Las pruebas empíricas demuestran que la calprotectina es el parámetro de laboratorio más importante para el diagnóstico, así como para el seguimiento de la enfermedad y el ajuste de la terapia durante su curso. El objetivo del tratamiento de las terapias modernas no es sólo la liberación de los síntomas, sino la curación de la mucosa intestinal.
“La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa no son sólo enfermedades intestinales”, subraya el PD Dr. med. Emanuel Burri, del Hospital Cantonal de Baselland, con motivo de la puesta al día de la FOMF en Basilea [1]. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) no se limitan al intestino, sino que a menudo incluyen síntomas extraintestinales. Además de los determinantes genéticos, las interacciones de los factores ambientales con el sistema inmunitario influyen en el patomecanismo de este trastorno multifactorial. Como sabemos hoy en día, la microbiota intestinal también desempeña un papel importante en ello. La diferenciación con el síndrome del intestino irritable es difícil porque existe un gran solapamiento con respecto a los criterios del ROM. El 40% de todos los pacientes con EII también cumplen los criterios del SII [1]. La medición de la calprotectina es un importante parámetro de diagnóstico diferencial con una elevada especificidad y sensibilidad, explica el ponente. Varios metaanálisis han demostrado que los niveles elevados de calprotectina se asociaban a cambios inflamatorios [2,3]. Los niveles elevados de calprotectina en las heces son uno de los síntomas de alerta más importantes de la EII, junto con la pérdida de peso.
Importante indicador pronóstico
“La calprotectina muestra muy bien si hay inflamación en el intestino o no. No sólo en el diagnóstico, sino también en el curso del tratamiento”, explica el ponente [1]. Mientras que el tratamiento sintomático solía estar en primer plano, hoy en día el objetivo terapéutico es normalizar la mucosa intestinal. Dado que la EII es una enfermedad crónica, el seguimiento de su evolución a largo plazo es crucial. Un aumento de la calprotectina es un importante marcador de inflamación en el intestino antes de que aparezcan los síntomas. Así, un valor de calprotectina >300 (μg/g) durante dos meses consecutivos resultó ser un indicador pronóstico de una futura recaída [1,4]. Se ha demostrado empíricamente que una intervención terapéutica precoz basada en la medición de los niveles elevados de calprotectina conduce a una mejor cicatrización de la mucosa intestinal al cabo de un año en comparación con el inicio del tratamiento sólo cuando aparecen los síntomas [5]. En el estudio correspondiente, 240 sujetos con enfermedad de Crohn endoscópica y clínicamente activa tratados con esteroides fueron asignados aleatoriamente a la condición de seguimiento convencional frente a la medición de seguimiento de cerca (PCR, calprotectina) [5].
” Utilice las “Ventanas de oportunidad
“Hoy en día, se supone que si el diagnóstico se hace muy tarde, ya se han producido daños estructurales en el intestino”, explica el Dr. Burri. Por lo tanto, hoy en día -al igual que con otras enfermedades inflamatorias crónicas- el lema es utilizar una medicación eficaz lo antes posible para evitar daños irreversibles. En el caso de la EII, el concepto de terapia “escalonada rápida” se considera hoy pionero en Europa (Fig. 1). La aprobación de los productos biológicos ha revolucionado las opciones de tratamiento. Los tres objetivos principales de estas terapias con anticuerpos son: Inhibición de mediadores inflamatorios, inhibición de la transducción de señales, bloqueo de células inflamatorias. Los inhibidores de la Janus quinasa (inhibidores JAK) son una nueva opción terapéutica. Éstas influyen en la cascada inflamatoria atacando a las quinasas y neutralizando así varias citocinas al mismo tiempo. Los inhibidores de JAK ofrecen varias ventajas: Administración en comprimidos, rápido inicio de acción, sin formación de anticuerpos contra el fármaco. A diferencia de los biológicos, los inhibidores de JAK no interceptan las señales de las citocinas en el espacio extracelular, sino intracelularmente. Un representante aprobado en Suiza para la indicación colitis ulcerosa es Xeljanz® (tofacitinib) [6].
Fuente: FOMF Basilea
Literatura:
- Burri E: Enfermedades intestinales inflamatorias crónicas. Presentación de diapositivas, PD Emanuel Burri, MD, Actualización del FOMF, Basilea, 29.01.2020.
- van Rheenen PF, van de Vijver E, Fidler V: Calprotectina fecal para el cribado de pacientes con sospecha de enfermedad inflamatoria intestinal: metaanálisis diagnóstico. BMJ 2010; 341:c3369. doi: 10.1136/bmj.c3369.
- Lin JF, et al.: Metaanálisis: calprotectina fecal para la evaluación de la actividad de la enfermedad inflamatoria intestinal. Inflamm Bowel Dis 2014; 20(8): 1407-1415.
- De Vos M, et al.: Mediciones consecutivas de calprotectina fecal para predecir la recaída en pacientes con colitis ulcerosa que reciben tratamiento de mantenimiento con infliximab. Enfermedad inflamatoria intestinal 2013; 19(10): 2111-2117.
- Colombel JF, et al: Efecto del tratamiento de control estricto en la enfermedad de Crohn (CALM): un ensayo multicéntrico, aleatorizado y controlado de fase 3. Lancet 2018; 390(10114): 2779-2789.
- Xeljanz®: Compendio suizo de medicamentos, www.compendium.ch
PRÁCTICA GP 2020; 15(4): 22