los inhibidores de la IL17, también se consideran fármacos muy seguros, así lo demuestran por un lado los datos reales de nuestro Registro Suizo de Psoriasis SDNTT, pero también los datos de seguridad a 3-5 años, según el jefe de la consulta de psoriasis del Hospital Universitario de Zúrich [1].
Congreso: USZ New Horizons 2021
Literatura:
- Maul JT: Optimización del tratamiento de la psoriasis. PD Dra. med. Julia-Tatjana Maul, USZ Nuevos Horizontes, 15.04.2021.
- Takeshita J, et al: Resultados comunicados por los pacientes de psoriasis con piel clara frente a piel casi clara en el ámbito clínico. JAAD 2014; 71(4): 633-641.
- J-T Maul, et al.: El sexo y la edad determinan de forma significativa las necesidades del paciente y los objetivos del tratamiento en la psoriasis: una lección para la práctica. JEADV 2019; 33(4): 700-708.
- Blair HA: Risankizumab: Una revisión en la psoriasis en placas de moderada a grave. Fármacos 2020; 80: 1235-1245.
- Dowlatshahi EA, et al: Prevalencia y probabilidades de síntomas depresivos y depresión clínica en pacientes con psoriasis: revisión sistemática y metaanálisis.
- J Invest Dermatol 2014; 134(6): 1542-1551.
- Egeberg JP, Thyssen JJ, Wu L, Skov A: Riesgo de depresión primeriza y recurrente Riesgo de depresión primeriza y recurrente en pacientes con psoriasis: un estudio de cohortes basado en la población. Revista Británica de Dermatología 2019; 180(1): 116-121.
- Langan SM, et al: Prevalencia del síndrome metabólico en pacientes con psoriasis: un estudio poblacional en el Reino Unido. J Invest Dermatol 2012; 132(3 Pt 1): 556-562.
- Vlachos C, et al: Psoriasis y enfermedad inflamatoria intestinal: vínculos y riesgos. Psoriasis (Auckl) 2016; 6: 73-92.
- Egeberg A, et al.: El papel de la vía interleucina-23/Th17 en la comorbilidad cardiometabólica asociada a la psoriasis. JEADV 2020; 34(8): 1695-1706.
- Stern RS: La epidemiología de las dolencias articulares en pacientes con psoriasis. J Rheumatol 1985; 12(2): 315-320.
- BAG: www.bag.admin.ch (fecha de acceso 07.06.2021)
DERMATOLOGIE PRAXIS 2021; 31(4): 28-29 (publicado el 18.8.21, antes de impresión).