Durante once años, los científicos habían observado una gran cohorte de pacientes con cáncer de mama del llamado estudio EPIC (European Prospective Investigation Into Cancer And Nutrition). El objetivo era determinar el riesgo de otro tumor primario. El resultado en resumen: Las que ya han sufrido un carcinoma de mama tienen un riesgo significativamente mayor de recidiva tumoral (no sólo en la otra mama).
Un total de 10.045 mujeres europeas con cáncer de mama previamente invasivo fueron incluidas en el seguimiento de once años. Durante este periodo se identificaron 492 nuevos tumores primarios, 140 de los cuales eran carcinomas de mama contralaterales que se excluyeron del análisis. Factores como la edad de inicio, el embarazo, el IMC o el tabaquismo se recogieron mediante cuestionario y se incluyeron en el cálculo.
Utilizando la tasa de incidencia estandarizada (TIE) -es decir, la relación entre la incidencia observada y la esperada (población general como base)-, los autores dirigidos por Fulvio Ricceri, de Turín, llegaron a la conclusión de que el riesgo de padecer los siguientes tipos de cáncer aumenta significativamente entre las pacientes con cáncer de mama:
- Cáncer colorrectal (SIR 1,71; IC 95%: 1,43-2,00)
- Linfomas (1,80; 1,31-2,40)
- Melanoma (2,12; 1,63-2,70)
- Carcinomas endometriales (2,18; 1,75-2,70)
- carcinomas renales (2,40; 1,57-3,52).
Relevante para el cuidado posterior
En general, el riesgo de que una paciente con cáncer de mama desarrolle un segundo tumor primario aumentó un 30% (en comparación con la población de referencia). Los factores asociados positivamente con el riesgo tumoral fueron la edad joven en el momento del diagnóstico del cáncer de mama, el hábito de fumar activamente y el aumento del IMC. Sin embargo, se encontró una asociación inversa para la educación superior, el estado posmenopáusico y el embarazo a término.
Según los autores, la identificación de los factores de riesgo reviste especial importancia para la clínica, ya que el objetivo último es evitar en la medida de lo posible la aparición de nuevos tumores primarios tras un carcinoma de mama o, al menos, detectarlos en una fase temprana. El seguimiento de las pacientes con cáncer de mama, incluido el cribado, puede definirse mejor y, por tanto, optimizarse gracias a estos resultados.
Fuente: Ricceri F, et al.: Risk of second primary malignancies in women with breast cancer: Results from the European prospective investigation into cancer and nutrition (EPIC). Int J Cancer 2015. doi: 10.1002/ijc.29462.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2015; 3(6): 2