Las reacciones autoinmunes son un efecto secundario común de las terapias con inhibidores de puntos de control para el tratamiento de tumores melanocíticos. Como muestra un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, la fotoféresis extracorpórea puede paliar estos efectos secundarios indeseables.
El cáncer de piel negra, también llamado melanoma, sólo se puede tratar con medicamentos desde hace unos pocos años. Sin embargo, uno de cada dos pacientes desarrolla reacciones autoinmunes graves como erupciones cutáneas o diarrea. Investigadores del Hospital Universitario de Friburgo y colegas suizos han demostrado ahora que pueden detenerse con una terapia lumínica especial. Trataron con mucho éxito mediante fotoféresis extracorpórea (FEC) a una paciente de cáncer de 29 años con una inflamación grave de la mucosa intestinal. En este proceso, las células inmunitarias se mezclan con un fármaco reactivo a la luz fuera del cuerpo, se irradian con luz ultravioleta y se devuelven al organismo. Se cree que el procedimiento activa las células inmunitarias que detienen la inflamación. La terapia de fotoféresis condujo a una disminución completa de los síntomas de la paciente, mientras que la terapia oncológica en curso trató con éxito el cáncer de piel. Los enfoques terapéuticos establecidos anteriormente no habían tenido éxito. La descripción del caso se publicó a principios de este año en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine. “La paciente respondió increíblemente bien a nuestro nuevo enfoque terapéutico. Con la fotoféresis extracorpórea, hemos encontrado una importante opción terapéutica para él y esperamos que para muchos otros pacientes”, afirma el director del estudio, el Prof. Dr. Robert Zeiser, jefe del Departamento de Inmunología Tumoral de la Clínica de Medicina Interna I (especialidad: hematología, oncología y trasplante de células madre) del Centro Médico Universitario de Friburgo. “En principio, el enfoque terapéutico también es concebible para los efectos secundarios inmunomediados de otras terapias contra el cáncer”, afirma el Prof. Zeiser. El grupo de investigación de Zeiser pudo probar la eficacia del PAE en colaboración con el Dr. Frank Meiss y la Prof. Dra. Dagmar von Bubnoff, ambos médicos titulares del Departamento de Dermatología y Venereología del Hospital Universitario de Friburgo, junto con el Prof. Dr. Burkhard Becher del Instituto de Inmunología Experimental de la Universidad de Zúrich.
NEJM 2020: Apostolova et al. El título del artículo original publicado en el New England Journal of Medicine es “Fotoféresis extracorpórea para la colitis inducida por la terapia con inhibidores del punto de control”. La fotoféresis extracorpórea es un tratamiento eficaz para las enfermedades de injerto contra huésped. Las células inmunitarias se mezclan con un fármaco reactivo a la luz fuera del cuerpo, se irradian con luz ultravioleta y se devuelven al organismo. En el presente estudio, se utilizó este método para aliviar los efectos secundarios de la terapia con inhibidores de puntos de control para el tratamiento del melanoma. La paciente había desarrollado una colitis autoinmunológica grave como efecto secundario de la inmunoterapia. La fotoféresis extracorpórea produjo un aumento del número de células asesinas naturales inmunorreguladoras y una reducción de la inflamación de la mucosa intestinal. DOI: 10.1056/NEJMc1912274 |
Sustituto de la terapia con cortisona con sus numerosos efectos secundarios
Los llamados inhibidores de los puntos de control inmunitarios se utilizan en el tratamiento del cáncer de piel negra y de muchos otros tipos de cáncer. “Las células cancerosas suelen tener una especie de manto que las hace invisibles a la respuesta inmunitaria del organismo. Los inhibidores de los puntos de control inmunitario les despojan de este manto y permiten así al sistema inmunitario atacar a las células cancerosas”, explica el Prof. Zeiser. Sin embargo, a menudo el sistema inmunitario también empieza a destruir las propias estructuras del organismo. Estos efectos secundarios pueden afectar a distintos órganos como los intestinos, la piel, la tiroides, el hígado o el cerebro. “Hasta ahora, los pacientes con estos efectos secundarios de la inmunoterapia contra el cáncer suelen ser tratados con cortisona u otros agentes inmunomoduladores durante un periodo de tiempo más largo, pero esto no siempre funciona o puede tener efectos secundarios graves”, afirma Zeiser. Además, se sospecha que la cortisona bloquea la respuesta inmunitaria al tumor y, por tanto, torpedea el tratamiento del cáncer.
El tratamiento con ECP se repitió en la paciente cada dos o cuatro semanas durante ocho meses. Poco después de iniciar la terapia, se produjo una reducción completa de la diarrea grave causada por la inflamación. Tal y como descubrieron los investigadores, cierto tipo de células inmunitarias aumentaron de tamaño y se volvieron más activas durante la terapia con PAE. “Suponemos que estas células inmunitarias agrandadas actúan sobre otras partes del sistema inmunitario y frenan así la inflamación”, explica Zeiser. El enfoque terapéutico también demostró ser seguro en el modelo animal preclínico. “Muy importante para la terapia concomitante fue que el tratamiento con PAE no influyó negativamente en el efecto antitumoral de los fármacos inmunitarios”.
Fuente: Hospital Universitario de Friburgo (D)